¿Cómo mantener una conversación difícil?

¿Cómo mantener una conversación difícil?
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Última actualización: 17 julio, 2019

Seguro que en algún momento tendrás que enfrentarte a la situación de mantener una conversación difícil con un amigo o familiar sobre un tema delicado.

A veces, nos enfrentamos a la difícil situación de tener que decirle algo importante a alguien sabiendo de antemano que la conversación puede ser complicada. Saber enfrentarse a este tipo de situaciones puede ayudarnos no solo a hacer que la situación sea más llevadera para ambas partes, sino también a comunicarnos mejor.

4 consejos para facilitar una conversación difícil

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#1 – Busca el momento adecuado para hablar

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Hablar con otro de algo importante requiere encontrar un momento en el que ambas partes tenga tiempo para ello y que, además, estén dispuestas. Es necesario tener tiempo para exponer el tema que se quiere hablar y darle tiempo también al otro para plantear su punto de vista. Las prisas no son buenas aliadas en estas situaciones.

Además, planificando el momento y quedando con la otra persona para hablar sobre algo en concreto se le está dando la oportunidad de preparar sus argumento.

Es más, el hecho de quedar para hablar sobre algo le confiere a la conversación una importancia relevante y hacer que las dos partes se lo tomen más en serio.

No programar la conversación es la forma más fácil de evadirla. Sin embargo, aunque resulte incómodo, a veces es necesario pasar por ciertos momentos.

#2 – Comienza la conversación de forma suave

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Según el doctor John Gottman, experto en psicología de pareja, la mayoría de  las conversaciones finalizan igual que comienzan. Por lo tanto, comenzar la conversación de forma apacible y tranquila, aunque no garantiza nada, sí que nos da esperanzas de terminar de la misma forma.

Frente a esto, lo que es casi seguro es que es muy difícil acabar bien una conversación que empieza de forma agresiva y dura. Solo tienes que echar la vista atrás y revisar algunas conversaciones difíciles que hayas tenido o analizar cómo empezaron conversaciones normales que empezaron de malas formas.

#3 – Mantener contacto visual con el otro

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El contacto visual es importante y las cosas importantes es mejor no hacerlas por teléfono o escribiendo un correo electrónico. El contacto visual ayuda a entender al otro y a empatizar con él. Si no puedes tener una conversación cara a cara, la tecnología ofrece otras soluciones para acercar más a los interlocutores (Ej. Videoconferencias). No es lo mismo, pero es una opción cuando no podemos mantener una conversación cara a cara.

La palabra escrita puede dar lugar a malas interpretaciones. Por otro lado, el teléfono no permite leer el lenguaje corporal del otro ni atender a otras señales que pueden cambiar por completo el sentido de las palabras.

#4 – Escuchar después de hablar

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Escuchar activamente es importante. El otro también tiene cosas que decir. Así, es importante considerarlo, y no simplemente dejarlo hablar. Puede haber habido mal entendidos que aclarar, o cuestiones que explicar que no habían quedado claras y que pueden facilitar una solución.

Conclusiones

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Las conversaciones difíciles pueden aliviarse y hacerse más llevaderas si nos lo proponemos. Otra cosa es que a ti o a tu interlocutor os guste discutir: ese vicio enfermizo que no permite avanzar en la vida y en las relaciones humanas.

Si tienes miedo a hablar de algo con alguien, prueba a seguir estos consejos. Es más, proponle al otro que lo intente. Seguro que os lleváis una sorpresa.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.