Evita que tu pasado inconsciente domine tu futuro

El inconsciente es una enorme fuente de energía creadora. Pero, por el otro, puede determinar oscuramente nuestra vida. ¿Qué hacer para remediarlo?
Evita que tu pasado inconsciente domine tu futuro
Bernardo Peña Herrera

Escrito y verificado por el psicólogo Bernardo Peña Herrera.

Última actualización: 25 abril, 2020

Hace mas de 100 años, cuando Sigmund Freud comenzó a hablar del inconsciente, el ser humano emprendió un camino de investigación para adentrarse en el conocimiento de esa parte desconocida de nuestra psique. No se lo puede ver ni tocar.

Hay varias técnicas para estudiarlo: las asociaciones, los lapsus, el análisis de sueños… Generalmente, cuando tenemos noticias de él, es para tomar consciencia de detalles, hechos o eventos que, en muchas ocasiones, desconocíamos.

Otro psicoanalista, C.G. Jung, decía: “Hasta que no hagas consciente a tu inconsciente, va a dirigir tu vida y lo llamarás destino.”

Y es así que hemos ido aprendiendo que el inconsciente tiene un gran peso en el devenir de nuestras vidas. Hasta que no hagamos consciente lo inconsciente, no tendremos las riendas de nuestra vida.

El inconsciente y sus características

Aún es una incógnita el lugar exacto en donde se alberga en nuestro cerebro. Psicólogos, psiquiatras y neurólogos continúan la búsqueda activa de esta super-estructura de la psique. Lo más que hemos podido hallar son “destellos” de la misma. Pequeños fragmentos en el sistema límbico y otras estructuras.

Sin embargo, gracias al inconsciente, podemos almacenar gran cantidad de información y recuerdos que considerábamos perdidos. También nos permite hacer varias tareas al mismo tiempo, como conducir y elaborar la lista de la compra, caminar y hablar al mismo tiempo, etc.

El inconsciente puede jugarnos malas pasadas

Pese a todo lo expuesto anteriormente, muchas veces, cuando la gente se encuentra con resultados desagradables en la vida producto de las acciones de ellos mismos. Una escusa muy recurrente es justamente recurrir al inconsciente: “es que lo hice inconscientemente”, “le salió del inconsciente”, “que queréis que haga? Es inconsciente!” etc. Claro… cada uno parece ser la victima de su propio e incontrolable inconsciente,  cargando la culpa a esta estructura de la psique.

Gracias a esta actitud, uno se desliga de la responsabilidad  y sus consecuencias negativas. “No fui yo, fue el inconsciente”. Se entiende que el inconsciente medie en ciertas situaciones e incluso problemas psicológicos. No obstante, no se debe recurrir al mismo siempre que se quiere eludir una responsabilidad o una consecuencia negativa.

El pasado no iguala al futuro

Es verdad que el inconsciente ocupa la mayor parte de nuestra vida psíquica. De igual manera, podemos vernos condicionados por un pasado que cultivó los programas mentales del presente. En cierta medida, está claro que nuestras experiencias pasadas nos condicionan. Sin embargo, no es cierto que el pasado nos condicione hasta tal punto que nos impida sobreponernos al trauma gracias a nuestra fuerza de voluntad.

La decisión de crear un futuro diferente de los condicionamientos del inconsciente es de cada uno. Este no está para darnos una coartada y así excusarnos de intentar planificar o cambiar nuestro porvenir. O para decirnos qué podemos o qué no podemos hacer

Por lo tanto, poner al inconsciente como pretexto para no cambiar es darse por vencido o renunciar a cualquier desafío que implique el sueño de superación personal. Y esta superación no es nada más ni nada menos que dejar nuestro condicionamiento pasado atrás para atrapar al futuro que se quiere crear.

En resumen, el inconsciente puede ser hecho consciente. Comprendido y aceptado. Tal vez incluso utilizado como una fuente de potencial de energía creadora. Eso ya está demostrado científicamente, porque el cerebro es un órgano en constante cambio.

Pero esas modificaciones deben ser por medio de la voluntad de vivir y vencer. No hay nada ni nadie que nos pueda ayudar en esta tarea. Es decir, nos pueden guiar, pero al final el paso solo podremos darlo nosotros.


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