Sobrevivir a un jefe controlador

Sobrevivir a un jefe controlador
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 23 agosto, 2023

Tener un jefe así puede ser una verdadera pesadilla. Puedes poner tu mejor esfuerzo en una tarea y, aún así, encontrará la forma de descalificar lo que hiciste. Nunca se fija en todos esos aspectos en los que aciertas, sino que siempre está a la caza de algún error, por mínimo que sea.

Trabajar con este tipo de personas puede llegar a ser altamente frustrante. Incluso puedes terminar pensando que en realidad el problema está en ti mismo, que te falta o te sobra algo, porque nunca estás a la altura de sus expectativas. Además, intenta dirigir tu labor de manera minuciosa, al punto que sientes como un niño, con un adulto desconfiado al lado.

Lo malo es que muchas veces no puedes simplemente dejar el trabajo de la noche a la mañana. Para lidiar con este tipo de jefes vas a necesitar algo más que paciencia. Aquí te damos algunos tips para que logres sobrevivir al cerco de un jefe controlador y criticón.

1. Conserva tu autoestima en alto con pequeños logros

Como ya lo sabes, la misión de tu jefe es frustrarte. Como no puedes ser totalmente impermeable a esa actitud, es bueno que tomes algunas medidas para que esto no llegue a afectarte realmente. Una buena idea es hacer pequeñas tareas y otorgarte mérito por ello. Limpia el escritorio, actualiza tu currículum o simplemente adopta una planta y cuídala todos los días. Al final de cada una de estas tareas no olvides decirte: “Bien hecho”.

2. Busca otros espacios en donde sí reconozcan lo que haces

Aprovecha cualquier oportunidad que tengas para involucrarte en clubes deportivos, artísticos o comités en pro de alguna causa.  Es muy probable que en esos nuevos espacios encuentres personas que sí estén dispuestas a reconocer tu verdadero valor.

3. Lleva un diario de tus éxitos

Todos los días, al finalizar la jornada, escribe en una libreta la lista de todo aquello que lograste en tu trabajo. Un informe que terminaste, algún proyecto que pudiste enriquecer; haber llegado a tiempo y cualquier otro acierto que se te ocurra. Si tu jefe no es capaz de ver tus progresos y éxitos, tú sí debes hacerlo.

4. Rodéate de gente que te apoye

Debes aferrarte, más que nunca, a las personas que te quieren de verdad y te apoyan. Tu pareja, tus hijos, tus padres o tus buenos amigos te harán sentirte apreciado y valorado. Esto compensará en parte la persecución sutil o abierta que estás recibiendo en tu trabajo.

5. No intentes cambiar a tu jefe

Las personas controladoras y excesivamente críticas, especialmente si ocupan cargos de dirección o de poder, no cambian fácilmente. Tienden a creer que cualquier reparo de un trabajador es solamente un pretexto para justificar su holgazanería o incompetencia. Lo suyo es pensar lo peor de los demás. Se trata de personas inseguras que ocultan sus temores tratando de minimizar a los otors. Así que muy difícilmente toman conciencia de su situación.

Por eso generalmente no vale la pena confrontarlos, ni tratar de sostener un diálogo adulto con ellos. Lo mejor que puedes hacer es ignorarlos. Si sientes que la situación es inmanejable, por más esfuerzos que haces, no tengas miedo de comenzar a buscar un nuevo empleo.

Imagen cortesía de biblobicles bag


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