Cómo gestionar los asuntos pendientes

Si los asuntos pendientes te abruman debes, en principio, establecer prioridades. Sigue leyendo para descubrir otras maneras de gestionarlos.
Cómo gestionar los asuntos pendientes
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Escrito por Yamila Papa

Última actualización: 01 febrero, 2015

En los tiempos modernos, donde a veces necesitamos que el día tenga 27 horas, es muy frecuente que la agenda ya no tenga más espacio donde anotar tantas tareas y compromisos.¿Compro un anotador más grande, me organizo, me levanto más temprano o dejo las cosas por la mitad? ¡Qué dilema!

Para empezar, deberías aprender a vivir sin sentirte abrumado por tantos asuntos pendientes.

Seguramente, hayas leído o escuchado alguna vez, que no es bueno postergar las cosas. “No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy” dice el refrán popular. Sin embargo, a veces es necesario para nuestra salud mental y física tomarnos un tiempo libre, cerrar la agenda y abrirla a la mañana siguiente, ir a dar un paseo en medio de la jornada laboral o dormir una siesta.

¿Te has puesto a pensar cuántas cosas anotas en tu agenda para hacer en un día, en una semana o un mes? Mejor no hagas la suma, porque aumentarían tus niveles de estrés hasta las nubes. Lo que sí seguro reconoces, es que son muchas, demasiadas, para tu gusto, para tu pobre mente y para tu cuerpo, que pide a gritos un descanso.

¿Cuándo es el momento adecuado para “parar”? ¿Cómo podemos evitar que la vida no nos pase por encima? ¿Es posible dejar las cosas sin sentirnos culpables?

Los asuntos pendientes son eso simplemente, cosas que faltan hacer

 

Todo es importante, desde una reunión con tu jefe a lavar la ropa para tus hijos, pasando por ir al salón de belleza, hasta preparar un informe para tu cliente más importante. La lista de tareas pendientes puede ir en aumento (o mejor dicho, no disminuir) si dejamos de ser tan eficientes como el sistema, la sociedad o nosotros mismos nos exigimos.

De sólo pensar en todas las cosas que tienes que hacer cuando comienza el día, ya te sientes exhausto. Debes comprender que sólo hay 24 horas por jornada y como no seamos un superhéroe o superheroína, no podremos cumplir con todo lo que arrastramos. Aunque seamos las personas más organizadas y ordenadas del mundo.

Entonces, para que los asuntos pendientes no te abrumen es necesario que:

-Verifiques cuáles son tus prioridades: Llegar tarde todos los días a casa para hacer horas extras y terminar tus tareas, puede ser bueno para tu bolsillo, pero no para la crianza de tus hijos, por ejemplo. Es verdad que el dinero es el que paga las cuentas y la comida, pero también es bueno que los niños tengan la figura paterna o materna más presente.

¿Levantarte una hora más tarde el fin de semana o aprovechar que todos duermen para limpiar? ¿Usar el horario del almuerzo para terminar de delimitar un presupuesto o disfrutar de un poco de sol en el parque? Todas son decisiones que debes tomar según tus prioridades. Ten en cuenta que la salud, la familia y el bienestar siempre deberían posicionarse sobre el trabajo o el dinero.

-Prestes atención a tus hábitos: Aunque hace mucho tiempo que te acuestas a cualquier hora porque el día no te alcanza o tienes una segunda agenda porque una sola es insuficiente, también deberías tener tiempo libre para hacer algo que te gusta, como ir al gimnasio, cocinar, visitar a tus padres, ir a la iglesia, leer, mirar una película, etc.

-Si últimamente te has convertido en una “máquina de trabajar”, quizás te estés perdiendo las cosas más bonitas que tiene la vida, como es ver crecer a tus hijos o estar presente en ciertos momentos que no van a volver a repetirse.

-Decidas qué se puede aplazar y qué no: Una buena idea para que los asuntos pendientes no te abrumen tanto, es hacer una lista con todas las tareas a realizar. Luego, determinar qué es lo que sí o sí, tiene que hacerse ese día y lo que se puede dejar para mañana (o bien puede esperar a última hora de la tarde).

Otra técnica interesante es hacer primero aquello que te lleva menos tiempo para ir tachando actividades de la lista. Esto tendrá un buen efecto visual para ti. Por último, puedes aprovechar tus horas más productivas para lo difícil y dejar las menos efectivas para lo que no requiere pensar tanto, ni poner demasiada energía.

Los asuntos pendientes no dejarán de estar “por arte de magia”. Depende de ti, cómo los pasas a la lista de finalizados o los tachas de la agenda.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.