Cómo definen la felicidad 11 filósofos famosos

Los filósofos de todos los tiempos han intentado definir la felicidad. Vamos a conocer los pensamientos de alguno de ellos ¿Con cuál te identificas?
Cómo definen la felicidad 11 filósofos famosos
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 05 octubre, 2022

Felicidad es una de las palabras más difíciles de definir. La felicidad del místico no tiene nada que ver con la del hombre de poder, o con la de la persona común y corriente.

Así como en la vida cotidiana encontramos diferentes definiciones de este sentimiento, también en la filosofía hay diversos enfoques al respecto. Enseguida te mostramos algunos de ellos.

“Todos los mortales andan en busca de la felicidad, señal de que ninguno la tiene”

-Baltasar Gracián-

1. Aristóteles y la felicidad metafísica

 

Aristóteles, filósofo que habló de la felicidad

Para Aristóteles, el más destacado de los filósofos metafísicos, la felicidad es la aspiración máxima de todos los seres humanos. La forma de alcanzarla, desde su punto de vista, es la virtud. Es decir, que si se cultivan las virtudes más elevadas, se conseguirá ser feliz.

Más que un estado concreto, Aristóteles indica que se trata de un estilo de vida. La característica de ese estilo de vida es ejercitar constantemente lo mejor que tiene cada ser humano. Se necesita también cultivar la prudencia del carácter y tener un buen “daimon” (buen destino o buena suerte). Por eso sus tesis sobre este sentimiento se conocen con el nombre de “eudaimonía”.

Aristóteles proporcionó la base filosófica sobre la que se edificó la iglesia cristiana. De ahí que haya una gran similitud entre lo que este pensador propone y los principios de las religiones judeo-cristianas.

2. Epicuro y la felicidad hedonista

Epicuro fue un filósofo griego que tuvo grandes contradicciones con los metafísicos. A diferencia de estos, no creía que la felicidad proviniera solamente del mundo espiritual, sino que también tenía que ver con dimensiones más terrenales. De hecho, fundó la “Escuela de la felicidad”. A partir de esta, llegó a conclusiones interesantes.

Postuló el principio de que el equilibrio y la templanza era lo que daba lugar a la felicidad. Ese enfoque quedó plasmado en una de sus grandes máximas:

“Nada es suficiente para quien lo suficiente es poco”.

Pensaba que el amor poco tenía que ver con la felicidad, en cambio, la amistad sí. También insistió en la idea de que no se debe trabajar para obtener bienes, sino por amor a lo que se hace.

3. Kant y la felicidad como un deber

El filósofo alemán Immanuel Kant propuso que ser feliz es uno de los deberes supremos del ser humano. De acuerdo con este filósofo, esta se construye a partir de nuestro carácter y de la ética con la que dirijamos nuestro comportamiento. Es decir, la felicidad es una obligación, pero, al mismo tiempo, nuestras acciones tienen que hacernos dignos de merecerla. 

“La felicidad; más que un deseo, alegría o elección, es un deber”. 

4. Nietzsche y la crítica de la felicidad

 

Nietzsche pensando en la felicidad

Nietzsche creía que vivir plácidamente y sin ninguna preocupación es un deseo propio de las personas mediocres, que no le otorgan mayor valor a la vida. Nietzsche opone el concepto de “dicha” al de “felicidad”. La dicha significa “estar bien”, gracias a circunstancias favorables, o a la buena fortuna. Sin embargo, se trata de una condición efímera.

La dicha sería una especie de “estado ideal de la pereza, o sea, no tener ninguna preocupación, ningún sobresalto. En cambio, la felicidad es fuerza vital, espíritu de lucha contra todos los obstáculos que limiten la libertad y la autoafirmación.

Ser feliz, entonces, es ser capaz de probar la fuerza vital, mediante la superación de adversidades y la creación de modos originales de vivir.

5. Bertrand Russell y la felicidad en el amor y el agradecimiento

Para Bertrand Russell, filósofo británico y ganador del Premio Nobel de literatura en 1950, la felicidad solo puede conseguirse a través de la experiencia del amor y la gratitud. El amor, de acuerdo con este autor, nos permite superar el ego y la vanidad y, al reconocernos como iguales, podemos alcanzar la felicidad

“De todas las formas de precaución, la cautela en el amor es tal vez la más mortal de la verdadera felicidad”. 

Por supuesto, este camino es arduo, implica trabajo, entrega y compromiso. Nadie accede a este sumo bien sin esfuerzo, pues dejar el egoísmo atrás y construir lazos solidarios con otros es un trabajo permanente.

6. José Ortega y Gasset y la felicidad como confluencia

Para Ortega y Gasset la felicidad se configura cuando coinciden “la vida proyectada” y “la vida efectiva”. Es decir, cuando confluye lo que deseamos ser con lo que somos en realidad.

“Si nos preguntamos en qué consiste ese estado ideal de espíritu denominado felicidad, hallamos fácilmente una primera respuesta: la felicidad consiste en encontrar algo que nos satisfaga completamente.

Más, en rigor, esta respuesta no hace sino plantearnos en qué consiste ese estado subjetivo de plena satisfacción. Por otra, qué condiciones objetivas habrá de tener algo para conseguir satisfacernos”.

Así, todos los seres humanos tenemos la potencialidad y el deseo de ser felices. Esto quiere decir que cada quien define cuáles son las realidades que pueden hacerlo feliz. Si logra construir esas realidades verdaderamente, entonces será dichoso.

7. Lao Tse y la felicidad como presente

“Si estás deprimido, estás viviendo en el pasado. Si estás ansioso, estás viviendo en el futuro. Si estás en paz, estás viviendo el presente”.

Lao Tse afirmaba que la verdadera razón de la felicidad es vivir en el presente. Ella sucede aquí y ahora, por lo tanto, es necesario estar plenamente en cada instante de esta vida. Quienes viven en los recuerdos del ayer y las añoranzas del mañana solo generan ansiedad, estrés, y dejan de gozar y de deleitar cada momento.

8. John Stuart Mill y la felicidad como placer

“He aprendido a buscar mi felicidad limitando mis deseos en vez de satisfacerlos”.

Fue uno de los principales autores del utilitarismo, y sostenía que el deseo de ser feliz es inherente en todo ser humano. Mill consideraba la felicidad como la búsqueda del placer y la evitación del dolor, pero no todos los placeres son igualmente valiosos, ya que los hay superiores e inferiores, y nuestras acciones deben estar enfocadas a lograr lo primeros.

9. Henry David Thoreau y la felicidad como vivir intensamente

“La felicidad es como una mariposa, cuanto más la persigues, más te eludirá. Pero si vuelves tu atención a otras cosas, vendrá y suavemente se posará en tu hombro”.

En 1845 Thoreau abandona su hogar para vivir en una cabaña junto al lago Walden, pero ¿por qué? “Fui a los bosques porque quería vivir deliberadamente, enfrentar solo los hechos esenciales de la vida, y ver si no podía aprender lo que ella tenía que enseñar, no sea que cuando estuviera por morir descubriera que no había vivido“.

Como consecuencia de esta aventura, Thoreau escribe Walden, un libro contra toda servidumbre y a favor de la felicidad como única y más grande riqueza del ser humano, que proviene de vivir intensamente el momento.

10. Epicteto y la felicidad como libertad

La felicidad no consiste en desear cosas, sino en ser libre”.

Aferrarse a las cosas nos aleja de la dicha y el equilibrio emocional. El apego también genera un miedo irracional a la pérdida, lo cual nos aleja cada vez más de los caminos de la dicha. Por tanto, para Epicteto la felicidad consistía en alcanzar la libertad que proviene de la libración del apego y de ser conscientes de que no necesitamos muchas cosas: “La riqueza no consiste en tener muchas posesiones, sino pocos deseos”.

11. Slavoj Zizek y la felicidad como paradoja

Este filósofo indica que ser feliz es un asunto de opinión y no un asunto de verdad. La considera un producto de los valores capitalistas, que implícitamente prometen la satisfacción eterna a través del consumo.

Sin embargo, en el ser humano reina la insatisfacción porque en realidad no sabe qué desea. Cada quien cree que si alcanzara algo (comprar una cosa, subir su estatus, etc.) podría ser feliz. Pero, en realidad, inconscientemente, lo que quiere alcanzar es otra cosa y por eso permanece insatisfecho. Un punto que aparece explicado de una forma muy clara en este vídeo.

Para terminar, las concepciones sobre la felicidad de estos grandes pensadores nos abren diferentes caminos para buscar tan anhelado bien. En medio de una sociedad que nos invitan cada vez más a consumir para ser felices, las ideas de estos filósofos son renovadora y revolucionarias.


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  • Carosio, A. (2008). El género del consumo en la sociedad de consumo. La ventana. Revista de estudios de género3(27), 130-169.
  • Sansone, R. A., & Sansone, L. A. (2010). Gratitude and well being: the benefits of appreciation. Psychiatry (Edgmont)7(11), 18. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3010965/
  • Thoreau, H. D. (2013) .Walden. Errata Naturae.

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