11 enseñanzas de El principito que te ayudarán a ser mejor

El Principito es una obra dirigida a niños, pero que toca el corazón adulto. Si aún no te lo has leído, con estas ideas te convencerás de hacerlo.
11 enseñanzas de El principito que te ayudarán a ser mejor
Rafa Aragón

Escrito y verificado por el psicólogo Rafa Aragón.

Última actualización: 04 junio, 2023

¿Te has parado a reflexionar alguna vez en las enseñanzas que ofrece El principito? Esta obra escrita por Antoine de Saint-Exupéry, es uno de los libros más leídos de todos los tiempos. Aunque se considera un libro infantil por la sencillez de su narrativa, en él se tratan temas tan profundos como el sentido de la vida, el amor, la amistad, la soledad y la pérdida.

Si piensas releer esta historia o descubrirla por primera vez, presta atención a algunos pasajes que te darán valiosas lecciones. Puede que nunca te hayas dado cuenta de ellos hasta ahora.

Reflexiones que deja El principito

El principito es una obra maestra, porque es capaz de sorprender y de captar la atención de cualquier persona, desde niños hasta adultos, sin importar la edad.

Su belleza, tal y como ahonda en su ensayo el Dr. Carlos Seijas, Catedrático de la Universidad Mesoamericana (UMES), radica en las profundas enseñanzas, las cuales están expresadas en un lenguaje sencillo y coloquial.

De forma que este texto tiene la capacidad de convocar palabras que evocan maravillosas imágenes, cargadas de sensibilidad y ternura.

El autor escribió esta obra con el corazón, y es por eso que ha sido capaz de llegar al alma de tantas personas en el mundo. Estas 11 enseñanzas que te compartimos a continuación poseen el valor de cambiar vidas, si uno es capaz de integrarlas.

1. Lo esencial es invisible para los ojos, una de las enseñanzas de El principito más conocidas

Esta es una de las reflexiones más conocidas de El principito; de inmediato, al escucharl o leer esta frase, uno la reconoce. En un mundo como este tiene aún más sentido, ya que el ser humano se encuentra unido al materialismo, la competitividad y las máscaras.

«Lo esencial es invisible a los ojos», recuerda que uno puede trascender este mundo de apariencias. Porque las cosas importantes son las que no se pueden ver o cuantificar: como el amor, la bondad, la generosidad y la amistad.

Los detalles están en las pequeñas cosas que, a menudo, pasan inadvertidas. Lo material es efímero, y valorar nuestra vida por las posesiones que acumulamos, sin duda, es un camino que nos llevará hacia el sufrimiento. El amor y la bondad, sin embargo, son dos aspectos en principio invisibles, pero con el poder de cambiar el mundo.

Baobab árbol que aparece en "El principito"
El Principito habla de un árbol bueno. Una especie de árbol emblemático en la historia. Este árbol, a diferencia de otros árboles, no se mueve ni habla, pero el Principito le dedica tiempo y cuidado.

2. Conócete a ti mismo y podrás comprender mejor a los demás

Adentrarse en el propio conocimiento de uno mismo, siempre es más complicado que juzgar a los demás. Lo fácil es la queja de cómo es el mundo y cómo nos gustaría a uno que fuera; sin embargo, hay que preguntarse ¿qué cambios incorporo en mí persona, para hacer un mundo mejor?

En el momento en que se toma consciencia de quién es cada uno y existe el compromiso de ser mejores personas cada día, es cuando de verdad se está preparado para ayudar y compartir el amor con cada ser humano.

No existen buenos o malos, existen seres humanos que hacen lo que pueden, como mejor saben hacerlo, con lo que han recibido. Una persona no puede dar lo que no tiene, por eso es importante que cultives tu amor.

«Es mucho más difícil juzgarse a sí mismo que juzgar a los demás. Si logras juzgarte bien a ti mismo eres un verdadero sabio».

−Antoine de Saint-Exupéry (Cap.10)−

Cuando se profundiza en uno mismo, se comprenden los comportamientos: esto es una llave que abre también la comprensión a los otros. Muchas personas, al igual que tú, desean la felicidad. Sin embargo, no todos la buscan a través del camino más acertado. Pero, sin duda, estas experiencias servirán para entender mejor los errores de los demás.

3. Amor no es mirarse el uno al otro, sino mirar los dos en la misma dirección

El amor es algo de dos, esta unión tan especial pierde sentido y fuerza cuando no hay reciprocidad. El amor se construye poco a poco, mediante la colaboración.  En el momento en que uno se queda descolgado, es la otra persona quien soporta todo el peso y es así como acaba por destruirse la relación.

Para que ambos seres caminen hacia la misma dirección, con la guía y fuerza del amor, es necesario compartir proyectos de vida. El hecho de participar de alegrías, experiencias e intereses comunes otorga sustento y vitalidad a dos almas que comparten un viaje extraordinario.

Principito con rosa
La historia entre la rosa y El principito destaca la importancia de los lazos afectivos y el amor incondicional, cuidar y apreciar a las personas y cosas que uno tiene.


4. «Mantén la ilusión y la inocencia a pesar de las malas experiencias»

Conforme sumas malas experiencias, aumentas las capas de desconfianza. Pierdes la frescura que concede el observar, explorar y experimentar lo nuevo que te ofrece cada día. Te quedas sin apreciar lo extraordinario que hay en todo lo que acontece.

Es inevitable que sientas el dolor y que pases por la angustia de situaciones difíciles. Aquello forma parte del crecimiento, al igual que mantener la ilusión de cada día para poder seguir dándole un sentido a todo lo que te ocurre. Y ese sentido se escapa de la razón, ya que está impregnado de sentimientos.

«Las personas mayores nunca pueden comprender algo por sí solas, y es muy aburrido para los niños tener que darles una y otra vez explicaciones».

− Antoine de Saint-Exupéry (Cap.21)−

Cuando eliminas las capas dolorosas que te han hecho construir una armadura a tu alrededor, comienzas de nuevo a ver el mundo con otros ojos. Unos ojos frescos que observan y valoran lo maravilloso que se esconde tras un amanecer, tras un abrazo o tras una sonrisa.

5. Atrévete a conocer en esencia a las personas, quédate para siempre con esta enseñanzas de El principito

Las personas se fijan mucho en las apariencias que manifiestan y muy poco en lo que son. Aventurarse a conocer a alguien a profundidad es la forma de encontrar su verdadera esencia, su belleza más real. Para lograr esto, es necesario saltarse el prejuicio y abrirse a la oportunidad de conocer al otro, sin que el conocimiento previo afecte nuestro juicio.

Solo es posible llegar al amor, si se genera la posibilidad de conocer y comprender a los demás.

«A los mayores les gustan las cifras. Cuando se les habla de un nuevo amigo, jamás preguntan lo esencial del mismo. Nunca preguntan: ‘¿Qué tono tiene su voz? ¿Qué juegos prefiere? ¿Le gusta coleccionar mariposas? Pero en cambio preguntan: ¿Qué edad tiene? ¿Cuánto pesa? ¿Cuánto gana su padre? Solamente con esos detalles creen conocerte».

−Antoine de Saint-Exupéry, (Cap.4)−

6. «Caminando en línea recta no puede uno llegar muy lejos»

En su pequeño planeta, el Principito no hacía más que llegar al mismo punto en el que estaba cuando andaba en línea recta. La única forma de acabar en un lugar diferente era probar nuevas rutas.

Esta frase, tan conocida del libro hace mención a tomar caminos diferentes sin miedo al riesgo. Probar la misma solución una y otra vez no hace más que producir un estancamiento en el mismo problema.

El Principito mirando al horizonte
El Principito abandona su pequeño asteroide y comienza su viaje por el universo. A medida que visita diferentes planetas, se encuentra con personajes que le enseñan importantes lecciones sobre la naturaleza humana y las relaciones personales.

7. «Se debe pedir a cada cual lo que está a su alcance realizar»

Esta frase resume la popular cita atribuida a Albert Einstein: «Si juzgas a un pez por su habilidad para trepar árboles, pensará toda la vida que es un inútil». Si bien, no es malo buscar la autosuperación, se hace un llamamiento al sentido común.

Aquí se plantea la idea de que la exigencia sin límites solo lleva al dolor, la insatisfacción y la angustia. Tanto si se dirige a uno mismo o a los demás. No es saludable pedirle a una persona algo que está afuera de su alcance.

8. «No era más que un zorro semejante a cien mil otros. Pero yo le hice mi amigo y ahora es único en el mundo»

La amistad, un concepto clave en este libro, ilustra de manera magistral un pensamiento sencillo, pero potente: una persona es única entre millones, cuando llega a la mente y al corazón de la otra. En ese momento es cuando alguien se vuelve especial.

9. «¿Y de qué te sirve poseer las estrellas?», una de las enseñanzas de El principito más importantes

Otro de los puntos fuertes de la obra de Exupéry es la crítica a la acumulación de riquezas. En sus páginas (cap.13) se desarrolla el siguiente diálogo.

¿Y de qué te sirve poseer las estrellas?

Me sirve para ser rico.

¿Y de qué te sirve ser rico?

Me sirve para comprar más estrellas.

La futilidad de la avaricia y el uso del dinero para alcanzar la felicidad son la clave de esta conversación. Ser rico para ser más rico, comprar para comprar más. Así es como se plasma la inutilidad de la acumulación sin límite.

Zorro y el principito
El zorro explica al Principito que el verdadero valor de las cosas no reside en su posesión material, como las estrellas, sino en las relaciones humanas y el afecto compartido.


10. La pasión que no se debe perder

«Conozco un planeta en el que vive un señor muy colorado. Nunca ha olido una flor. Nunca ha contemplado una estrella. Nunca ha amado a nadie. Nunca ha hecho otra cosa que sumas. Se pasa el día diciendo, como tú: «¡Soy un hombre serio! ¡Soy un hombre serio!», lo que le hace hincharse de orgullo. Pero eso no es un hombre, ¡es un hongo!».

—Antoine de Saint Exupéry, (Cap.7)—

En el libro, el hombre que dice ser serio se pasa el día dedicado a su trabajo. Aquí se explora la necesidad de agregar a la vida color, alegría,  y no solo cumplir  las obligaciones laborales. En definitiva, se aborda la necesidad de no perder la pasión por vivir.

11. La pérdida de lo tangible

Este es otro de los fragmentos más conocidos de El principito.

«Los hombres ya no tienen tiempo para conocer nada; compran las cosas ya hechas a los comerciantes; pero como no existen ningún comerciante de amigos, los hombres ya no tienen amigos».

—Antoine de Saint-Exupéry, (Cap.21)—

Aunque ya se trata de una idea antigua, el autor fue capaz de plasmar el futuro de la sociedad industrializada. En ella, la comunicación, la vida cotidiana y los valores progresan hacia la soledad entre miles de personas.

Relee la historia para apreciar las enseñanzas de El principito

Las grandes enseñanzas de El principito transportan a un mundo lleno de sabiduría. Imágenes y situaciones que ejemplifican las dificultades y la forma ridícula que, en ocasiones, las personas tienen de comportarse. Porque la vida, en esencia, no es tan complicada, es uno mismo quien se la complica.

La inocente historia de El principito muestra un mundo paralelo a la realidad, que tiene que ver con la verdadera naturaleza del ser humano. Sus enseñanzas cuestionan cómo vivimos para tomar conciencia de cómo aprender a ser mejores personas.

«Los hombres se meten en los rápidos pero no saben dónde van ni lo que quieren, entonces se agitan y dan vueltas. ¿Dónde estoy? ¿A dónde voy? ¿Quién soy? ¿Quién quiero ser? ¿Qué quiero hacer?».

—Antoine de Saint-Exupéry (Cap.25)—

¿Con cuáles de estas enseñanzas de El principito te quedas? Este cuento, que parece en un principio dirigido a niños, tiene múltiples enseñanzas que solo un adulto es capaz de comprender. Así que revisarlo con frecuencia puede ayudarte a lo largo vida para recordar cada una de las lecciones que ofrece.


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