Aspectos psicológicos de la fibromialgia

Aspectos psicológicos de la fibromialgia
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Última actualización: 06 agosto, 2023

La fibromialgia es una afección que se caracteriza por dolor generalizado y otros síntomas somáticos o físicos. Entre esos síntomas cabe destacar los dolores de cabeza y migrañas, dolores en los puntos sensibles, el síndrome del intestino irritable, rigidez, hormigueos, fatiga y cansancio crónico, etc.

Pero además de todo ello, la enfermedad se acompaña de toda una serie de síntomas psicológicos como la depresión, los trastornos del sueño, los cambios de humor e incluso problemas de concentración y de memoria.

Una enfermedad crónica, con síntomas no siempre visibles, pero altamente incapacitante. Una enfermedad que afecta a la calidad de vida en todos los sentidos, así es la fibromialgia.

Relación entre síntomas físicos y psicológicos en la fibromialgia

La gran controversia es que muchos médicos creen que la fibromialgia es una condición psicológica. Uno de los motivos que argumentan para decir que puede ser un trastorno psicológico es que los antidepresivos y fármacos que modifican la serotonina y la norepinefrina en el cerebro parecen proporcionar alivio en el desarrollo de esta enfermedad. Además, la terapia cognitivo-conductual también ayuda a los pacientes que la sufren.

Mujer con fibromialgia

 

En cualquier caso, los síntomas físicos suelen causar un fuerte impacto anímico en las personas que sufren fibromialgia, y más aún el tratamiento que suelen sufrir estas personas porque “están quejándose todo el día” y terminan siendo unos “quejicas incomprendidos”. Esto favorece la aparición de síntomas de depresión y ansiedad que no hacen más que agudizar el sufrimiento de quienes padecen la enfermedad.

El tratamiento psicológico es, en todo caso, una herramienta necesaria para mejorar la calidad de vida de las personas con fibromialgia.

Tanto si su origen es psicológico como si es somático, la psicología puede ayudar a estos pacientes a reducir los trastornos relacionados con la ansiedad y la depresión, los problemas relacionados con el sueño, la tensión, el nerviosismo y la negatividad.

Enfoque psicológico del tratamiento para la fibromialgia

Desde el punto de vista psicológico, el tratamiento de la  fibromialgia debe dirigirse, en primer lugar, a la capacidad para asumir y aceptar la enfermedad y lo que esta conlleva. Este es el primer paso imprescindible para conseguir superar frustración por la limitación y los efectos que supone esta dolencia en quien la padece.

A partir de aquí, es necesario que el paciente aprenda a mantener un equilibrio entre esfuerzo y descanso. Además, es fundamental que aprenda también a adaptar sus metas a las limitaciones de su enfermedad y a valorar todo lo que sea capaz de conseguir.

Pero las personas con fibromialgia también deben cuidar su cuerpo. Es fundamental que se esfuercen en realizar algún tipo de ejercicio físico moderado. Es algo que les permitirá mantener un buen tono muscular y, a la vez, les ayudará a sentir menos sensación de cansancio a largo plazo.

En este sentido, el control de la postura en las actividades del día a día es algo que resulta necesario tener en cuenta. Además, practicar técnicas de relajación también resultará muy útil para controlar el estrés y reducir la sensación de dolor.

Hombre con dolor por fibromialgia

 

Muy importante resulta también para el tratamiento psicológico de la fibromialgia aprender a generar pensamientos positivos y a ser mas tolerante con uno mismo, así como cuidar la autoestima.

En cuanto a las relaciones con los demás, es muy positivo aprender a mejorar la comunicación y las peticiones de ayuda. Para los pacientes que sufren esta enfermedad es fundamental que los demás se conviertan en un apoyo y no en un elemento debilitador de su estado emocional. Quienes rodean a la persona enferma no siempre saben cómo actuar correctamente y conseguir que entiendan como pueden ayudar es importante.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.