Tres sencillas técnicas de estudio para rendir más

Técnicas de estudio hay muchas, sin embargo, debemos encontrar aquellas que más nos funcionen a nosotros mismos dependiendo de nuestros hábitos de vida, necesidades y particularidades.
Tres sencillas técnicas de estudio para rendir más
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por Valeria Sabater

Última actualización: 05 octubre, 2020

Seguro que en estas fechas, habrán muchos estudiantes que estén ya preparando sus exámenes finales. Ansiedad, nervios, poco tiempo por delante… ¿Cómo puedo organizarme? Las técnicas de estudio son muy importantes para poder hacer esto.

Un dato que parece claro en la sociedad de hoy en día es que estamos obligados a “almacenar una serie de datos y conocimientos teóricos” para obtener una titulación, para escalar niveles y aspirar a un logro personal y profesional determinado. Pero son pocos los currículos académicos donde se incluye el enseñar a los alumnos a estudiar, a saber gestionar su tiempo, e incluso su ansiedad.

En primer lugar, hemos de tener claro que “estudiar” no significa exclusivamente “memorizar”. Las personas tenemos escasa capacidad de retentiva y tendemos a olvidar gran parte de lo que memorizamos.

Solo recordaremos aquello que nos sea significativo, de ahí que sea necesario establecer primero un nivel de comprensión, de manejo de la información, de transformación, con tal de que lo leído se instaure significativamente en nuestro cerebro.

Pero veamos mejor cada uno de los pasos.

Todos hemos sufrido nervios ante una situación de examen, y es común que existan alumnos que no sepan cómo enfrentarse a estas situaciones para poder demostrar con efectividad todos sus conocimientos

1. Organización y planificación del estudio

Alexander Fowlerh, profesor de la University College de Londres, nos señala en un estudio que no todas las técnicas nos sirven a todos por igual. Se trataría ante todo, de hallar esas estrategias que más nos ajusten a cada uno. No obstante, la adecuada planificación del tiempo es clave en todos los casos.

Es necesario por tanto que establezcas un horario. Saber de cuánto tiempo vas a disponer cada día para llevar a cabo tu estudio. Haremos también una escala de valoración de las asignaturas que más nos cuesten, dedicando en especial más tiempo a las difíciles.

chica estudiando exámenes

También, es imprescindible que cada día, establezcas también un tiempo de descanso. Cuando estudiamos viene muy bien hacer algo de deporte, salir a correr por ejemplo. Pero, sobre todo, tienes que ser realista, estableciendo un horario que tú sepas que puedes cumplir.

2. Estrategias para cumplir el horario establecido

Debes comprender que el lugar que has dedicado para efectuar el estudio, debes respetarlo. No dejes que te molesten amigos o familiares, no pongas cosas que te distraigan, deja el teléfono móvil a un lado y en silencio.

  • Lo normal es que establezcas tiempos de 40 minutos.
  • Nuestro nivel de atención suele bajar ya cuando llevamos tres cuartos de hora trabajando, así pues, puedes estructurarte los tiempos de 40 en 40 minutos, dejando 15 minutos de descanso entre medias

¿Y qué hago en esos 15 minutos de descanso? Te preguntarás. Existen tres modos de relajación que te serán muy útiles para recobrar nuevamente un buen nivel de atención.

  • La primera es mirar durante 10 minutos alguna cosa que esté a una distancia de dos o más metros. Hazlo con tranquilidad, respirando suavemente, relajándote…
  • Después, relaja los músculos de tu cabeza, eleva tus cejas unas cinco veces manteniéndolas unos segundos en tensión, luego relájate.
  • La tercera forma de relajación es bien sencilla, basta con respirar honda y profundamente de manera lenta durante dos minutos. Es muy fácil y recobrarás energías de inmediato.

3. El método L.S.E.R.M.

El método LSERM Se trata de un sencillo método que nos va a servir para conseguir un aprendizaje mucho más significativo, alejado de la simple repetición memorística. Es una de las técnicas de estudio que más se utilizan, quizás por los buenos resultados que tiene.

chico-estudiando

L= Lectura

El primer paso para el estudio es realizar la lectura del texto que se debe aprender. Es pues una lectura primero exploratoria, y después, comprensiva. Deberemos entender qué nos dice el texto, y reflexionar un poco sobre lo que nos quiere transmitir.

S = Subrayado

Todo un clásico. Todos lo hacemos, pero ¿lo hacemos bien? Hay quien directamente lo subraya todo, o quien no sabe identificar lo importante del texto. De ahí que sea esencial la lectura previa. Si no sabemos qué subrayar, lo que podemos hacer es plantearnos preguntas.  Ante cada párrafo, piensa en una pregunta y subraya cuál podría ser la respuesta.

El subrayado debe darnos en un simple vistazo, la información verdaderamente importante

E = Esquema

¿Sabías que la memoria recuerda mejor los dibujos que las palabras? Si organizamos la información en un esquema, el recuerdo será mucho más rápido y significativo. El esquema es una técnica perfecta que permite  la representación gráfica del resumen del texto, para que, de un solo vistazo, veamos el contenido y la organización de las ideas del material de estudio.

R = Resumir y repasar

Hay que tenerlo claro, un buen resumen no debe superar el 30 % del total del texto. Deberemos reflejar solo las ideas importantes con tus propias palabras, demostrando que entiendes de lo que hablas.

No parafrasees líneas del texto, exprésalo de modo que el resultado sea enteramente tuyo. Tras esto, repasa. Habla en voz alta, di lo que has entendido, refuerza la información con datos que te puedan faltar

Estudiar en la biblioteca

M = Memorizar

Es el último paso, pero de haber realizado con éxito los anteriores eslabones, debe ser fácil poder recordar todo lo que has trabajado. La finalidad es crear datos significativos. Si empezamos a querer “memorizar” desde el principio en la primera lectura, será un esfuerzo sobrehumano, y al día siguiente, apenas recordaremos mucho.

Lo mejor es memorizar un poco cada día, mira tus esquemas, tus resúmenes, evoca en voz alta, memoriza de forma que lo que introduzcas en tu memoria te sea familiar y útil.

¿Qué te parecen estas técnicas de estudio? Probar cada una de ellas te permitirá saber cuál te funciona, pues cada uno de nosotros estudia y se organiza de una manera diferente. Si has probado alguna de estas técnicas de estudio te animamos a que nos cuentes tu experiencia.

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  • Aldavero, Sonia (2015) Técnicas de estudio eficaces. A. Mestas

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