El tirano que habita dentro de ti

El tirano que habita dentro de ti
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 06 agosto, 2023

RAE, ‘tirano’ es: Dícese de ese sentimiento opresor que domina la voluntad de una persona.
El ‘tirano’ es un ‘ser’ que habita dentro de nosotros con un único objetivo: p rotegernos. Es una parte de nuestra psique destinada a mantenernos en la zona de confort. Afincados en lo sencillamente cotidiano poco peligroso. El ‘tirano’ se encarga de que no tomemos decisiones alocadas o poco reflexionadas por tal de evitarnos futuros disgustos. No obstante, lo que el ‘tirano’ no sabe es que en ocasiones esa espontaneidad y ese empuje irracional o poco reflexionado son ingredientes esenciales para conseguir aquello que nos propongamos.

El ‘tirano’, como guardaespaldas nuestro que es, no piensa, simplemente ejecuta. Siempre nos decanta hacia lo más sencillo, hacia aquello que menos implicaciones negativas pueda llegar a tener a largo plazo. Actúa, al uso, del mismo modo que actuaría un buen antivirus; evaluando las posibles amenazas y frenándolas. Lo único negativo es que en ocasiones se equivoca y hay determinados mensajes que no nos llegan. Mensajes importantes que pueden cambiar radicalmente las cosas.

Por ello debemos estar ojo avizor si no queremos que nos domine, atentos por si el oscuro pasajero aparece. Identificarlo es sencillo. Siempre reacciona de manera agresiva. El ‘tirano’ siempre hace que nos justifiquemos por todo. Ejemplo:

—¿Tres horas libres al medio día no son suficientes para ir al gimnasio?
—Pues claro que no —Aquí el matiz de la voz de la persona tiranizada ha cambiado, está a la defensiva—. Primero llega al gimnasio, cámbiate, sube a la sala de máquinas, haz media hora de bici, luego baja y cámbiate, ponte el bañador, ve a la piscina, sal de ella, cámbiate otra vez… imposible, al medio día no puedo ir al gimnasio, no me da tiempo.
—¿Y qué pasaría si hicieses las cosas de otra manera? —Esta pregunta abierta le llevará a reflexionar y a buscar otras alternativas.
—No lo sé, quizás podría variar algo.
—¿Entonces podrías ir al gimnasio tres veces por semana? —Al insistirle activarás al ‘tirano’ de nuevo.
—Hombre, tres veces no lo sé. Ir tres veces implica muchas cosas. Tendría que dejar a mis hijos a comer en el comedor y ahora mismo no estoy parar asumir ese gasto. Es que no es tan fácil.
Reconoceremos al ‘tirano’ cuando el tiranizado adopte una postura exagerada frente a un problema nimio como en el ejemplo que acabamos de ver. Su actitud será tensa, a la defensiva, acelerada para pasar rápidamente a otro asunto y se auto-justificará para convencerse de que la situación es así y no puede ser de otro modo.

Así pues, es responsabilidad de uno mismo identificar y lidiar con el ‘tirano’ cada vez que aparezca para que nuestras opciones en la vida no se limiten. Cuando este ‘ser’ entre en escena hay que prestar especial atención a su discurso, obviamente si tu observas desde fuera te será mucho más sencillo que si tú eres quién está tiranizado. Observar cómo pronuncia determinadas palabras, cuáles son las partes en las que hace más hincapié y con qué se muestra especialmente insistente. Por sistema, el ‘tirano’, nos hace mentir como mecanismo de auto-defensa. Ejemplo:

—¿Crees que ir al gimnasio tres veces por semana es muy importante para que llegues a cumplir el objetivo que te has marcado de perder peso y ponerte en forma?

—A ver, sí que es importante, pero tampoco tanto. A parte de ir al gimnasio hay otras cosas que también influyen en que me engorde… —Aquí el ‘tirano’ por tal de defenderte hace que le quites hierro a la pregunta y que automáticamente desvíes la atención hacia otro asunto. Además, el tirano siempre dice lo contrario a lo que quiere:

—Dices que para poder ir tres veces por semana al gimnasio para cumplir tu objetivo implica tener que dejar a los niños en el comedor de la escuela, luego entonces ¿tus hijos de algún modo son una traba para conseguir todo aquello que te propones?

POSIBILIDAD 1: —Dicho así suena exagerado, pero es cierto que mis hijos en alguna ocasión me limitan. (La respuesta es natural y relajada, se nota que no ocultas nada y que estás diciendo la verdad).

POSIBILIDAD 2: —¡No! Para nada, ¿cómo van a ser una traba? Son mis hijos, sabía lo que implicaba tenerlos. (Desde el inicio de la respuesta notas que te tensas y rápidamente respondes que no; ni si quiera te tomas un momento para reflexionarlo. Además, dices que NO cuando claramente es SÍ y finalmente dices: «Sabía lo que implicaba tenerlos», como un reproche.

El ‘tirano’ es un hueso duro de roer, de eso no cabe duda. Por ello necesitaremos todo tipo de herramientas para detectarlo y así neutralizarlo para poder avanzar.

Una buena manera de hacerle salir es hablando, preguntándole relajadamente, dándole confianza para que baje la guardia. A parte, una de las herramientas más poderosas que nos ha dado el coaching es el uso de la pregunta y la otra, directamente extraída de la PNL, es el metamodelo; ambas perfectas maneras de detectar ese ‘tirano’ interior. Anexas a ellas también nos serán de ayuda el uso del lenguaje y el modelo de Milton Erickson.

En resumidas cuentas, el ‘tirano’ es un guardaespaldas incompetente que nos aleja de todo aquello que queremos o deseamos alegando que es peligroso para nosotros, que implica salir de la zona de confort y que eso puede ser exponernos sobre manera.

El primer paso para deshacerse de esa parte de nosotros que nos limita es ser conscientes de que existe, a través de este artículo creo que ahora sabrás que en alguna ocasión has sido prisionero de algún tipo de actitud similar a las que te he ejemplificado.

Bien, ahora sólo te queda trabajar día a día y reconocerlo cada vez que aparezca. Si estás atento y logras modificar todo ese tipo de conductas que no te aportan nada verás que todo cambia y que la vida te sonríe. ¡Ánimo que tú puedes!


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.