No hay edad para el éxito

No hay edad para el éxito
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por Yamila Papa

Última actualización: 14 septiembre, 2019

Si bien es verdad que cuando tenemos cierta edad contamos con más energías o fuerzas para emprender o tener un negocio, nunca es tarde para ser “nuestro propio jefe”. Muchas personas que se habían jubilado o retirado, por ejemplo, se dieron cuenta de que era su momento para alcanzar el éxito postergado durante toda una vida.

¿Qué es lo que hace diferente a una persona mayor de una joven? Más allá de los años que ha cumplido, algo más que importante: la experiencia. La sabiduría y los conocimientos que ha acumulado a lo largo de su vida le permitirá salir adelante y ser exitoso.

Esto podría ser algo obvio, pero para algunos, convertirse en millonario, tener una empresa que le vaya bien o dejar de trabajar en relación de dependencia, parecen ser cosas que sólo están permitidas en los menores de 40 años. ¡Nada más alejado de la realidad!

Las grandes ideas pueden aparecer en cualquier momento de la vida. Esto se ha demostrado en personalidades importantes de la historia, sobre todo en el mundo de los negocios.

Cuando has pasado varias décadas trabajando, es más sencillo que se te ocurran proyectos para hacer. Es vital no dejar que estas propuestas que aparecen en la mente en cierto momento del día, se esfumen. Por el contrario, es preciso anotarlas y luego tratar de ponerlas en práctica. ¡Te sorprendería saber cuántas personas han triunfado pasados los 50, 60 o hasta 70 años por no desechar ninguna idea!

Cuatro personajes que conocieron el éxito “tardío”

 

Para que puedas comprender que ser exitoso no es algo para los “jovencitos”, conoce las historias de estos cuatro emprendedores que en su madurez se convirtieron en grandes empresarios y emprendedores:

-Leo Goodwin: Mientras trabajaba como contador en 1930, se dio cuenta de que los seguros de coches precisaban un cambio y que las compañías no lidiaban directamente con los clientes. Si modificaban este aspecto, podían ahorrarse mucho dinero en corredores.

A los 50 años, en 1936, fundó la firma GEICO en la ciudad de Washington, junto a su esposa Lilian. Al finalizar ese año, sólo tenía 12 empleados y 700 pólizas. Pero no se dejó amedrentar y continuó avanzando y mejorando. Para 1948, la empresa contaba con ganancias por más de 7 billones de dólares.

-Harland David Sanders: En su juventud nunca pensó en convertirse en un hombre de negocios. Tuvo que ayudar a su familia desde temprana edad (su padre falleció cuando él era muy pequeño) y fue despedido de varios empleos.

En 1929, abrió una pequeña gasolinera donde ofrecía una deliciosa receta con pollo. Ese establecimiento se prendió fuego, pero más allá de deprimirse, Harland construyó un motel y un restaurante en ese mismo sitio. En 1940 pudo patentar su pollo frito. A los 62 años, en 1952, el Coronel Sanders, comenzó a franquiciar lo que se convertiría en una cadena muy popular en Estados Unidos y el mundo: Kentucky Fried Chicken.

-Robert Noyce: Tras obtener su doctorado en física, empezó a trabajar como ingeniero de investigación. Junto a otras siete personas en 1957 dejó su empleo y fundó la empresa Fairchild Semiconductor Corporation. Tras una etapa no del todo buena, decidió dar un paso al costado con un colega, Gordon Moore. Ambos fundaron Intel.

Noyce tenía entonces 41 años y se lo conocía en la firma por tratar a los empleados como a su familia, así como también por rechazar beneficios por ser SEO y por garantizar un ambiente relajado de trabajo.

Entre sus obras más importantes, se destacan la supervisión de la creación del microprocesador, sin dudas una innovación que cambió para siempre el mundo de la tecnología.

-Reid Hoffman: Es el creador de la red social para profesionales “Linkedin”.

¿Quieres saber cuántos años tenía cuando fundó la empresa? 35 años. ¿Y cuántos tenía cuando la hizo pública y popular? 43 años. Pero antes de ello, Hoffman tuvo problemas para terminar su carrera en la Universidad de Stanford y creó un sitio de networking llamado Socialnet que no prosperó como deseaba.

Tras leer estos ejemplos de vida, seguro te has dado cuenta que cumplir años no es sinónimo de no tener buenas ideas.

¡Deja a tu mente que cree, imagine, proyecte y emprenda, sin importar la edad que tengas! Hasta puedes tomar a estos personajes como ejemplos y guiarte con sus experiencias.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.