6 pasos para educar en habilidades sociales

Educar en habilidades sociales debería formar parte de la formación académica en los más pequeños, al igual que las materias de matemáticas y lengua. ¿Quieres saber por qué?
6 pasos para educar en habilidades sociales
Bernardo Peña Herrera

Escrito y verificado por el psicólogo Bernardo Peña Herrera.

Última actualización: 23 abril, 2020

En su día, Benjamin Franklin, sin quererlo explícitamente, nos habló de la importancia en educar en habilidades sociales. ¿Puede condensarse mejor en una frase?

“Sé amable con todos, sociable con muchos, íntimo con pocos, amigo de uno, y enemigo de nadie”

Juntar las sillas y mesas en una clase no son suficientes para fomentar el trabajo en equipo. Muchos niños y jóvenes tienen pocas nociones de como interactuar correctamente mente con sus compañeros. Simplemente, carecen de las habilidades sociales necesarias para hacer las tareas de cooperación o de comunicación más básicas. La falta de habilidades sociales es, probablemente, el factor que más contribuye a que haya poco éxito académico en el trabajo en grupo o en equipo y a relacionarse con los compañeros o amigos.

Educar en habilidades sociales

Afortunadamente, las habilidades sociales se pueden enseñar y fomentar en casa. Si se utiliza un enfoque sistemático, como las siguientes pautas que vamos a enumerar a continuación, los niños y jóvenes pueden aprender a interactuar correctamente tanto en el colegio, como en el parque, en las actividades extraescolares o cualquier situación que requiera relación con niños o jóvenes de su misma edad o similar.

Discutir la necesidad de educar en habilidades sociales

Antes de ayudar a los niños y jóvenes a mejorar sus habilidades sociales, es necesario que entiendan por qué son tan importantes. Es posible que tu hijo/a tenga problemas con el aprendizaje cooperativo. Se debe pensar en una lista de habilidades sociales a fomentar, junto con otras sugerencias para comenzar a practicar.

Actualmente, las habilidades sociales son fundamentales, ya no solo para socialización, sino para desenvolverse académica y profesionalmente en estas sociedades cada vez más abiertas. Sociedades en las que priman la comunicación y el intercambio social.

Seleccionar una sola habilidad social

Cuando se educa en habilidades sociales, lo mejor es comenzar por centrarse en una en concreto. Podéis escoger la habilidad en conjunto.  Por ejemplo, se puede comenzar por fomentar la habilidad social de alabar. Seleccionar solo una habilidad como enfoque.

Podéis trabajar en una habilidad diferente cada semana, e ir anotándolas en un tablón. Posteriormente, es aconsejable ir viendo la evolución de las mismas y ajustarla la práctica o metido si no se consigue el resultado esperado.

Enseñar la habilidad

Este paso no es tan obvio como parece. Nos e trata solo de decir: “hay que ser agradable o educado”. Se debe ayudar a los niños y jóvenes a que identifiquen exactamente lo que deben decir y porque, con el fin de mejorar positivamente la habilidad social escogida.

Para llevar esto a la práctica, se puede poner un tablón o cartel con dos listados diferentes: en una parte se pondrá la habilidad en la parte superior. Luego, pide a tu hijo/a que exponga ideas de que deben hacer y decir para demostrar que la habilidad social está adquirida. En la columna de la derecha, se irán anotando estas ideas expuestas por los jóvenes. Por ejemplo:

  • Alabar cuando algo te gusta de tu compañero, decírselo
  • Alentar y ayudar  a un compañero o amigo a hacer algo que no pueda, etc.

Poner en práctica la habilidad

Cuando ya se hay discutido acerca la habilidad social, es necesario proporcionar una oportunidad inmediata para llevar a la práctica esta habilidad. La mejor manera de hacer esto es planear una actividad de aprendizaje cooperativa  y estructurada para seguir la lección de habilidades sociales.

Por ejemplo, si le quieres enseñar a tu hijo/a la escucha activa como la habilidad social, es posible hacer una actividad  de preguntas y respuestas con turnos, por ejemplo. Leer un libro en familia y haz una serie de preguntas, primero a tu marido/mujer, otra al abuelo y, finalmente, a tu hijo/a, para luego volver a rodar los turnos. Esto sería una opción ideal, ya que cada persona toma un turno de responder a una pregunta, y todo el mundo debe escuchar activamente para dar su respuesta.

Hacer una pausa y reflexionar

Durante la práctica de la actividad para enseñar la habilidad social, es aconsejable hacer una pausa. Pídele a tu hijo/a que piense de lo bien que ha estado usando la habilidad social. En familia, podéis comentar como se ha desarrollado la actividad y como lo ha hecho de bien el niño o joven.

Revisar y reflexionar cómo educar en habilidades sociales

Al final de la actividad, refleja de nuevo de lo bien que se utilizaron las habilidades sociales. Puedes utilizar una tabla diferente con dos columnas para esto, uno con el signo de un + y un signo menos para poner en  los encabezados. (O carita triste o sonriente, etc.).

Analizar que ideas se han llevado a cabo durante la práctica de la habilidad social y cuales se necesitan trabajar más. Esta es una también una oportunidad perfecta para que el niño o joven pueda escribir un diario personal y exponer las reflexiones.

Finalmente, no es necesario seguir todos los pasos para enseñar habilidades sociales cada vez que enseñes una nueva habilidad. Sin embargo, los pasos de reflexión son importantes y deben ser incluidas tanto como sea posible. Probablemente, los elementos más importantes son la enseñanza directa de la habilidad seguida de una actividad de cooperación diseñada para la práctica de la habilidad.


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  • García, R., Traver, J. A., & Candela, I. (2001). Aprendizaje cooperativo. Fundamentos, características y técnicas. Madrid: CCS.
  • Gómez, Á. H., Aguaded, I., & Rodríguez, M. A. P. (2011). Técnicas de comunicación creativas en el aula: escucha activa, el arte de la pregunta, la gestión de los silencios. Educación y futuro: revista de investigación aplicada y experiencias educativas, (24), 153-180.

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