Aprende a lidiar con personas que interrumpen: 4 claves que te ayudarán

En tu entorno cercano, ¿hay alguien que te interrumpa con frecuencia mientras hablas? Para lidiar con los boicoteadores de diálogos productivos existen una serie de técnicas muy efectivas.
Aprende a lidiar con personas que interrumpen: 4 claves que te ayudarán
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 01 febrero, 2022

Lidiar con personas que interrumpen no es fácil. Son como francotiradores de los diálogos, boicoteadores de la comunicación saludable y personalidades que, al fin y al cabo, buscan anteponer su opinión. Estas dinámicas agotan, enfadan y frustran. Lo complicado está en el hecho de que estamos obligados a convivir con este tipo de figuras y el día a día se vuelve algo complicado.

Compañeros de trabajo, familiares y hasta amigos. Son muchos los que tienen esta sutil particularidad y aunque sea cierto que siempre haya quien lo hace con menos frecuencia, es una conducta que demuestra lo complicada que es la interacción humana. No solemos detenernos a valorar lo esencial que es saber comunicar y permitirnos escuchar al otro.

Muchas veces, olvidamos que el diálogo efectivo es como un baile entre dos personas que se respetan. Vernos como enemigos para demostrar quién sabe más o quien da el razonamiento más brillante no nos lleva a ningún lado.

chica intentando lidiar con personas que interrumpen

Claves para lidiar con personas que te interrumpen

Durante los debates electorales que se celebraron en la televisión estadounidense a finales del 2020, Donald Trump tenía una estrategia clara: interrumpir a su contrincante tanto como fuera posible. Las interrupciones constantes suelen tener un efecto claro y es que ninguna conversación tiene sentido ni fin. Tarde o temprano se acaba agotando al interlocutor.

Curiosamente, esta era también una estrategia que podíamos observar en otros líderes, como Margaret Thatcher. Ahora bien, en el caso de la dama de hierro su estrategia era más sofisticada. Estudios, como los realizados en la Universidad de York, demostraron que ella era especialmente hábil en lo que se conoce como superposición competitiva. Era capaz de interrumpir para lanzar argumentos muy rápidos a la vez que sólidos. Aquello desmontaba a los contrincantes.

Es decir, hay quien interrumpe solo para invalidar el diálogo y hay quien lo hace para tener el control e imponer sus argumentos. Podríamos definir a estas personalidades de muchas maneras. Las personas que usurpan palabras y acaparan la conversación suelen pecar de impaciencia.

Sin embargo, algo que vemos con frecuencia es que estas dinámicas tienen su inicio en la infancia. Hay quien crece en un entorno familiar en el que se habla muy deprisa y donde se normaliza que uno interrumpa al otro. Esto hace que los pequeños que crecen en estas familias entiendan que es una forma de intercambio natural.

¿Qué podemos hacer entonces? ¿Cómo lidiar con las personas que te interrumpen?

Intenta deducir por qué te interrumpen

Investigaciones, como las realizadas en la Universidad de Delhi, evidencian una idea interesante. Antes de enfadarnos por el hecho de que interrumpan nuestro hilo argumental, preguntémonos por qué lo hacen. En ocasiones, un interlocutor se solapa con el otro por la emoción o la inspiración del propio diálogo.

Hay quien se siente emocionado por lo que estamos diciendo; es decir, sube su nivel de activación, lo que hace que nos termine interrumpiendo. Por tanto, es importante comprender por qué nos cortan. Si es mera falta de respeto, podemos aplicar las estrategias que explicamos a continuación.

A la tercera interrupción, reacciona y recuérdale a la otra persona en qué consiste conversar

Para lidiar con las personas que te interrumpen, lo primero es saber cuándo reaccionar. Por norma, es adecuado actuar a la tercera interrupción. No conviene perder la calma antes de tiempo -todos hemos interrumpido a alguna persona en algún momento-. Además, en muchas ocasiones la dinámica se corta simplemente explicitando lo que ocurre.

«Te pido por favor que me dejes hablar», «déjame terminar lo que quiero decir», «si nos limitamos a escuchar solo lo que tú tengas que decir, esto no es una conversación, es un monólogo».

Asimismo, deja claro a su vez el efecto que causa esas interrupciones: cuando me interrumpes, pierdo el hilo de la conversación y siento que no me estás respetando.

Reconoce el valor de la contribución de tu interlocutor

Para lidiar con personas que interrumpen es necesario demostrar esas competencias de las que ellos, a menudo, carecen. Valora las contribuciones que ellos aportan a la conversación.

Toda idea, sugerencia, razonamiento y anécdota es apreciada, y como tal, se lo haremos saber. Demostraremos, a su vez, calma, conexión y empatía. Así, y a través de ese estado de calma y conectividad le haremos saber a la otra persona que esperamos de ella exactamente el mismo trato.

hombre extrañado y preguntándose cómo lidiar con personas que interrumpen

Lidiar con personas que interrumpen: aspectos que debes controlar en tu comunicación

Es cierto, lidiar con personas que interrumpen es complejo y muchas veces, acabamos frustrados. Sin embargo, siempre es adecuado formarnos un poco más en materia comunicativa. Disponer de estrategias adecuadas y desarrollar nuevas competencias nos será de gran ayuda. Estas son, por ejemplo, las que deberíamos poner en práctica:

  • Sé asertivo, mejora tu habilidad para argumentar de forma ágil. Si damos rodeos a las cosas es más común que nos interrumpan.
  • Transmite positividad y entusiasmo, pero exige a su vez, ser escuchado.
  • Cuando la persona que tienes ante ti te interrumpe, deja que termine su exposición. Más tarde, con respeto y asertividad exige que hagan lo mismo contigo: escucharte con atención y respeto.
  • Demuestra confianza cuando te comunicas y confianza cuando pides ser respetado.
  • Da ejemplo, acostúmbrate a guardar silencio cuando una persona termina de hablar. Lo importante, es intentar mostrar aquello que esperamos de los demás.

Dicen los escandinavos que cuando se les ofrece una taza de té hay que esperar un minuto para que nos respondan. Las conversaciones deberían seguir ese mismo consejo: ser pausadas, respetuosas, como una ceremonia de té. Solo de ese modo, nos enriqueceríamos mutuamente.


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