Conformidad e inconformismo, el lugar que ocupan en el cambio en tu vida

¿Eres más de seguir lo que está establecido? ¿O por el contrario sueles ir en contra para conseguir tus objetivos? Aquí te contamos qué papel tienen estas actitudes en los cambios que pueden producirse en tu vida.
Conformidad e inconformismo, el lugar que ocupan en el cambio en tu vida
María Vélez

Escrito y verificado por la psicóloga María Vélez.

Última actualización: 18 marzo, 2020

Ante las vicisitudes de la vida, se pueden tomar dos perspectivas: la conformidad o el inconformismo. Ambas pueden adecuadas según las circunstancias, sin embargo no ayudan de la misma forma a que se produzca un cambio. Para avanzar, es necesario dar pasos al frente sin tener en cuenta más que los propios deseos. Tener claro un objetivo y obviar todos los obstáculos que se encuentren. No obstante, hay situaciones que es más provechoso seguir el camino de la mayoría para conseguir lo que se quiere.

El conformismo se define como la tendencia a cambiar el comportamiento, opiniones o actitudes acorde con los de un grupo o un líder para poder conseguir la aprobación. En cambio, el inconformismo hace referencia a la actitud hostil ante el orden, la tendencia a ir en contra a la mayoría.

Aunque existe un perfil en cada persona, se puede ser más conformista en unas áreas y más inconformista en otras. Quizá alguien puede ser inconformista en cuanto a injusticias sociales, pero luego conformarse con determinadas normas en el trabajo. Pero, ¿qué lleva a las personas a actuar o ser de una forma? ¿Cómo se llega a la conformidad e inconformismo?

¿Qué lleva a la conformidad y al inconformismo?

La conformidad ha sido muy estudiada desde la Psicología Social, ya que es un evento de influencia social de relevancia para diferentes disciplinas: política, economía, sociología, educación, etc. Así, se ha intentado determinar qué predispone a decantarse por uno de los dos puntos de esta dicotomía de conformidad e inconformismo.

  • Ser aceptados. Es inevitable, somos seres sociales y necesitamos formar parte de un grupo. Por ello, cuando un individuo se encuentra ante un grupo de personas, tenderá a formular una opinión cercana a la de éste con el objetivo de ser aceptado o no provocar un conflicto. Sin embargo, hay personas que tienen muy clara su posición más inconformista y no sólo no cambiarán su opinión, sino que además tratarán de convencer al resto.
  • Autoestima. Esta aptitud individual se ha visto que está relacionada con la tendencia de seguir el camino de los demás, o de salirse de él. Así, personas que tienen una percepción más negativa de sí mismas o suelen ser más conformistas. Esto puede deberse a que intentarán evitar el rechazo de otros, o bien, porque valoran tan poco sus aptitudes o juicios que confiarán más en el de los demás.
  • Pertenencia al grupo. El sentimiento de formar parte de un grupo mayor de personas es crucial. Aquellos que se sienten semejantes a otros mostrarán conductas de mayor conformidad. Mientras que los que se sienten diferentes, ovejas negras, e incluso superiores, tendrán una mayor tendencia hacia el inconformismo. Así, podrán diferenciarse más y, en cierta manera, desafiar las normas impuestas por el grupo mayoritario.
  • Autoridad. Cuando la opinión o comportamiento viene de una figura de autoridad es más probable que sea asimilada. Es decir, la autoridad ejercería de grupo, y así, el individuo cambiará su forma de actuar para obtener su beneplácito o evitar consecuencias.
  • El compromiso. A pesar de todo lo anterior, el compromiso tiene un papel muy fuerte en lo que al inconformismo respecta. Cuando las personas se sienten fuertemente comprometidas con alguna causa, bien personal o social, será más probable que haga caso omiso de opiniones o actitudes externas y seguirá al frente con sus razones.

Actitud para el cambio

El conformismo a priori puede ir seguido de mucho beneficios. En cambio, si hablamos de conseguir un cambio vital o de avanzar, siendo conformistas la tendencia será mantenerse en el mismo sitio, o donde el grupo determina, aun a sabiendas de que los deseos propios son otros.

El inconformismo es un incentivo para cambiar, no tiene por qué ser negativo. Comprometerse con uno mismo, tener inquietudes personales, es el motor más potente para avanzar. La inconformidad podría definirse como sinónimo de superación, ya que tiene como objetivo una situación mejor, un cambio que será positivo.

Por ello, ante la necesidad de cambio hay tres pasos fundamentales: formular el objetivo de forma concisa, comprometerse con él y generar la motivación. Después, los pequeños pasos vendrán rodados, y ni opiniones externas, ni la idea de la sociedad podrán con ello.


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