Técnicas para descubrir que te están mintiendo

Técnicas para descubrir que te están mintiendo
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 09 abril, 2018

Es raro que a lo largo de nuestra vida, en muchos momentos no hayamos detectado o sospechado que otros nos están mintiendo. Solo hay que encender la televisión para darnos cuenta de que es ahí donde más mentiras observamos: la política, determinados canales de información, los anuncios, etc…, e incluso en nuestras conversaciones diarias, ya sea con conocidos o desconocidos.

¿Cómo podemos llegar a darnos cuenta de si alguien nos está mintiendo? Lo cierto es que no hay una evidencia irrefutable que afirme, sin dejar lugar a la duda, que determinados gestos, palabras o comportamientos se correspondan necesariamente con el relato de una mentira. Sin embargo, sí es cierto que existen algunos comportamientos que pueden apoyar nuestra sospecha o ayudar a descartarla. Aquí os dejamos algunos:

“Una mentira puede salvar tu presente, pero condenará tu futuro”.

-Buda-.

1. La sonrisa forzada

Hay determinadas personas que sonríen de forma forzada en algunos casos porque quizá lo que de partida es una gracia, por “no quedar mal” con el interlocutor, “reímos la gracia”, cuando realmente no tenemos ganas de reírnos. Podemos darnos cuenta si realmente es una risa forzada o es natural.

Mujer sonrisa forzada

 

¿Cómo? Cuando una persona sonríe con ganas, sonríe con la totalidad de los músculos de la cara. Sin embargo, cuando es forzada, no existe simetría entre ambos lados de la cara ni aparecen las típicas arruguitas alrededor de los ojos. En este caso, nos están mintiendo.

2. La mirada esquiva

También es importante. Mentir, desconfiar e inseguridad pueden ser algunos indicadores de esquivar la mirada de nuestro interlocutor. Cuando estamos a gusto con quien hablamos y con lo que decimos, mirar a los ojos, muestra mucha más seguridad, mientras que alguien que está mintiendo esquivará la confrontación directa.

“El engaño hiere, destruye, rompe y desgarra. No es una buena decisión ni un buen cómplice”.

-Eduardo Alighieri-.

3. El nerviosismo manifiesto

Titubear o incluso ponerse colorado, podrían indicar mentira o nerviosismo, pero ¡ojo!, no siempre es así. Hay personas que se ponen coloradas porque se sienten intimidadas, porque tienen menos confianza con el tema del que hablan, porque son tímidos

Por tanto, esto no es más que otro factor que unido de otros factores y teniendo en cuenta el contexto, la persona con la que hablamos, la circunstancia, etc, pueden ser buenos indicadores de si alguien está mintiendo o no.

Hombre agobiado

 

4. Respuestas incongruentes

La mejor forma de descubrir a un mentiroso es indagar y preguntar sobre lo que están hablando, y éstos en muchos casos o no dan información congruente, ya que tienen que recordar la información real por un lado y la mentira que dijeron por otro, y además esquivan o dan rodeos a las preguntas que no interesan, no saben o no recuerdan qué deben contestar.

Además de tener que recordar dos historias (la real y la inventada), resulta más difícil recordar algo que nunca existió más que en la mente del mentiroso, y por eso surgen las incongruencias.

5. Comunicación no verbal incoherente

Por último y éste sí es un elemento de los más importantes, la mejor forma de saber si alguien te miente, es observar que hay congruencia entre lo que dice y cómo lo dice. Una cosa es el contenido, la información y otra muy distinta los elementos no verbales que le acompañan como los gestos, el tono de voz, la mirada, la sonrisa, etc.

Si estas dos informaciones no son coherentes entre sí y no hay una coordinación entre ambas, debemos sospechar que algo no funciona bien. Además, es mucho más fácil y fiable quedarse con la información no verbal (gestos,  tono, mirada, postura, etc) que con el contenido de lo que se dice (elementos verbales), ya que esto último es más fácil de manipular.

Cruzar los dedos detrás de la espalda

 

Alguien le preguntó una vez al gran Aristóteles: “¿qué se gana con la mentira?”. A lo que él respondió: “que no te crean cuando dices la verdad.

Tened en cuenta que estos indicadores son sólo eso, indicadores. Siempre hay que analizar el contexto que los rodea, la persona con la que hablamos, otros factores que pueden estar incidiendo y pueden dar lugar a malentendidos.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.