¿Qué es el analfabetismo sexual?
Cuando se habla de analfabetismo sexual lo que se hace es una alegoría a la notoria falta de información sobre la sexualidad que aqueja a algunas personas. En este caso, no se trata solamente de una ausencia de saber a secas, sino que esta ignorancia puede llevar a grandes desaciertos en la vida.
En el mundo actual hay una paradoja: se habla de sexo en todas partes y se sugiere el tema a todas horas; al mismo tiempo, existe un gran analfabetismo sexual. Saber sobre la sexualidad implica mucho más que manejar una información básica y superficial acerca del tema.
“A partir y por medio de nuestros deseos, podemos establecer nuevas modalidades de relaciones, nuevas modalidades amorosas y nuevas formas de creación. El sexo no es una fatalidad, no; es una posibilidad de vida creativa”.
-Michel Foucault-
El analfabetismo sexual limita, excluye y promueve el sometimiento a intereses ajenos. También alimenta tabúes, incrementa temores e impide el disfrute de una sexualidad plena. A esto se suma el hecho de que esa ignorancia tiene el potencial para generar conductas irresponsables.
El analfabetismo sexual
Lo ideal es que la educación sexual comience en casa, se refuerce en la escuela y se amplíe a través de libros y análisis de las experiencias personales. Sin embargo, esto rara vez ocurre. Lo más común es que la información sobre la sexualidad se adquiera de forma incompleta y a partir de fuentes poco confiables.
Los amigos o los pares suelen ser la principal fuente de información. Los conocimientos se adquieren de forma fragmentada e incompleta, así como descontextualizada. En pocas palabras, suele ser información limitada o tergiversada.
A esto se añade que la sexualidad no es solo un tema asociado a la biología, sino que implica un fuerte componente psicosocial y afectivo. En la información de esquina lo que suele adquirirse es un conjunto de datos inconexos asociados exclusivamente al coito, en términos muy básicos y sin involucrar el erotismo.
Así las cosas, una persona se forma una idea distorsionada y parcial de lo que significa su sexualidad. Tampoco sabe cómo disfrutarla plenamente, ni cómo preservar su salud física y psicológica en el marco de las relaciones sexuales. Con frecuencia, esto lleva a dificultades o limitaciones.
¿Por qué es importante la educación sexual?
El analfabetismo sexual comienza con la ignorancia frente al propio cuerpo. Muchas veces ni siquiera se sabe cómo nombrar las partes del aparato genital y reproductivo. Tampoco se tiene claro cómo operan y qué función desempeñan los diferentes órganos que lo integran.
La ignorancia también conduce a que haya prevenciones o aprehensiones para autoexplorarse o masturbarse. Muchas personas llegan a la vida adulta y tienen relaciones sexuales sin haber identificado lo que les produce placer y lo que no.
El ejercicio de la sexualidad no se limita al coito, sino que tiene implicaciones psicológicas, afectivas, reproductivas, de salud, sociales, educativas, económicas e inclusive políticas. En el marco del sexo se afirma o se niega la autonomía, al tiempo que se asume un lugar frente al poder.
La educación sexual le permite a una persona decidir con mayor libertad sobre su cuerpo y su deseo. También contribuye a tener una sexualidad más responsable, previniendo las enfermedades de transmisión sexual y los embarazos no deseados. Así mismo, protege de las conductas lesivas, ya que ayuda a reconocer las condiciones de abuso.
El tabú, el prejuicio y la educación
La educación, en todos los ámbitos, ayuda a derribar tabúes y prejuicios. Estos últimos son un lastre y también una forma de ceguera. Llegan incluso a limitar la posibilidad de hablar del tema y hasta de pensar en ello. Generan inhibiciones que no vuelven a una persona más pudorosa o ética, sino básicamente reprimida. Esto no contribuye a la maduración de la sexualidad.
Una persona que tiene claros los temas sexuales también puede construir relaciones de pareja más satisfactorias y estables. Así mismo, está más preparada para hacer del sexo un espacio afectivo, lúdico e imaginativo que le proporcione una experiencia gratificante y renovadora.
Si hay analfabetismo sexual, es muy posible que una persona experimente su sexualidad como algo que se vive desde dentro, pero que proviene de fuera. Un terreno en el que nunca se siente cómodo del todo y frente al cual hay muchas dudas y vacíos que no logran solventarse.
La sexualidad humana es una dimensión enriquecedora, que aporta salud física y mental. Superar el analfabetismo sexual es necesario para incrementar el control que se tiene sobre la propia vida. Es también una fuente de madurez y de mayor felicidad.
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- Cereijido, M. (2012). La ciencia como calamidad: un ensayo sobre el analfabetismo científico y sus efectos (Vol. 416225). Editorial Gedisa.