Asertividad sexual: ¿qué es y por qué resulta tan importante?
La comunicación es fundamental en cualquier vínculo humano para hacernos entender, llegar a acuerdos y lograr que el intercambio resulte satisfactorio para todos los involucrados. Además, si hablamos de mantener relaciones íntimas, este diálogo se vuelve más crucial. Tal vez pienses que las palabras no tienen cabida en un acto tan físico; no obstante, queremos mostrarte todo lo que la asertividad sexual puede aportarte.
La sexualidad es una de las dimensiones más importantes de los seres humanos; esta no solo nos proporciona placer y conexión con otros, sino que además reporta grandes beneficios. Aún así, muchas personas la experimentan como negativa, desagradable e incluso traumática. Y, en muchos casos, puede solucionarse si ponemos en práctica la asertividad. Te contamos por qué.
¿Qué es la asertividad sexual?
La asertividad es un estilo comunicativo que se caracteriza por el respeto tanto a uno mismo como al interlocutor. Así, consiste en ser capaces de expresar lo que pensamos, sentimos y queremos con firmeza, sin subyugarnos a las peticiones del otro, pero al mismo tiempo sin recurrir a la agresividad o pasarle por encima.
Este estilo de comunicación suele relacionarse con el liderazgo o la gestión de equipos en el ámbito laboral, así como con el desempeño de las relaciones sociales y afectivas. Por ejemplo, nos ayuda a resolver conflictos con nuestras amistades, a llegar a acuerdos con la pareja o a marcar límites frente a un familiar demasiado intrusivo.
Llevándolo al plano de la sexualidad, la asertividad es una valiosa herramienta para asegurarnos de que el intercambio resulte saludable y gratificante para ambas partes. Y es que estos mismos conceptos de firmeza, respeto y diálogo crean las condiciones idóneas para que ambas personas sean tenidas en cuenta.
¿Cómo puede ayudarte la asertividad sexual?
Si todavía no te imaginas qué puede aportar este tipo de comunicación a tu vida sexual, a continuación te mostramos algunas de las principales ventajas.
Te permite establecer límites
La asertividad es un factor de protección ante experiencias de abuso, ya que te ayuda a expresar qué quieres y qué no en el marco de un intercambio sexual. Esto no solo significa ser capaz de negarte a una propuesta no deseada por parte de un desconocido, sino que implica decidir de forma íntegra cuándo y cómo deseas que se den tus relaciones sexuales.
Por ejemplo, te permite negarte a continuar con un encuentro sexual incluso si este ya se ha iniciado. Te da la oportunidad de aceptar ciertas prácticas y rechazar otras, o de decidir si un día no deseas mantener relaciones, incluso con tu propia pareja. Recuerda que tienes total libertad.
Aumenta el placer y el disfrute
Esta herramienta también resulta valiosa para lograr que la experiencia sea placentera para todos los involucrados; la razón es que apuesta por una comunicación clara y directa.
A algunas personas les avergüenza expresar en voz alta lo que quieren o cómo lo quieren, se sienten incómodas al orientar al otro o dirigir lo que sucede en el acto sexual. Sin embargo, no podemos pretender que las personas sean adivinas; por ello, comunicarnos en todo momento puede marcar la diferencia; no solo para nosotros, sino también para la otra persona ya que se sentirá más segura y reforzada en su desempeño.
Ayuda a introducir cambios consensuados
¿Necesitas decirle a tu pareja que te gustaría aumentar la frecuencia de vuestras relaciones sexuales? ¿Deseas probar nuevas prácticas? ¿Quieres introducir juguetes sexuales, juegos de rol u otros elementos novedosos en tu vida sexual?
Innovar es positivo y hasta necesario para mantener la pasión, pero cualquier cambio a introducir debe ser consensuado. Desarrollar la asertividad sexual te permitirá exponer estas propuestas sin vergüenza y dándole lugar a tu pareja para expresarse también libremente.
¿Cómo aplicar la asertividad sexual?
Desarrollar la asertividad sexual y aplicarla en el día a día no es tan complejo como parece. A continuación te mostramos algunos pasos básicos que puedes seguir para lograrlo:
- Conoce tus derechos. Es fundamental que tengas claro y que recuerdes que tienes derecho a decir sí y a decir no, a poner límites y a expresar tus deseos. Esto no es un privilegio, es un hecho que tiene lugar en cada encuentro sexual, con independencia del tipo de vínculo mantengas con el otro.
- Trabaja la seguridad en ti mismo. Cuando la persona tiene una baja autoestima puede resultarle verdaderamente complicado expresarse de forma asertiva, por ello es importante que trabajes tus inseguridades y aprendas a sentirte cómodo en tu piel. Desde esta posición de amor y respeto por ti mismo, de autoconfianza, serás más hábil a la hora de relacionarte con los otros.
- Analiza tus creencias respecto al sexo. Si mantienes tabúes o creencias erróneas es probable que no logres disfrutar plenamente de tu sexualidad y la vivas con culpa, vergüenza o inhibición. Así, analiza qué tipo de pensamientos te impiden expresarte o comunicarte libremente y modifícalos si es necesario.
- Practica. Quizás al principio te resulte complicado o antinatural ejercer la asertividad sexual; sin embargo, con la práctica irás ganando soltura y confianza y podrás disfrutar de los beneficios que aporta. Aprovecha cada oportunidad para dar un paso más.
La asertividad sexual será tu mejor aliada
Como ves, la asertividad puede ser tu mejor aliada para disfrutar de encuentros sexuales agradables y consensuados, en los que tanto tú como la otra persona os sintáis cómodos.
Si encuentras muy complicado aplicar estos principios, recuerda que puedes consultar con un psicólogo o un sexólogo que te ayude a fortalecer esta habilidad. Todos somos capaces de ponerla en práctica, solo necesitamos perseverar y, quizá, recibir algo de orientación.
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