¿Qué es la aceptación radical y cómo practicarla?

A veces vivimos situaciones difíciles de asumir. La aceptación radical nos propone reducir el dolor a través de su práctica y su modo de entender la vida.
¿Qué es la aceptación radical y cómo practicarla?
Montse Armero

Escrito y verificado por la psicóloga Montse Armero.

Última actualización: 31 octubre, 2021

Imagina que llevas años preparándote para entrar en la empresa de tus sueños. Un buen día sientes que ha llegado el momento y solicitas una entrevista. Esta va bien, incluso mejor de lo que esperabas. Al cabo de unos días te dicen que el puesto es tuyo y que te llamarán más adelante para firmar el contrato.

Tu alegría es inmensa, por fin has conseguido algo por lo que llevas tanto tiempo luchando. Sin embargo, esa llamada no se produce y tus ánimos se van enrareciendo a medida que pasan los días. Acabas poniéndote en contacto con ellos y te dicen que al final el puesto se lo han dado a otra persona más cualificada y con más experiencia que tú . ¿Cómo te sentirías?

Probablemente sientas que la situación es absolutamente injusta y experimentes emociones incómodas y displacenteras: enfado, rabia, frustración, tristeza, sensación de derrota, desmotivación y un vacío difícil de llenar. No tienes por qué sentirlas todas a la vez, pero es posible que estas y tantas otras surjan los primeros días después de la inesperada noticia.

La pregunta es: ¿cómo gestionas lo que sientes?, ¿de qué manera afrontas la situación? Quizás te quedes navegando entre tus emociones, anclado en el sufrimiento sin saber muy bien cómo actuar o tal vez ignores la realidad y continúes con tu vida como si nada.

Tanto en una como en otra situación no enfrentas de manera sana lo que te ha sucedido, por ello queremos mostrarte el enfoque de la aceptación radical. Una perspectiva diferente para vivir lo que te sucede.

¿Qué es la aceptación radical?

A lo largo de tu vida seguro que has vivido situaciones que te han resultado muy difíciles de aceptar. El rechazo de la persona de la que estabas enamorado, un despido, dificultades económicas o la muerte de un ser querido. Incluso situaciones mucho menos profundas pueden generar una gran frustración y sufrimiento.

Todos conocemos a personas que no son capaces de aceptar que han suspendido un examen, les han llamado la atención en el trabajo o incluso que alguien se les ha colado en la fila del supermercado. La base del sufrimiento en todos estos ejemplos es la misma: la no aceptación de la realidad.

La aceptación radical no es más que la disposición a vivir la vida tal y como es, con sus pros y sus contras. Este concepto forma parte de la terapia dialéctica conductual (TDC) desarrollada por la psicóloga Marcha M. Linehan. Está basada en conceptos de la psicología cognitivo-conductual así como en prácticas zen orientales. Sin embargo, a efectos prácticos fue Tara Brach, psicóloga especialista en meditación y budismo, quien más popularizó esta técnica.

Mujer preocupada

¿Cómo poner en práctica la aceptación radical?

El primer paso es reconocer la realidad, sea cual sea, y dejar de luchar contra ella. De hecho, cuando más sufrimos es cuando no aceptamos lo que sucede, nos resistimos y a raíz de ello experimentamos un profundo dolor.

Esto no significa que tengamos que resignarnos. La resignación es una opción derrotista, no aporta ninguna solución. En cambio, la aceptación radical nos permite encarar, al menos, dos soluciones al conflicto.

De entrada, nos alienta a dejar de invertir energías en luchar contra la realidad y a gestionar las emociones incómodas. Seguidamente, cuando ya no nos resistimos, nos facilita tomar las riendas de la situación y enfocarnos en gestionarla. Es decir, nos permite ser proactivos ante el problema.

Pasos a seguir para mejorar nuestra aceptación radical

Cada proceso de la vida que nos genere dolor se diferenciará de los demás por sus propias peculiaridades. Sin embargo, la mayoría de ellos seguirán una estructura común relacionada con el sufrimiento.

Por esa razón, puedes aplicar unos principios básicos de la aceptación radical que te ayudarán a canalizar mejor tu dolor. Son los siguientes:

  • Busca un lugar tranquilo en el que puedas sentarte durante unos minutos en una posición cómoda.
  • Focalízate en tu respiración.
  • Céntrate en los pensamientos que aparecen relacionados con la situación que te generan malestar.
  • No te aferres a estos pensamientos, contémplalos como si fuesen nubes que pasan. Tú no eres esos pensamientos, aunque te identifiques con ellos.
  • Analiza qué emociones te generan.
  • Abraza estas emociones y déjalas que se manifiesten, tienen la función de canalizar tu frustración y tu dolor.
  • Repite dentro de ti un mantra que te permita aceptar mejor la situación. Puede ser una frase tipo: “es lo que es”, “es una experiencia más en mi vida y la acepto” o “estoy en paz con lo que me sucede”. Es importante que la frase resuene en ti, de lo contrario será muy difícil que la interiorices.
  • El dolor muy probablemente no desaparecerá de entrada, pero puedes repetirte este mantra tan a menudo como necesites cuando vuelvan a aparecer los pensamientos y emociones que te generen malestar.
Mujer con los ojos cerrados relajada

¿Qué puede suceder si no aceptamos nuestras circunstancias?

Rechazar la realidad no elimina nuestro dolor, todo lo contrario: lo aumenta y lo convierte en sufrimiento. Pensemos en el clásico ejemplo de la persona que no acepta una ruptura sentimental, aunque hayan pasado meses o años de la separación. Su vida se convierte en una espiral negativa que puede desembocar incluso en una depresión si no lo aborda de manera adecuada.

Esto no significa que aceptar las situaciones difíciles sea sencillo. De hecho, es todo menos fácil. Pasar por circunstancias adversas es muy doloroso. Además, nuestro instinto nos puede llevar a negar lo sucedido o a no aceptarlo porque de entrada duele menos.

El problema es que resistirse acaba aumentando el dolor inevitablemente. Por esta razón, la aceptación radical puede ser una herramienta muy útil.

Al final lo que nos propone este planteamiento es asumir que la experiencia humana está llena de vivencias, algunas placenteras, otras neutras y otras dolorosas y, tarde o temprano, vamos a experimentarlas todas. Aceptar que la vida es así puede proporcionarnos un gran alivio y una gran sensación de paz en nuestra vida.


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  • Brach, T. (2003) Aceptación radical: Abrazando tu vida con el corazón de un Buda. Madrid: Gaia Ediciones.
  • Dimeff, L. & Linehan, M. (2001). Dialectical Behavior Therapy in a Nutshell. The California Psychologist, 34, 10-13. Recuperado de https://acortar.link/7IYa9y
  • Linehan, M. (1993) Cognitive-Behavioral Therapy of Borderline Personality Disorder. Nueva York: The Guilford Press.

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