¿Los niños se sienten vacíos o solos como los adultos?

Sentirse vacíos, solos o sin rumbo, dominados por una profunda desgana que deriva en un gran malestar. ¿Es posible que los niños experimenten estos sentimientos? La psicóloga Úrsula Persona nos habla sobre ello.
¿Los niños se sienten vacíos o solos como los adultos?
Úrsula Perona

Escrito y verificado por la psicóloga Úrsula Perona.

Última actualización: 18 mayo, 2020

Sensación de vacío y soledad. Es posible que la reconozcas. En ocasiones, nos sentimos desesperanzados, solos, desasosegados. Y no sabemos identificar exactamente por qué. No encontramos ninguna explicación.

Es una sensación difícil de describir, pero quien la ha experimentado la reconoce fácilmente. Es como si faltara sentido a nuestra vida, como si le faltara un propósito, un fin… Ahora bien, ¿los niños se sienten vacíos también? A continuación lo descubriremos.

El sentimiento de vacío y soledad en los niños

Los niños se sienten vacíos y solos, igual que los adultos y las razones de ello, a veces, son más parecidas de lo que podemos creer.

No sentir afecto por parte de nuestro círculo cercano puede hacer que desarrollemos esa sensación de tener como un agujero en el estómago que no sabemos cómo llenar. A los niños les ocurre lo mismo.

Son muchos los que no perciben el afecto de sus figuras de apego, lo que los lleva a desarrollar un vacío emocional que, en muchos casos, termina por convertirse en un síndrome de carencia afectiva. Se trata de un desajuste psicológico que se produce cuando el niño sufre una privación afectiva y que se expresa con conductas de hostilidad hacia las figuras de apego, sensaciones de dependencia, ansiedad, celos e insatisfacción o necesidad de cariño constante. 

Como padres, nada nos duele más que saber que nuestros hijos se sienten así. Por ello, podemos seguir unos consejos para evitar el vacío emocional de nuestros niños. Para tratar de que se sientan lo más seguros y amados posible.

Cómo evitar que los niños se sientan vacíos y solos

Es cierto que, en ocasiones, por mucho que lo intentemos, es difícil coordinar nuestro horario con el de nuestros hijos. Las obligaciones del día a día, el horario de trabajo, las clases de inglés, el gimnasio, el deporte, los deberes…

A veces, necesitamos una agenda para conciliar nuestra vida y la de nuestros hijos y esta falta de tiempo repercute en la necesidad de cuidar los vínculos y lazos familiares. A continuación, os dejamos unas pequeñas pautas para tomar conciencia de esta realidad y poder evitarla. 

  • Hacerles sentir importantes y demostrarles lo mucho que los queremos. Es esencial que nuestros hijos se sientan queridos e importantes en la familia. Frases como “cuánto te quiero” o “qué bien me sienta que me abraces cuando llego a casa” harán que se sientan una pieza necesaria para nuestro bienestar. Y además, fomentaremos el vínculo afectivo seguro y el sentimiento de pertenencia.
  • Pasar tiempo de calidad juntos. Con atención plena. Móviles apagados. Conversaciones reales, íntimas, trascendentes. Hablarles de la vida, de los sueños, de las metas… compartir con ellos nuestros pensamientos hará que ellos también los compartan con nosotros.
  • Tener detalles no materiales con nuestros hijos. Por mucho trabajo que tengamos, hay cosas muy simples con las que hacer ver a nuestros hijos que los tenemos presentes y en las que no hace falta invertir ni tiempo, ni dinero. Por ejemplo, llamarles cuando vamos de camino a casa, dejarles una nota por la mañana deseándoles un buen día o recogerles antes de las actividades extraescolares para hacer algo inesperado con ellos.

En los niños, el vacío emocional está más relacionado con la falta de vínculos amorosos adecuados y no tanto con encontrar el propósito de su vida o sentirse desorientados hacia el futuro. Aunque esto sea algo que puede llegar.

No obstante, cuando más seguro y más amado se siente un niño, más fácil será que desarrolle una buena autoestima, un sano autoconocimiento y una adecuada sensación de seguridad en sus relaciones, lo que probablemente le convierta en un adulto más resiliente. Y la resiliencia sin duda le ayudará a afrontar de manera más ventajosa los avatares de la vida.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.