La autolesión o el deseo de hacerse daño

Las autolesiones esconden una dificultad para afrontar situaciones desafiantes y procesar los estados emocionales. En estos casos, la intervención profesional se vuelve necesaria para evitar poner en riegos la propia vida.
La autolesión o el deseo de hacerse daño
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 06 agosto, 2023

La autolesión es una forma de hacer frente a los problemas, intentando expresar sentimientos que no se logran explicar con palabras. Al mismo tiempo se pretende liberar el dolor emocional. Pero para la persona que se autolesiona los sentimientos dolorosos siempre vuelven. Siente la necesidad de hacerse daño de nuevo, por ello es necesario buscar otras formas de sentirse mejor sin lesionarse.

Se trata de un comportamiento, una válvula de escape, para expresarse y sentirse mejor. Las lesiones personales son la única manera de hacer frente a sentimientos como la tristeza, odio, culpa o ira. Sin embargo, ese pequeño alivio no dura mucho tiempo. Además, el secreto y la culpa provocados por la autolesión afecta a sus relaciones familiares y personales.

Walsh (2006), define la autolesión como “lesiones auto-realizadas, de baja letalidad o poco daño corporal intencional, de carácter socialmente inaceptable, llevada a cabo para reducir la angustia psicológica.

Diferentes tipos de autolesiones

El impulso de dañarse intencionalmente a sí mismo puede llevarse a cabo de diversas maneras, algunas de las más comunes son:

  • Quemarse, cortarse o arañarse la piel
  • Arrancarse el pelo
  • Darse golpes en la cabeza o en cualquier parte del cuerpo
  • Perforarse o insertar objetos debajo de la piel
  • Evitar que las heridas sanen
  • Ingerir sustancias tóxicas 
  • Realizar conductas de alto riesgo o que implique un daño al organismo, tales como: beber en exceso, conducir de forma imprudente, o tomar cualquier medicamento sin precauciones.
  • Grabarse palabras o símbolos en la piel

“La fuerza no consiste en ganar. La fuerza consiste en elegir las dificultades y decidir no rendirte”.

-Anónimo-

Mujer deprimida sufriendo autolesión

Categorías de comportamientos de autolesión

Según Simeon y Favazza, existen diferentes categorías de comportamientos autolesivos:

  1. Estereotipados. Pueden variar de lesiones leves a graves. Suelen estar impulsados por fuerzas repetitivas. Suelen ser rítmicos y carentes de contenido.
  2. Mayores. Implican sufrimiento y una patología psicológica severa. Pueden llegar a la amputación o castración.
  3. Compulsivos. Repetitivos, ritualistas. Se repiten varias veces al día.
  4. Impulsivos. Tensión antes de actuar y alivio después de hacerlo. No hay intención de suicidio. Existe preocupación y ansiedad por dañarse a sí mismo. Es impulsivo y difícil de resistir.

Posibles causas de las autolesiones

Existen diversas razones por las cuales una persona se autolesiona. Pero, por lo general, se esconde una dificultad para afrontar situaciones desafiantes y procesar los estados emocionales. En este caso, la persona se autoagrede para:

  • Poder sentir algo, pues experimenta una sensación de vacío o indiferencia en su interior.
  • Mostrarle a los demás que necesita ayuda.
  • Liberar sentimientos abrumadores, como rabia, soledad, desesperanza, culpa, odio hacia sí mismo, sexualidad confusa, etc.
  • Bloquear recuerdos traumáticos.
  • Sentir que tienen el control.
  • Castigarse a sí mismos.

Situaciones desencadenantes

Por su parte, es pertinente mencionar que el riesgo de autolesión lo poseen las personas de todas las edades; y su inicio es bastante común en la adolescencia o comienzo de la adultez. Sin embargo, la conducta autolesiva suele ser más común en personas que:

  • Padecen algún trastorno mental, como: depresión, trastornos alimenticios, trastorno de estrés postraumático y ciertos trastornos de la personalidad.
  • Fueron abusadas o atravesaron una experiencia traumática durante la niñez.
  • Son adictos a las drogas o el alcohol.
  • Tienen baja autoestima.
  • Se relacionan con otras personas que se autolesionan.
  • Tienen problemas de vida, como haber crecido en una familia inestable, haber experimentado algún evento traumático, tener problemas de identidad sexual (especialmente los jóvenes), estar socialmente aislado, etc.

Posibles señales de la existencia de autolesiones

Las señales de advertencia de que un familiar o amigo se autolesiona pueden ser las siguientes:

  • Heridas inexplicables, golpes o quemaduras, generalmente en las muñecas, pecho, brazos y muslos. Manchas de sangre en la ropa o en la cama.
  • Encontrar entre sus pertenencias navajas, agujas, cristales, y objetos punzantes o cortantes.
  • Sufrir accidentes frecuentes, poniendo la excusa de que son torpes o sufre muchos contratiempos.
  • Usar camisas de manga larga o pantalones largos incluso haciendo calor.
  • Suelen tratarse de personas que les gusta estar solos mucho tiempo encerrados en el cuarto de baño o en el dormitorio, y personas que sufren de aislamiento e irritabilidad.

¿Qué produce la autolesión a nivel inmediato?

A pesar de no ser una conducta adecuada, el que la lleva a cabo puede sentir diferentes sensaciones:

  • Sentirse vivo.
  • Liberar endorfinas.
  • Reducir el estrés.
  • Sensación de relajación.
  • Sueño.
  • Aclara la mente.

“Un héroe es un hombre normal y corriente que encuentra fuerza para perseverar y sobrevivir a los obstáculos que se interponen en su camino”.

-Christopher Reeve-

Aunque parezca que esta conducta puede traer consigo algo positivo a nivel inmediato, hay que añadir que bajo ningún concepto debe tomarse como una solución a ningún problema. Existen multitud de técnicas para producir los mismos efectos a corto plazo. Por ejemplo, una intensa sesión de deporte.

Cómo actuar ante las autolesiones

Mujer consultando psicólogo por autolesión

El primer paso de actuación ante las autolesiones es confiar en alguien y hablar sobre lo que está sucediendo. Al principio puede haber miedo a hablar, pero también suele ser un gran alivio el compartir con otro lo que está pasando. Para ello,  la persona debe de concentrarse en sus sentimientos y comunicarse en la forma que le haga sentirse más cómoda.

– El segundo paso es buscar ayuda profesional y no continuar con la conducta de autolesión. En este caso, la asistencia de un terapeuta ayudará a comprender las causas que subyacen a ésta práctica. Para ello, es muy importante saber reconocer los factores desencadenantes de las autolesiones, y para conseguirlo deberá de trabajar su conciencia emocional.

– El tercer paso es encontrar nuevas técnicas de afrontamiento, como por ejemplo, expresar el dolor y las emociones intensas, tranquilizarse, saber desconectar y especialmente buscar técnicas que ayuden a liberar la tensión.

¿Cómo ayudar a alguien que se autolesiona?

Si es el caso de un ser querido, sabemos que su conducta puede hacerte sentirte conmocionado o atemorizado. Sin embrago, es importante no juzgar su conducta e intentar hablar con él o ella para comprender lo que está sucediendo.

Asimismo, es importante sugerirle asistencia terapéutica y ayudarlo en la búsqueda de profesionales de la salud mental.

Si se trata de un niño o adolescente, sugiérele que hable con sus padres, docente u otro adulto de confianza para que lo asesore en su problemática y le ayude a buscar asistencia psicológica.

Si se trata de tu hijo, puedes empezar consultando con un pediatra u otro profesional de atención medica; ellos pueden brindarte una evaluación inicial o derivarte a un profesional de la salud mental. En estos casos, evita gritarle, acusarle o amenazarle por su conducta. Lo que más necesita es comprensión y apoyo para superar su problema.

Tratamiento profesional

La asistencia de un profesional en salud mental es fundamental para superar este tipo de conductas. En este caso, el especialista  ayudará a regular nuestras emociones y reconducir la conducta dañina y desadaptativa.

En estos casos, el especialista en salud mental puede ayudar a la persona proporcionándole:

  • Habilidades para afrontar y resolver problemas.
  • Formas más sanas y adaptativas de relacionarse con los demás.
  • Herramientas para fortalecer el autoestima.
  • Recursos para enfrentar y manejar emociones intensas.

Por su parte, si el problema es severo, la persona puede necesitar un tratamiento intensivo y de emergencia, bien sea en un hospital psiquiátrico o en una institución que ofrezca programas para la salud mental.


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    • Flores M., Cancino M., Figueroa M. (2018). Revisión sistemática sobre conductas autolesivas sin intención suicida en adolescentes. Revista Cubana de Salud Pública, 44(4),200-216.[Consulta 28 de Marzo de 2022]. ISSN: 0864-3466. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=21458870016
    • Simeon, D., & Favazza, A. R. (2001). Self-injurious behaviors: Phenomenology and assessment. In D. Simeon & E. Hollander (Eds.), Self-injurious behaviors: Assessment and treatment (pp. 1–28). American Psychiatric Publishing, Inc..

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