¿Pueden funcionar las relaciones a distancia?

Las relaciones a distancia son todo un reto, pero pueden salir adelante si se cumplen una serie de parámetros. Te contamos lo que se necesita para que funcionen.
¿Pueden funcionar las relaciones a distancia?
Bernardo Peña Herrera

Escrito y verificado por el psicólogo Bernardo Peña Herrera.

Última actualización: 06 agosto, 2023

Las relaciones a distancia pueden hacerse muy cuesta arriba a muchas parejas. El amor y la distancia son dos conceptos que casi nunca van de la mano. Y es que, cuando se comienza una relación con alguien, siempre tiene que haber una cercanía física, una necesidad de estar con la otra persona, de tocarla, de sentirla y abrazarla.

Sin embargo, si una de las partes tiene que separarse de la otra por motivos laborales o personales, de una forma u otra, la relación está destinada a cambiar, a adaptarse a las nuevas circunstancias. Aquí surge un gran dilema. Continuar con la relación o negarse a este cambio y terminar con ella.

Los problemas de las relaciones a distancia

Es un hecho que las relaciones a distancia comportan una serie de dificultades que el resto de las parejas no tienen que afrontar. Entre las más importantes se encuentran las siguientes:

  • Ausencia de contacto físico e imposibilidad de tocar y sentir a la pareja.
  • Dificultades para comunicarse, tanto por motivos horarios (especialmente si la distancia entre ambos es muy grande) como por los posibles malentendidos que pueden surgir al no poder verse cara a cara.
  • Incertidumbre respecto a si es una buena decisión continuar con la relación en la distancia. Pensar en el propio bienestar y en el de la otra persona, en el futuro, en el sufrimiento que se puede estar viviendo… Todas estas cuestiones pueden llevar a plantear el fin de la relación en más de una ocasión.
  • Celos e inseguridad, temor por lo que la pareja puede estar haciendo en el lugar donde vive, por la posibilidad de que conozca a otras personas que sí puedan ofrecerle cercanía física y compañía.
  • Sensación de soledad. Al fin y al cabo, en una relación a distancia tu pareja no puede acompañarte a ningún tipo de evento ni compartir contigo el día a día. En muchas circunstancias, su ausencia despierta la sensación de que estás solo.

¿Las relaciones a distancia pueden funcionar según la psicología?

Hay quienes afirman categóricamente que una relación a distancia está abocada al fracaso, a la infidelidad y al sufrimiento. Sin embargo, se ha demostrado que este tipo de vínculos no solo pueden funcionar, sino que pueden incluso ser de mejor calidad, al menos en determinados aspectos.

Por ejemplo, la intimidad que se crea entre las parejas a distancia puede ser mayor, ya que se ven obligadas a comunicarse con profundidad y a hacer autorrevelaciones con mayor frecuencia. Ahora bien, el éxito del vínculo dependerá de diferentes factores:

  • El tiempo de separación. Ya que no es lo mismo separarse un par de meses, que algunos años o incluso de forma indefinida.
  • La distancia entre los miembros de la pareja. Y es que en algunos casos un viaje de un par de horas es suficiente para poder reencontrarse, mientras en otros casos hay un océano de por medio.
  • La etapa en la que se encuentra la relación. No es lo mismo un vínculo que acaba de comenzar, en el que el compromiso aún es débil y la necesidad de estar físicamente con el otro es intensa, que uno consolidado con los años y que ya contaba con un proyecto en común antes de la separación.
  • La madurez de ambos juega un papel fundamental, pues se requiere empatía, estabilidad emocional y mucha claridad para sacar adelante una relación de este tipo.

¿Cómo saber si una relación a distancia está funcionando?

En estos casos, es bastante común que la distancia nos confunda. La añoranza y la frustración por no estar al lado de nuestra pareja pueden apoderarse de nosotros y hacernos dudar de la calidad de la relación ¿realmente está funcionando o debemos dar todo por perdido?

Para responder esta inquietud, podemos basarnos en las siguientes señales que nos indican que la relación a distancia va por buen camino:

  • Confías en tu pareja. Estás seguro de que, aunque tu pareja esté lejos, sabrá respetar los acuerdos (explícitos o no) que definen la relación. Por ejemplo, confiarás en que no cometerá alguna infidelidad, que será sincero contigo, que te quiere, etc.
  • Te sientes querido. Tu pareja te hace sentir que te quiere y que te apoya, a pesar de la distancia.
  • Tiene proyectos en común. Ambos proyectan un futuro juntos, tienen planes de vida en conjunto y están trabajando para alcanzarlos.
  • Se comunican constantemente. La buena comunicación es un pilar fundamental en todas las relaciones de pareja, especialmente las que se llevan a distancia. Si este aspecto falla, la relación también.
  • Respetas los acuerdos. Así como confías en que tu pareja respetará los acuerdos de pareja, tú también lo haces.

¿Cómo hacer que una relación a distancia funcione?

¿Y tú? ¿Crees que las relaciones a distancia son complicadas? ¿Acabas de perder a tu pareja por un largo tiempo pero aún piensas que podéis luchar por vuestro amor? Pues perfecto. Aquí te dejo algunos consejos que te ayudarán a mantener más viva tu relación a pesar de la distancia.

La vuelta de una de las partes es necesaria

Pareja teniendo un reencuentro

A veces sucede que uno de los miembros de la pareja se vea obligada a mudarse por motivos profesionales o personales. Sin embargo, la partida tiene que tener “fecha de caducidad”. Da igual que sea un mes que un año, pero la pareja tiene que volver a reencontrarse pasado una vez ese tiempo. De esta forma, se puede recuperar la pasión y el tiempo perdido.

Por el contrario, si esa partida es prácticamente definitiva, desgraciadamente la pareja no tendrá mucho futuro. La única forma de retomarla, es que la pareja se junte y empiece una nueva vida en otro lugar. Pero, si ambas partes viven separadas de forma permanente, antes o después la llama del amor se apagará. Aunque esto no tenga por qué ser así, al menos es lo que ocurre en una mayoría de casos.

Por otro lado, es necesario establecer un plan de visitas siempre que sea posible. Una organización en la que ambos miembros de la pareja puedan verse y reencontrarse (aunque sea por cortos periodos) antes del regreso final. Es preferible que estas visitas sean frecuentes y no se produzcan cada demasiado tiempo.

Relaciones a distancia: No te dejes llevar por la tristeza o el abandono

Si habéis tomado la decisión de seguir con la relación a pesar de la distancia, no queda otra que aceptar la situación. Así que, cuando os separéis, intenta en la medida de lo posible dedicarte tiempo a ti mismo y socializar con otras personas aparte de tu pareja. En definitiva, tener más tiempo para aquellos hobbies que, por una razón u otra, no podías hacer con tu novio/a.

De esta manera, no te convertirás en una persona emocionalmente dependiente, y cuando él/ella vuelva, podrás disfrutar del reencuentro de una forma más sana e intensa. Ante todo, hay que tener paciencia con las relaciones a distancia y saber amoldarte a la nueva situación lo antes posible.

Si no te ocupas de ti mismo durante este tiempo, es probable que termines culpando a tu pareja por tu insatisfacción e infelicidad. Esto solo generará conflictos entre vosotros y puede terminar desembocando en una ruptura. Por esto, hazte cargo de ti.

Mujer leyendo libro en su habitación

Cuando tenemos pareja, a veces, nos olvidamos de nosotros mismos. Dejamos a nuestros amigos de lado, abandonamos nuestros hobbies. Las relaciones a distancia son una excelente oportunidad para recuperar todo esto.

A pesar de la distancia tiene que haber comunicación

La separación en sí no significa que dejéis de hablaros completamente. En las relaciones a distancia es normal que haya menos contacto. Por esta razón, es muy importante que, en la medida de lo posible, se siga una cierta rutina a la hora de comunicarse (al final del día por ejemplo) para contarse las pequeñas o grandes cosas acaecidas durante el día. De esta forma se consigue que la relación no se enfríe y caiga en el olvido.

Así mismo, también es necesario contarse todo lo que moleste relacionado con la pareja. Y es que, la distancia puede provocar que el mínimo problema se convierta en la chispa que finalmente acabe con la relación. Con el auge de Internet, las redes sociales y las videoconferencias es mucho más fácil mantener el contacto con esa persona que tanto queremos.

Hombre mirando el móvil sonriendo

Las relaciones a distancia pueden permitirle a dos personas madurar y crecer, para así cuando se reencuentren tengan una relación más equilibrada, sana y fuerte

Un estudio publicado en Journal of Communication y efectuado por investigadores de la Universidad de Hong Kong (China) y de Cornell (EEUU) puede ayudarnos a adoptar esta actitud positiva. Según sus conclusiones, las relaciones a distancia pueden llegar a ser más exitosas que las convencionales.

Se basan en que echar de menos al otro, hace que aumente nuestra pasión por él o ella, y favorece igualmente esa “idealización íntima” del otro, incluso cuando se mantienen menos interacciones diarias. Los investigadores dan gran importancia a las nuevas tecnologías, ya que las consideran fundamentales como medio de comunicación que permita mantener la sensación de cercanía y el éxito de la relación.

La confianza es fundamental

Cuando no es posible ver a la pareja regularmente ni formar parte de su día a día es imprescindible que exista una buena confianza entre ambos. Muchas personas que mantienen una relación a distancia comienzan a experimentar celos, a increpar a su pareja e incluso a pedirle que limite su vida social por miedo a un engaño. Y esto es sumamente dañino.

La responsabilidad afectiva ayuda a que funcionen las relaciones a distancia

Igual que no es positivo desconfiar a la pareja o limitarla para que pase todo su tiempo en videollamada con nosotros, tampoco podemos desentendernos de ella. La distancia física no nos da derecho a olvidar que mantenemos un vínculo sentimental con alguien y que, por ende, tenemos una responsabilidad al respecto.

Igual que disfrutamos del amor y los buenos momentos, hemos de estar disponibles para escuchar los miedos y preocupaciones de la pareja, aportar consuelo y tranquilidad y, en definitiva, cuidar de sus emociones.

Nuevas formas de amar

En una relación a distancia no podemos compartir besos, abrazos o caricias, no podemos tener intimidad sexual. Sin embargo, esto no debe impedirnos demostrar el afecto que sentimos por nuestra pareja.

Como hemos comentado, internet y las redes sociales nos ofrecen numerosas posibilidades al respecto: una videollamada puede hacernos sentir más cercanos, el sexting puede resultar divertido e incluso enviar un paquete por sorpresa al domicilio de la pareja puede ayudarnos a demostrar ese amor. Se trata, entonces, de ser creativos para mantener la ilusión viva.

Como conclusión, intenta ver siempre el lado positivo de esta nueva situación. Y es que, ¿quién sabe? Quizás la distancia y el respectivo encuentro, provoque después que se afiance mucho más la relación. ¿Creéis esto posible?


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  • Sahlstein, E. M. (2004). Relating at a distance: Negotiating being together and being apart in long-distance relationships. Journal of Social and Personal Relationships21(5), 689-710.

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