16 características de una persona orgullosa

El orgulloso busca siempre la oportunidad para alardear de sus éxitos o de sus fortalezas. Explora otros rasgos de este tipo de individuos.
16 características de una persona orgullosa
Macarena Liliana Nuñez

Revisado y aprobado por la psicóloga Macarena Liliana Nuñez.

Última actualización: 01 marzo, 2024

El orgullo es un sentimiento complejo que tiene un lado beneficioso y otro perjudicial. Por una parte, empuja a las personas a valorar sus logros y a sentirse satisfechos con ellos, lo cual puede motivarlos a luchar por sus metas.

Por otro lado, puede perjudicar el crecimiento personal y deteriorar las relaciones con los otros cuando se inclina más a una vertiente soberbia y arrogante. En este artículo, describiremos las características de una persona orgullosa desde una versión negativa y qué se puede hacer para lidiar con ellas.

Qué es el orgullo

«Nuestro carácter nos hace meternos en problemas, pero es nuestro orgullo el que nos mantiene en ellos»

~ Esopo ~

Es la satisfacción que se experimenta ante los propios logros, cualidades, posesiones, relaciones o grupos. El orgullo puede ser bueno o malo dependiendo del contexto y de su forma de manifestarse.

Es positivo cuando impulsa a las personas a conseguir sus objetivos y perfeccionar sus habilidades. Sentir orgullo por los éxitos propios o ajenos es bueno para acrecentar la autoestima. No obstante, es negativo o malo cuando se convierte en soberbia o arrogancia. En estos casos, la persona sobreestima sus facultades, cualidades y logros y desprecia a otros.

Así pues, este sentimiento puede ser beneficioso cuando sirve para validar el yo o para ser mejor pero sin pisotear a otros. Es útil sentir un poco de orgullo al enfrentar retos y obstáculos, pues, nos recuerda nuestras habilidades y éxitos pasados y nos llena de confianza.

Por otro lado, también puede ser perjudicial cuando nos impide ser empáticos y humildes. Es malo cuando entorpece nuestra capacidad de reconocer y aceptar nuestros errores y vulnerabilidades. Además, puede ocasionar conflictos interpersonales y dificultar el trabajo en equipo.



 ¿Qué características tiene una persona orgullosa?

Desde la perspectiva negativa o mala, el orgulloso cree que todo lo que hace, dice y piensa es perfecto. Son esos compañeros de trabajo que nos miraban siempre por encima del hombro y esos familiares con los que dejamos de hablar porque su trato era tan dañino como ofensivo. Veamos algunas de sus características más básicas.

1. Es inseguro

Esconde de manera inconsciente ciertos hechos o sucesos que en algún momento le generaron un tipo de inseguridad. Pueden ser errores cometidos o desprecios sufridos por parte de los demás en el pasado. De este modo, lo que hacen muy a menudo es utilizar el orgullo para resaltar sus logros y éxitos con la finalidad de que estos no descubran sus debilidades o los puntos flacos que aún conservan.

«Si no se modera tu orgullo, él será tu mayor castigo».

~ Dante Alighieri ~

2. Es hipersensible, todo le molesta y le ofende

No le hables de tus logros, no comentes con ella tus preocupaciones, tus metas o los objetivos que estás a punto de conseguir. La persona orgullosa reinterpretará cualquier acto para asumirlo como un ataque directo a su ego. Aún más, toda cualidad que te defina la verá como una clara amenaza contra su persona, de ahí que no dude en verte como un rival y sentirse ofendido por todo lo que hagas o digas.

3. Tiene una gran necesidad de control

Este tipo de perfil necesita asumir el control en todo escenario para poder así validar su orgullo. A nivel familiar, esta conducta puede llegar a ser muy destructiva. La persona orgullosa exige ese tipo de veneración absoluta en la que no se le puede llevar la contraria, nadie puede estar por encima de él o ella y aún menos destacar en algún aspecto.

4. Toda oportunidad es buena para sacarse brillo

Cualquier conversación o circunstancia es buena para destacar sus virtudes. Son, además, ese tipo de personas que hablan de forma constante de sus logros del pasado, de sus buenas relaciones con determinadas figuras de importancia, de lo apreciado que es en ciertos sectores profesionales… Poco a poco acaba tomando el control de las conversaciones para dirigirlas en exclusiva hacia sí mismo.

5. No suele pedir ayuda ni perdón

Se cree perfecta y superior, por lo que creerá que puede con todo y que todo lo hace bien a su manera. De hecho, su manera es la mejor forma de hacer las cosas y no otra. Por ello, difícilmente pedirá ayuda o perdón, ya que la primera no la necesita y la segunda tampoco porque ella no hace nada malo a los demás.

6. Tiene alta autoestima

Si algo caracteriza a una persona orgullosa es que tiene una alta autoestima. Esta puede estar fundamentada en aptitudes o cualidades objetivas, o, por el contrario, consolidarse sobre ideas subjetivas. De hecho, cuando pensamos en el orgullo lo hacemos en el contexto de alguien que tiene una buena opinión sobre sí mismo.

7. No se sienten amenazados por los demás

Aunque es cierto que una persona orgullosa es muy competitiva, en el fondo no se siente amenazada por el éxito de las otras personas. Confían tanto en sus capacidades, aptitudes y destrezas que saben que tarde o temprano alcanzarán un éxito igual o superior.

8. No temen expresar sus ideas u opiniones

Debido a la seguridad que tienen en sí mismas, las personas orgullosas no temen expresar sus ideas u opiniones. Esto no quiere decir que siempre la estén dando, sino que cuando lo hacen los rodea un aura de confianza, seguridad y determinación.

9. Gozan de la aprobación de los demás

Un orgulloso disfrutará de la aprobación social. Por ejemplo, disfrutan que su círculo apruebe lo que dicen, lo que hacen o lo que piensan. Esta es una recompensa que alimenta más y más su orgullo.

10. Se resiste a cambiar de opinión

Debido a su arrogancia y soberbia, el orgulloso se niega a cambiar sus creencias y opiniones. Esta manera reacia de aferrarse a sus convicciones se debe a que, si admite el cambio, podría parecer débil y poner en riesgo la imagen inflada que tiene de sí mismo y de sus cualidades.

11. Minimiza los éxitos ajenos

A veces, desvaloriza los logros que otros han obtenido porque los toma como un desafío a su propia valía. En lugar, celebrar junto a la otra persona, busca razones para no darle tanta trascendencia al asunto e intenta destacar sus cualidades y éxitos.

12. Es muy competitivo

Es una persona demasiado competitiva y desea sobresalir en todo, ya que así puede alardear de sus victorias y acrecentar su autoconfianza y satisfacción. Esta necesidad de ganar puede generar conflictos interpersonales en su trabajo.

13. Evita exponer su vulnerabilidad

Mostrar debilidad o vulnerabilidad es interpretado como un riesgo para la autoestima, el estatus y la autoconfianza. Exhibir su flaqueza crea una incongruencia con su imagen sobrevalorada, la cual le genera disonancia cognitiva.

14. Tiene problemas para empatizar

A la persona orgullosa le puede costar empatizar porque tendría que «ponerse en el lugar del otro» para comprender sus sentimientos y perspectiva. Esto puede ser difícil para ella porque tendría que desenfocarse de sí misma.



15. No reconocen sus errores

Las personas orgullosas, a menudo, tienen dificultades para admitir cuando han cometido un error. Esta incapacidad para reconocer y aceptar la equivocación puede deberse a la preocupación por mantener una imagen de perfección y evitar que los demás perciban debilidades.

16. Resistencia a recibir retroalimentación constructiva

Las personas orgullosas pueden rechazar críticas o sugerencias de mejora, ya que podrían interpretarlas como amenazas a su autoestima. Esto dificulta el crecimiento personal y profesional, ya que la negativa a considerar la retroalimentación limita las oportunidades de aprendizaje y desarrollo.

Qué hay detrás del orgullo

Con frecuencia, detrás del orgullo hay inseguridad. Lo que la persona intenta hacer es compensar su falta de seguridad con una actitud orgullosa ante la vida y los demás. De ese modo, puede exhibir fortaleza y no parecer tan vulnerable.

Asimismo, puede ocultarse un temor irracional al fracaso. Sobrevalorar los logros y resaltar las cualidades les permite crear una coraza contra la idea o posibilidad de no tener éxito o reconocimiento. El orgullo es su mecanismo de defensa para reprimir su miedo a no estar a la altura de las expectativas sociales.

El entorno cultural también tiene un papel importante en el desarrollo de dicha actitud. En sociedades donde se aprecia mucho el éxito personal y se sobrevalora la autosuficiencia, la persona puede asumir actitudes orgullosas para fomentar una imagen de superioridad y logro.

Cómo lidiar con una persona orgullosa

Para relacionarte con este tipo de sujetos es imprescindible que mantengas una actitud respetuosa pero firme a la vez. Aquí te dejamos varias sugerencias que te ayudarán en este proceso.

  • Conserva la calma: relacionarse con ella puede ser muy desafiante y exasperante, por eso, es necesario que mantengas una postura tranquila y paciente. De este modo, podrás lidiar mejor con la situación y no avivar el conflicto que pueda generarse.
  • Practica la escucha activa: como hemos visto, en ocasiones, el orgullo oculta inseguridad. Al mostrarte dispuesto a escuchar puedes desarmar a la persona y hacerla sentir más segura. Evidentemente, es probable que no te funcione con todos los orgullosos, pero podrías intentarlo.
  • Establece límites: es crucial que defiendas tus derechos y dignidad. Define límites claros sobre cómo esperas ser tratado y hazlos cumplir. Sé firme y consecuente, pero sin ser irrespetuoso. No permitas que te humille.
  • Elude las confrontaciones: intentar ganar una conversación con un orgullo es una perdida de tiempo. En lugar de eso, procura encontrar puntos en común y evita discutir o confrontar. Haz lo posible por llevar el momento en paz, pero, claro está, sin permitir que tus límites sean transgredidos.

Cómo hago para dejar de ser una persona orgullosa

Desear cambiar es el primer paso para dejar de serlo. Si no te comprometes a cambiar, es difícil que logres un buen avance al respecto. Aquí te dejamos algunas recomendaciones para acompañarte en tu proceso de transformación personal.

  • Reflexiona sobre tus actos: desarrollar tu autoconciencia te permitirá identificar mejor cuándo, dónde, con quién y por qué actúas de manera orgullosa. Al tener esto claro, podrás idear un plan de acción para actuar de otra forma.
  • Sé humilde: practicar la humildad no es subestimarte, sino entender que no estás por encima de los demás y que al igual que todos posees debilidades. Acepta tus errores y aprecia los aportes que hagan las personas.
  • Desarrolla tu empatía: intenta entender la perspectiva de las personas que te rodean. Así, podrás conectar más con los demás y reducir un poco tus conductas arrogantes.
  • Pide retroalimentación: solicítale a tus seres queridos, amigos o compañeros de trabajo que te den su opinión sobre tu forma de ser y actuar. Escucha sin ponerte a la defensiva y pídeles consejos sobre cómo podrías cambiar.

El orgullo es intrínseco al ser humano

En este artículo, hemos aprendido que la persona orgullosa actúa de diferentes formas y posee cualidades que hacen que resalte, de manera negativa, sobre otros sujetos. La inseguridad, la falta de empatía, la minimización de logros ajenos y su resistencia a cambiar de opinión son algunas de sus características.

El orgullo, como esa emoción y satisfacción por lo que somos, tenemos y hemos logrado, es natural en todo individuo. No obstante, cuando se convierte en una actitud arrogante que desprecia y humilla a los demás, deja de ser una cualidad normal para convertirse en un problema.

Reconocer las fronteras entre el orgullo sano y destructivo es clave para crecer como personas y compartir nuestros éxitos con los demás sin ser demasiado engreído. Este sentimiento no puede ser una barrera que nos separe de nuestros amigos, colegas o familiares.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.