¿Conoces es el síndrome de Stendhal?

¿Conoces es el síndrome de Stendhal?
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Escrito por Yamila Papa

Última actualización: 06 agosto, 2023

Imaginemos por un instante esta situación: decides ir de vacaciones a un sitio en el que nunca has estado antes, puede ser una gran ciudad o un lugar rodeado de naturaleza. Cuando bajas del avión o desciendes del coche y admiras lo que tienes en frente, empiezas a sentir que vas a desmayarte, que tu presión está cada vez más baja y que debes apoyarte o sostenerte para no caerte de bruces al piso.

Bueno eso, básicamente eso es el Síndrome de Stendhal, también conocido como Síndrome de Florencia o Síndrome del Viajero. Las sensaciones de felicidad extrema se pueden experimentar ya sea ante una colección de obras de arte en Italia como en las montañas de los Alpes Suizos. Todo depende de cada persona y de las sensaciones que se produzcan en su interior.

¿Dónde surge el Síndrome de Stendhal? Para conocer los orígenes, debemos remontarnos casi dos siglos atrás, a Francia. Allí, Henri Marie Beyle, un escritor conocido bajo el pseudónimo de “Stendhal”, decidió hacer un viaje a la ciudad italiana de Florencia, un lugar extremamente bello y rico en expresiones artísticas.

Cuando visitó la Basílica de la Santa Cruz comenzó a experimentar una sensación que hasta ese momento no había atravesado. Según las palabras del viajero: “Había llegado a ese grado de emoción en el que se tropiezan las sensaciones celestes dadas por las Bellas Artes y los sentimientos apasionados. Saliendo de Santa Croce, me latía el corazón, la vida estaba agotada en mí, andaba con miedo a caerme“.

¿Has tenido esa sensación alguna vez en la vida? Puede ser, como dijimos antes, con una obra de arte o una expresión de la naturaleza. Mareos, desvanecimientos, taquicardias, ganas de llorar de la emoción, vértigo… todo ello al mismo tiempo es el Síndrome de Stendhal. Si bien la ciencia indicó que sólo es posible experimentarlo en la ciudad de Florencia, lo cierto es que los viajeros han afirmado que lo sintieron en otros sitios, tanto en una urbe o en un lugar natural.

Es verdad que hay algunas expresiones artísticas que despiertan muchas emociones, como es el caso de la Gioconda en el Louvre o la Piedad en el Vaticano, pero también hay personas que sienten algo indescriptible ante una belleza natural, como pueden ser las cataratas del Niágara o los fiordos en Noruega. Todo depende de lo que cada uno considere como “bello” o majestuoso.

O quizás tiene que ver con la pasión que nos caracteriza o algo que realmente nos encanta. Si tu sueño es conocer el Golden Gate de San Francisco o las Pirámides de Niza en Egipto, es probable que al estar frente a estas obras arquitectónicas tu felicidad sea tal que empieces a llorar, saltar de la emoción o pensar que te vas a desmayar.

Y como has podido ver, no es algo nuevo, ya que en 1817, Stendhal fue el primero que habló al respecto. Las posteriores investigaciones dicen que hay casos en todo el mundo, no sólo en Florencia como le ocurrió en su viaje al escritor. Con la mundialización del turismo, la cantidad de obras de arte que se han recuperado, la majestuosidad de ciertos edificios y sobre todo, la magnificencia de la naturaleza en contraposición a la vida en la ciudad, este Síndrome se expresa en todas partes del mundo.

Nadie puede todavía determinar por qué razón ocurren estas sensaciones y hasta algunos indican  que todo está movido por la sugestión. Lo que si es cierto es que debemos dejar a las emociones expresarse en todo su esplendor. Si vas a viajar a un lugar y tienes una gran expectativa al respecto, si el sueño de toda tu vida ha sido visitar un Museo en particular, si has ahorrado durante años para llegar hasta una montaña específica o crees que hallarás durante la estancia a tu lugar favorito en el mundo, es probable que experimentes el Síndrome de Stendhal. No hace falta que recuerdes el nombre de este escritor que vivió dos siglos antes que tú. Sólo tienes que dedicarte a disfrutar y dejar que la felicidad inunde tu viaje.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.