Carta a mi yo futuro

Siempre puede venirte bien recibir un mensaje de alguien que te ama incondicionalmente y te conoce y acepta tal cual eres...
Carta a mi yo futuro
Adriana Díez

Escrito y verificado por la psicóloga Adriana Díez.

Última actualización: 06 agosto, 2023

Escribo esta carta a mi yo futuro porque estoy experimentando sensaciones que no me gustaría olvidar con los años. Quiero que cuando haya pasado tiempo y mi yo futuro se haya llenado de experiencias, retome esta carta y se dedique un pequeño momento para pararse y pensar: si no sabemos de dónde venimos o quiénes éramos, ¿cómo será posible saber a dónde vamos o qué queremos?

Tan solo deseo un respiro y que se detenga a reflexionar… ¿Te animarías tú a hacer lo mismo y enviarle una carta a tu yo futuro?

Carta a mi yo futuro: no quiero que olvides

Querido yo, no quiero que olvides todo lo que hoy te hace tan feliz, por eso te escribo, porque en la proyección hacia el infinito que significa esta carta espero que cada día te sigas acostando con una sonrisa. Ya sea gracias a los amigos que tienes, al trabajo que realizas, a la vida social que mantienes, a la pereza que vences para no dejar de luchar por lo que te gusta, a tus aficiones, los cuales espero que no hayas abandonado. Al menos no todas, y si lo has hecho que les hayas encontrado mejores sustitutas.

Chica escribiendo un texto titulado "Carta a mi yo futuro"

Seguro que cuando leas esta carta las membranzas por las que navegues tendrán mucho de alegría. Genial, atrápalo, no permitas que los años que han pasado muten la emoción y el gesto de tu cara. Retómalo y vuelve a darle vida. Mi deseo es que tú, yo futuro, no te pierdas en  tentaciones amargas y que no te hagas pequeño ante las dificultades.

Yo futuro, en esta carta quiero contarte los sueños que tengo, las aspiraciones por las que me levanto y me esfuerzo cada día. Cuando estés leyendo esto mira si has conseguido lo que querías; si no es así, sé inteligente, sigue adelante si las fuerzas y el convencimiento te lo permiten, de otro modo quédate con lo que has aprendido. Recuerda que una experiencia solo se convierte en fracaso cuando intentamos borrarla, rechazando el tiempo que tuvo la oportunidad de enseñarnos. 

Querido yo…

No quiero olvidar todo lo que hoy siento y tampoco me gustaría que lo olvidaras tú. Sirva esta carta de clave de recuerdo. Te escribo desde una etapa feliz (ya ves que no siempre es la melancolía, afortunadamente, la que inspira mis letras). No olvides tus herramientas, todo lo que te ha hecho avanzar hasta donde estás ahora, sácale partido a tu tarrito de voluntad, pero no abuses de él porque eso significaría que estás haciendo algo que no te llena. Inspira bien fuerte y continúa: muchas de las nubes que hacen sombra en el horizonte no son reales.

No olvides que los proyectos necesitan tiempo, que las personas necesitan tiempo, que el trabajo necesito tiempo, que tú eres el que domina tu tiempo y no al revés, como muchos creen. Hazte dueño de él y dale un sentido, que no pase sin contar nada, que el tiempo hable, que los momentos llenen esos relojes de historias.

En esta carta se encuentran las aventuras que has vivido, lo que hoy te hace estar orgulloso de ti, pero sobre todo lo que te hace especial y diferente. Aquello que te hace único y mi yo futuro quiero que siga siendo así, si no lo es y no sonríes en este momento, párate y piensa, ¿qué quiero y hacia dónde voy? No dejes que el hacerte mayor secuestre a la niña que en parte hoy escribe también.

mano sosteniendo flor representando las frases de Fritz Perls

Quiero que tú, mi yo futuro…

Quiero que tú, yo futuro, no te olvides de tu origen, y para eso te escribo, recuerda todo lo que llevas detrás. Más que agradecer, disfruta de quien está a tu lado, y quien recorre camino contigo. Si estás recordando ahora mismo a alguien que estuvo pero perdió contacto, llámale, agradécele ese lugar que ocupa en tu memoria y en tu sonrisa.

En esta carta a mi yo futuro, está toda mi esencia encendida en deseos y esperanzas, están mis ganas de continuar, mis ganas de seguir aprendiendo. No quiero que se pierdan por el camino: si así ha sido, encárgate de volver a encontrarlas, no podemos permitir que sea el viento el que dicte destino.

Espero que tú, mi yo futuro, hayas sabido crecer y adaptarte sin perderte por el camino. Quiero que vuelvas a escribir otra carta a mi yo futuro y hagas más fuerte esta prueba de que existen sueños que merecen la pena: tanto ser imaginados, como planificados, como vividos, incluso no materializados. Vive.

Y tú que ahora lees… ¿Qué le dirías a tu yo futuro?

¿Te has animado a escribir tu propia carta para tu yo futuro?, ¿qué te gustaría decirle?

Teniendo en cuenta que es un mensaje tan personal y profundo, lo primero para hacer este sencillo ejercicio es tomarte un momento, hacer una pausa introspectiva y pensar en todas aquellas cosas que son valiosas para ti en este momento preciso. La tarea de escribir una carta para ti mismo te permitirá ser más consciente de la forma en la que te hablas, qué palabras utilizas contigo y qué tan amable es tu trato hacia ti. 

También te ayudará a imaginar cómo serás en el futuro, a empezar a construir sueños nuevos y a dar pasos para alcanzarlos. Tu yo del futuro es solo una proyección de quien eres hoy, de modo que este ejercicio también te será de gran utilidad para saber, con sinceridad, cómo te sientes ahora, qué cosas te hacen feliz o, por el contrario, qué de tu vida te gustaría cambiar.

Date la oportunidad de conocerte más a profundidad y tómate un tiempo para escribirle esa carta a un ser querido. A ti.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • Mathers, N. (2016). Compassion and the science of kindness: Harvard Davis Lecture 2015. British Journal of General Practice66(648), e525-e527.
  • Sansone, R. A., & Sansone, L. A. (2010). Gratitude and well being: the benefits of appreciation. Psychiatry (Edgmont)7(11), 18.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.