Pedir perdón es más fácil de lo que crees

¿Cuál es la mejor manera de pedir perdón? Si debes disculparte con alguien, sigue estos consejos para hacerlo de manera sincera y efectiva.
Pedir perdón es más fácil de lo que crees
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por Yamila Papa

Última actualización: 03 junio, 2015

“La espiral de la violencia sólo la frena el milagro del perdón”

(Juan Pablo II)

El acto de perdonar es uno de los más bonitos que existen, pero también, de los más difíciles de poner en práctica. ¿Por qué nos cuesta tanto pedir perdón? ¿Qué impedimento tan grande tenemos para decir “lo lamento”?

En muchos casos puede deberse a que no estamos arrepentidos de lo ocurrido o bien que somos demasiado orgullosos como para bajar la cabeza y decir “lo siento”. Imagina lo que ocurre cuando se suman ambas variables, ¡Imposible pedir perdón!

La idea no es que digamos palabras sin sentirlas, tampoco ser deshonestos con el otro, haciéndole creer que realmente sentimos algo que no es verdad. Pero también has de saber que con el hecho de disculparnos, estamos sanando a otra persona, a quien tenemos en frente, al que hemos hecho sufrir o lastimado.

Entonces, ¿cómo hallar el término medio entre pedir perdón por convicción y por “compromiso”?

Pensando bien en lo que ha ocurrido, para comenzar. Claro, porque quizás en el momento creas que tu tienes razón y que nada fue a propósito, pero te has equivocado. También puede ser que tenías otros planes y no han salido bien. En todo caso, antes de dar un veredicto o sentencia, siempre es bueno analizar la situación.

Repasa lo más detalladamente posible el hecho y averigua en qué estuviste mal, en qué te has equivocado y cómo se siente la otra persona por esto. Si te pones en los zapatos del que tienes delante, puede que te sea más simple pedir perdón. Si no quieres que sufra o esté triste, también.

pedir perdón

Una vez que te hayas dado cuenta de que has cometido un error, no vale quedarse de brazos cruzados sin hacer nada. Un buen ejercicio consiste en ir pasando pruebas o peldaños hasta llegar a decir, con sinceridad un “lo siento” (pero de corazón, no falso):

Paso 1: Acércate ofreciendo algo. Una ofrenda o presente puede ser una buena manera de pedir perdón sin hablar, o para ir poniendo al otro en situación, “preparando el terreno”, como se dice habitualmente. Si tienes que pedirle disculpas a una mujer, un ramo de flores nunca falla. Si es un hombre, quizás puedas preparar una rica comida. Pero eso dependerá de cada uno. La idea es que le ofrezcas algo simple y que seas recompensado con unos minutos de atención.

Paso 2: Reconoce los daños. No hace falta que des una explicación de tres horas con todas las razones que tuviste o pensaste para cometer tu equivocación. Con que aceptes que lo has hecho es suficiente. Para algunas personas, explicar con lujo de detalles los ayuda a eliminar sus penas, pero presta atención a la reacción del otro. Mientras hablas, muestra tu arrepentimiento sincero.

perdón

Paso 3: Explícate. No quiere decir que pongas todo tipo de excusas de por qué hiciste tal o cual cosa. Vale destacar que siempre tienes que hablar de lo que a tí te pasa, no poner en tela de juicio lo que ha hecho el otro. Por ejemplo, nada de “tú me haces poner nervioso y por eso me equivoco”, “si me lo hubieras dicho todo se habría evitado”. El que está en falta eres tu, no lo olvides.

Paso 4: Promete. Siempre y cuando estés seguro de que no volverá a ocurrir, promételo. Cuando lo hayas hecho, trabaja incansablemente por evitar que suceda una segunda (tercera, cuarta, quinta) vez. De esta manera, la otra persona sabrá que realmente estás arrepentido, que ha valido la pena perdonarte y darte una nueva oportunidad. Haz tu promesa de manera segura, mirando a los ojos y muestra la palma de tus manos en señal de sinceridad.

Paso 5: Pide perdón. Todos los pasos anteriores te llevan a la meta, a esa palabra que nos parece difícil de decir. “Perdón”, “perdóname”, “lo siento mucho”, “lo lamento tanto”…. y todas las variables que se te puedan ocurrir. Si se te hace complicado decirlo, puedes empezar escribiéndolo en una tarjeta, pero luego practícala hasta el cansancio en el espejo o frente a la fotografía de la otra persona, hasta que sea natural expresarlo.

Paso 6 (bonus track): Compensa. Si la falta ha sido demasiado grave, es el momento de hacer todo lo posible para que la otra persona se sienta bien. La compensación ha de ser proporcional al fallo.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.