Soichiro Honda un ejemplo de éxito y superación

Soichiro Honda un ejemplo de éxito y superación
Ana Couñago Sobral

Escrito y verificado por la psicóloga Ana Couñago Sobral.

Última actualización: 26 marzo, 2020

Las personas que triunfan en la vida, no lo hacen simplemente por suerte, sino que su éxito se debe a que durante años aprenden a crecer ante las adversidades y problemas, afrontando cada fracaso como una oportunidad para mejorar y reinventarse. Un claro ejemplo de esto es el Soichiro Honda, un empresario japonés nacido a principios del siglo XX que pudo mantener y expandir su pequeña empresa por todo el planeta. Tras, en un principio, vivir todo tipo de miserias e incertidumbres, esta compañía logró convertirse en una de las más exitosas y punteras de Japón e incluso del mundo entero.

¿Pero cuáles son las razones de su éxito? ¿Dinero? ¿Fama? ¿Poder? Nada de eso. El único ingrediente que necesitó Soichiro Honda fue esfuerzo y mucho tesón de su parte. En el presente artículo te contamos esta historia que puede inspirar a cualquier emprendedor.

Los primeros pasos de Soichiro Honda

Nacido el 17 de noviembre de 1906, este japonés ya mostró un gran interés por la mecánica desde una temprana edad. Con tan solo 15 años se mudó a la capital de Tokio para trabajar y entender todo lo relacionado con la automovilística en una empresa de la zona. Pasó más de seis años adquiriendo la experiencia necesaria, y a los 22 años decidió montar su propia empresa, pero esta rápidamente resultó ser un fracaso. Tras lo cual, el joven Soichiro vio la necesidad de formarse aún más antes de volver a probar suerte en el mundo comercial. Por ello, se fue a la universidad y cuando la terminó volvió a abrir su pequeña compañía.

Sin embargo, la fortuna no estaba de lado de este japonés. Con los bombardeos de EEUU a la ciudad de Tokio en plena II Guerra Mundial, su negoció quedó completamente devastado y derruido. ¿Significó esto el fin del señor Honda? Nada más lejos de la realidad. Una vez finalizado el conflicto, concretamente en 1948, se asoció a Takeo Fujisawa con la intención de crear a Honda Motor Company, una empresa dedicada a fabricar bicicletas a motor. Sin embargo, estos dos empresarios volvieron a fracasar estrepitosamente debido a que los motores que crearon eran demasiado pesados y poco manejables. Conscientes de este problema, Soichiro y su socio decidieron fabricar uno más liviano y duradero. ¿Qué ocurrió entonces? A continuación te lo contamos.

El despegue de la empresa Honda

Fue a partir de este momento cuando ambos empresarios empezaron a degustar las ‘mieles del éxito’. Estas motocicletas se vendieron por miles y pronto se instalaron más de 150 sucursales a lo largo de todo el país nipón y que más tarde tuvieron una gran repercusión internacional.

En 1965 crearon también su primer coche de FORMULA 1. Y en la década de los 70, en plena crisis del petróleo, estos empresarios japoneses vieron la necesidad de crear un automóvil pequeño y de bajo consumo, algo que consiguieron con su archiconocido ‘Honda Civic’ y que a día de hoy va ya por su novena generación.

A partir de entonces el éxito de esta empresa fue ya imparable. Se ha convertido en una de las referencias del sector, ya que pregona los valores de sostenibilidad y bajas emisiones, algo que ya está consiguiendo con sus modelos híbridos. Aunque esta compañía aspira a cotas más altas y una de sus grandes ilusiones es fabricar un vehículo con emisiones cero, un objetivo que se podría conseguir a través de pilas de combustible de hidrógeno.

Soichiro Honda falleció el 5 de agosto de 1991 dejándonos un patrimonio inigualable. Además, a lo largo de su vida, transmitió un mensaje de superación personal y de esperanza, a través de frases célebres como la siguiente:

“El éxito representa el 1% de tu trabajo, que a su vez es el resultado del 99% llamado fracaso. En los negocios y en cualquier actividad compleja, no se puede acertar a la primera. Los logros vienen del trabajo y de aprender de los errores.”


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.