La autocompasión fortalece la voluntad

La tesis de que la autocompasión fortalece la voluntad tiene su origen en la feroz lucha que se da en algunas personas por lograr sus objetivos. En estos casos, un diálogo interior demasiado censor y crítico puede terminar por apartarnos de muchos objetivos.
La autocompasión fortalece la voluntad
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 01 enero, 2022

El doctor Kelly McGonigal de la Universidad de Stanford ha propuesto una teoría interesante en su último libro The Willpower Instinct. Esta señala que la autocompasión fortalece la voluntad. En otras palabras, ser buenos con nosotros mismos nos ayuda a superar obstáculos, a remar cuando el viento no sopla a favor.

Esto se ve con mucha claridad en materia de hábitos. Especialmente al final de año, las personas nos solemos proponer cambiar algún hábito o adquirir otro que vemos como positivo. Sin embargo, saben que no es nada fácil, pero creen que el esfuerzo vale la pena. Comienzan con mucho entusiasmo y al cabo de un tiempo, casi siempre poco, ceden y vuelven atrás.

Sucede con propósitos como dejar de fumar, realizar más actividad física, mantener una dieta saludable y un largo etcétera. Lo que suele producirse ahí es una lucha encarnizada dentro de uno mismo: lo que se quiere y lo que se debe. Casi siempre vence lo primero. McGonigal señala que esto ocurre porque no se toma en cuenta que la autocompasión fortalece la voluntad.

La mente es tramposa. Saber esto y aplicar el pensamiento paradójico nos permite sonreír ante las maquinaciones de la mente y dar pasos en direcciones mejores”.

-John Campbell-

Mujer preocupada mirando por una ventana

Ir en contra de uno mismo

McGonigal planteó su tesis de que la autocompasión fortalece la voluntad como base en una reflexión en torno a la motivación y el estrés. Todo objetivo difícil de alcanzar supone alguna dosis de estrés. Sin embargo, esta tensión puede ser resuelta por motivación.

Además, cuando el estrés gana en intensidad, la motivación cambia. En esos casos ya no es tan importante lograr ese objetivo soñado, sino que se desea más volver a un estado de confort. El estrés no es fácil de sortear y en un momento dado puede terminar siendo ese factor que haga que terminemos bajando los brazos.

De manera natural, todos los seres humanos nos sentimos inclinados a obtener mayores grados de confort. No hay nada de malo en ello y, de hecho, es una tendencia biológica. Todo organismo quiere reservar su energía para aquello que es obligatorio y no dilapidarla en lo que se puede manejar de otro modo. Por lo tanto, se trata de una inclinación hacia la optimización de la energía.

La autocompasión fortalece la voluntad

La mayoría de las personas piensan que la forma de conseguir objetivos difíciles es orientándose a perseverar y emplear la autocrítica. El problema es que en ocasiones podemos llegar a ser realmente duros con nosotros mismos. Por lo tanto, retroceder en un objetivo, como volver a fumar después de llevar unos días sin hacerlo, puede hacer que nos impongamos un castigo mental con un coste muy alto: abandonar nuestro objetivo.

Incluso podemos terminar rechazándonos por no haber logrado aquello que nos proponíamos. Al fin y al cabo, dice Kelly McGonigal, vivimos en una sociedad que sobreestima los logros.

Llevamos años ya con redes sociales en las que las personas, por norma, publican aquello que consiguen y pasan de compartir aquello que se propusieron, pero que no consiguieron. Así, hemos interiorizado que el fallo o el error es poco frecuente y solo propio de personas realmente torpes o poco válidas.

Por lo tanto, fustigarnos es una estrategia que suele fallar. En cambio, cuando mantenemos un diálogo amable con nosotros mismos -honesto, pero sin ser cruel-, las cosas pueden cambiar. Por un lado, se reduce el estrés que está implícito en la situación. Por otro lado, se consigue mantener la motivación en función de lo más importante: nuestro propio bienestar.

Mujer preocupada mirando por la ventana

Fortalecer la autocompasión

Lo que define el éxito o el fracaso en el logro de un objetivo es que la motivación sea más profunda e intensa que el estrés implicado en el esfuerzo. La clave está en el manejo que se les dé a los reveses, que siempre aparecen, en esos procesos. El consejo de McGonigal es ser bueno con uno mismo cuando se cede a la tentación porque la autocompasión fortalece la voluntad.

¿Qué se debe hacer en esos momentos? McGonigal sugiere tres acciones:

  • Observar y describir lo que se siente, inmediatamente después del fracaso. ¿Hay autocrítica? Si la hay, como es frecuente, analizar en qué forma se produce.
  • Recordar lo que se es: un humano. El solo hecho de pensar en esto ayuda a ser más bondadoso con uno mismo.
  • Apoyo y consuelo. Es importante tratarse a uno mismo como se le trataría a un amigo muy querido. Lo que se necesita es apoyo, comprensión y consuelo, no un dedo que señale.

McGonigal está convencido de que restando fuerza y sumando nobleza es más fácil lograr cualquier objetivo. La autocompasión fortalece la voluntad porque esta última es fruto de la motivación y la primera la alimenta.


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  • Corominas, F. (2013). Cómo educar la voluntad (Vol. 50). Palabra.

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