¿Sabes cuántos tipos de amor existen?

El amor a una pareja, a un hijo, a los amigos... lo cierto es que existen más de 90 tipos de amor. ¿Lo sabías? ¡Conoce de qué se trata en este artículo!
¿Sabes cuántos tipos de amor existen?
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Escrito por Yamila Papa

Última actualización: 06 agosto, 2023

¿Has pensado alguna vez en cuántos tipos de amor hay? Dice dice una canción de John Paul Young que “el amor está en el aire”, y esto es 100% real. Aunque no tengamos pareja, nos damos cuenta que este sentimiento se esconde, o mejor dicho, se deja ver, en diferentes lugares y personas.

Y es por ello que el amor está presente en cada rincón y composición, desde la música a la poesía, pasando por las películas, las obras de arte y las esculturas.

Si preguntáramos a cada persona qué es el amor seguro que tendríamos millones de definiciones diferentes. El amor es un concepto que puede ser usado en varios contextos o relaciones. Y además, es un fenómeno estudiado desde hace muchos años… pero que todavía no ha sido comprendido del todo.

Diferentes tipos de amor

Parece que no hay una sola manera de sentir amor, todo depende de las personas implicadas. Una investigación en Canadá indicó que existen 93 tipos de amor diferentes. Sí, como has leído, ¡93! ¿Te parecen muchos? Lo que ocurre es que las personas no nos damos cuenta de que el amor está en todas partes y no solo en quienes nos rodean.

Madre besando su hijo, uno de los tipos de amor
El prototipo de amor que a la mayoría tenemos en mente es el amor maternal (de madre a hijo y viceversa), que es el que conocemos y experimentamos primero. Luego tenemos el paternal, el de los hermanos, el de los amigos, el pasional, el sexual, el romántico y hasta el platónico.

Ahora bien, ¿Qué es lo que tienen en común estos tipos de amor? ¿Y en qué se diferencian? Según el estudio, todo tiene que ver con cómo lo percibimos. Es decir, qué sentimos cuando vemos a una persona o pensamos en ella.

Además, dentro de lo que se llama “amor” podemos englobar otros sentimientos, tales como el cariño, el afecto, la atracción, el cuidado, el respeto, la alegría y la protección. Por ello la raza humana no tiene la capacidad (aún) de ofrecer una definición única de amor.

Todo dependerá de nuestras experiencias y de las emociones que sentimos en cada situación en particular. No existe una delimitación, ya sea lógica o no, de la palabra “amor”. Si es tan complejo lo que sentimos, ¡imagina lo complicado que es explicarlo! Y como conlleva tantos sentimientos, todo se dificulta aún más, afortunadamente.

El triángulo del amor

Corazón de papel
Existe una teoría triangular sobre el amor, de R. Sternberg, que indica que son solamente siete las maneras de sentir amor y están todas relacionadas entre sí. Aquí el tema es mucho más sencillo que antes, que teníamos que decidir entre casi 100 tipos de amor diferentes.

Cada vértice de este triángulo representa los sentimientos más genuinos que una persona puede tener. Tal vez no al mismo momento, sino en diferentes etapas de la vida. Y esta teoría no tiene nada que ver con los triángulos amorosos o los terceros en discordia.

Muchos dicen que esta  hipótesis solo se basa en el amor de pareja, pero puede ser usado para todas las relaciones que tenemos a lo largo de nuestro paso por la Tierra.

El significado de cada vértice

Para poder comprender esta teoría, es bueno que primero nos imaginemos un triángulo. O también podemos dibujarlo en un papel. En la punta del triángulo encontramos el “cariño”, que aparece cuando hay intimidad (y no se refiere al sexo).

En el vértice derecho, está el “amor vacío”, que ocurre cuando hay únicamente compromiso. La suma de estos dos (cariño y amor vacío) trae como consecuencia el “amor sociable”, una mezcla de intimidad y compromiso.

En el vértice izquierdo del triángulo hallamos el “capricho”, que únicamente tiene en cuenta la pasión. Si lo sumamos con la punta del triángulo (el “cariño”), el resultado es el “amor romántico” (intimidad más pasión) y si la suma es con el vértice derecho (“amor vacío”), vamos a conseguir el “amor fatuo” (pasión y compromiso).

En el centro de la pirámide, tenemos el “amor consumado”, una simbiosis perfecta entre la intimidad, la pasión y el compromiso.

Este amor consumado sería el “amor ideal”, ese del que tanto se habla y el que todos aspiramos sentir al menos una vez en la vida.


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