Mi reino queda precioso en uno nuestro

Mi reino queda precioso en uno nuestro
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Última actualización: 24 diciembre, 2016

Euforia, noches en vela, días sin descanso, soñar despiertos, correr riesgos estúpidos, decir tonterías, reír demasiado, hablar la noche entera, pasear de madrugada, un tierno abrazo, el sabor de un beso…

¿Reconoces estas sensaciones?

Cuando esto ocurre, el más mínimo gesto de él o ella nos congela el pulso o es capaz de provocarnos un torbellino de rubores y temblores, ajenos al resto del mundo.

Estar enamorado: características

A lo largo del tiempo, miles de canciones, poemas, libros, obras de teatro, mitos y leyendas, nos han llegado durante siglos desde Europa, Oriente Próximo, Japón, China, India y todas las sociedades, donde se describe sobre ese estado transitorio conocido como enamoramiento. Pero, ¿qué sucede realmente cuando nos enamoramos?

El enamoramiento es una sensación o estado en el que algunas personas se encuentran gran parte del tiempo, en el que otros se han encontrado durante cierto tiempo y otros nunca o aún no lo han vivido, pero que en aquellos en los que lo han experimentado presenta una serie de características comunes.

Según la antropóloga Helen Fisher, que ha estudiado el amor romántico durante más de 30 años, el primer aspecto significativo de estar enamorado es su comienzo, el momento en el que la otra persona adquiere un “significado especial”.

A partir de este momento, el enamoramiento se desarrolla de un modo característico, empezando por la “invasión de ideas”, con pensamientos constantes sobre la persona amada. Recordamos su sonrisa, algo que nos dijo, un momento especial… y lo atesoramos. Emily Dickinson llamaba a este mundo privado “el reino de ti”.

Poco a poco, la persona enamorada centra toda su atención en el amado con frecuencia, en detrimento de cualquier otra cosa o persona que le rodee, incluyendo el trabajo, la familia y los amigos.

Inmerso en este encaprichamiento, se concentra en todos los hechos, canciones y pequeñas cosas que ha asociado con su amado. El momento en el que le abrazó y ligeramente comenzaron a bailar un tango, la noche en que le preparó aquella cena tan especial a la luz de las velas, cuando se detuvo a enseñarle un nuevo brote de la primavera o las vistas tan bonitas de aquel atardecer agarrados de la mano.

Una intensa sensación de ternura probablemente invade a una gran cantidad de amantes cuando piensan en sus momentos pasados.

Otra de las principales características del estar enamorado es el pensamiento intrusivo, esa meditación obsesiva sobre la persona amada. Un poema de Fernando Pessoa lo describe muy bien:

Amar es pensar.

Y yo casi me olvido de sentir sólo pensando en ella.

No sé bien lo que quiero, incluso de ella, y no

pienso más que en ella.

Tengo una distracción animada.

Cuando deseo encontrarla,

casi prefiero no encontrarla,

para no tener que dejarla luego.

No sé bien lo que quiero, ni siquiera saber lo que

quiero. Quiero tan solo

pensar en ella.

Nada le pido a nadie, ni a ella, sino pensar.”

Incluso, se engrandece a la persona amada, magnificando pequeños detalles. Idealizando. Aunque si se les insiste, casi todos los amantes pueden señalar algunas cosas que no les gustan de su amor; no dándoles importancia o convenciéndose a sí mismos de que son defectos únicos y encantadores. Es la vida vista del color de rosas.

 También pueden producirse cambio de prioridades, mayor desarrollo de la empatía por el otro, ilusiones y esperanzas, el deseo de exclusividad sexual, aumento de la pasión, etc.

Pero una de las características más familiares del estar enamorado es el torrente de intensas emociones que corre por la mente, acompañado de una tremenda energía. Experimentando los amantes cambios de humor que van desde el éxtasis más profundo a la desesperación incesante, según si son o no cubiertos por atenciones procedentes de su amado.

 El anhelo de unión emocional, ese ansia por fundirse con la persona amada también está presente en toda la literatura universal. Por otro lado, en el enamoramiento se segregan altos niveles de dopamina, norepinefrina y noradrenalina. De hecho, un equipo de neurólogos concluyó recientemente que éstas y otras muchas características son frecuentes entre personas enamoradas, pero no olvidemos que cada relación tiene su propio sello individual, en el que destacarán más algunas características que otras.

Y tú, ¿cómo vives el estar enamorado?


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.