Blancorexia: la peligrosa obsesión con los dientes blancos
El deseo de cumplir con ciertos estándares de belleza puede llevar a algunas personas a poner en riesgo su salud. Tal es el caso de aquellos que presentan blancorexia, una afección relacionada con la salud y la apariencia de los dientes. Quienes lo padecen suelen someterse a tratamientos estéticos con frecuencia para conseguir una sonrisa más blanca.
Si bien querer una sonrisa más sana y estética no tiene que ser un problema, existen ciertos límites. Aunque pudiera parecer un comportamiento inofensivo, obsesionarse con tener los dientes blancos puede ser peligroso. En este artículo, podrás conocer más detalles sobre esta alteración y qué medidas tomar para prevenirla.
¿Qué es la blancorexia?
El término blancorexia es un neologismo que proviene de “blanco” y “rexia” (tendencia a, apetencia). En este sentido, sería la tendencia o apetencia a la blancura. Dicha palabra se usa para hablar de una conducta obsesiva relacionada con el color de los dientes. Aquellos que la manifiestan se preocupan en exceso por la tonalidad de su dentadura.
Siguiendo esta línea, expresan un deseo intenso por tener unos dientes más blancos, y a menudo buscan satisfacerlo. Por ejemplo, es común que estas personas visiten con frecuencia a su odontólogo para someterse a tratamientos blanqueadores. Incluso, en casos graves, llegan a hacerse intervenciones ellos mismos.
Es importante mencionar que este tipo de medidas suelen ser bastante agresivas con el esmalte. Por ende, si se aplican tratamientos sin vigilancia médica y de modo intensivo, es muy probable que a la larga se experimenten consecuencias negativas. Algunos de los problemas más frecuentes que se asocian con este comportamiento son los siguientes:
- Gingivitis o inflamación de las encías.
- Alteraciones en el esmalte dental.
- Problemas para percibir sabores de forma normal.
- Caída de la dentadura.
- Hipersensibilidad en los dientes.
Causas
Siguiendo lo anterior, cabe resaltar que la blancorexia no es un trastorno mental catalogado en manuales de psiquiatría o psicología. Por esa razón, no ha sido estudiado de forma específica por investigadores en alguna de estas áreas. No obstante, podría relacionarse con la dismorfia corporal, como sucede con otros trastornos, como la anorexia o vigorexia.
La dismorfia corporal (DM) es una alteración que afecta la percepción que tiene alguien sobre su propio cuerpo. Por ejemplo, en los pacientes anoréxicos, la dismorfia ocasiona que se perciban con sobrepeso, incluso cuando en realidad su índice de masa corporal es inferior al recomendado.
Según un estudio, este cuadro se presenta entre 0, 7 % y 2, 4 % de la población general. Además, el mismo artículo menciona que las cifras son mayores entre quienes buscan realizarse tratamientos estéticos (Vashi, 2016).
Otro trabajo de Rodríguez et al. (2019) evaluó la presencia de la dismorfia corporal en el ámbito de la odontología. En sus resultados, explican que los pacientes que asisten a consulta por motivos estéticos, implantes y prostodoncia, obtienen puntuaciones más altas de DM. También en las mujeres el índice es mayor que en los hombres.
Lo anterior parece indicar que la dismorfia corporal podría ser una patología frecuente entre quienes presentan blancorexia. Estos pacientes podrían tener una percepción distorsionada sobre sus dientes que podría causarles insatisfacción y baja autoestima. En consecuencia, buscarían someterse a tratamientos blanqueadores de forma riesgosa para cumplir expectativas poco realistas.
Factores que contribuyen al problema
La dismorfia corporal puede reforzarse gracias a una serie de factores ajenos al paciente. Por un lado, tenemos la gran cantidad de celebridades que aparecen en medios de comunicación mostrando sonrisas blanquecinas. De este modo, podría crearse un ideal poco objetivo sobre cómo deberían lucir los dientes para ser considerados bellos.
A esto se le suma la gran cantidad de publicidad que hay para productos blanqueadores caseros. Como parte de sus estrategias de marketing, estas compañías suelen recurrir a métodos para fomentar necesidad en los consumidores. Así, los anuncios podrían contribuir fomentando la idea de que los dientes blanquecinos son algo necesario.
Prevención
No hay nada de malo con querer tener una sonrisa más sana y estéticamente agradable, pero hay que ser precavidos con los extremos. De esta forma, existen varias cosas que podemos tener en cuenta para prevenir la blancorexia y sus consecuencias.
En primer lugar, es necesario entender que los dientes no son blancos por naturaleza. Uno de los compuestos que forma los dientes, es la dentina, que tiene un color amarillo. Asimismo, el tono de la dentadura puede variar por factores genéticos y hábitos alimenticios. Por ejemplo, consumir café, vino y sustancias similares con frecuencia, puede causar coloración.
Por otra parte, es importante comprender que los tratamientos blanqueadores deben realizarse bajo supervisión de expertos. De lo contrario, es posible causar daños irreversibles a la salud y estética bucal. No se recomienda usar tratamientos caseros, y menos con sustancias que no hayan sido formuladas para ese fin.
De igual modo, recuerda que unos dientes blancos no son sinónimo de una boca saludable. Las fotografías que vemos de celebridades a menudo están retocadas para crear un tono blanco puro. Sin embargo, en la realidad, es poco probable que los dientes de estas personas se vean así.
Para cerrar, si sientes preocupación excesiva por el color de tus dientes y experimentas malestar, quizá deberías considerar la atención psicológica. Este tipo de pensamientos obsesivos en torno a la dentadura pueden ser el centro de una blancorexia y dismorfia corporal.
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- Rodríguez, C. P., Judge, R. B., Castle, D., & Phillipou, A. (2019). Body dysmorphia in dentistry and prosthodontics: A practice based study. Journal of dentistry, 81, 33-38.
- Vashi, N. A. (2016). Obsession with perfection: Body dysmorphia. Clinics in dermatology, 34(6), 788-791.