CBD para mejorar el sueño: ¿funciona?
El CBD es una de las sustancias de moda. Se trata de un neurotransmisor que se extrae del aceite de cáñamo procedente de la planta del cannabis. Cuenta con propiedades terapéuticas y beneficiosas para la salud, sobre todo en lo que a tratamiento del insomnio y de la ansiedad se refiere. Es un producto natural y con un perfil de seguridad muy elevado.
Lo primero que hay que tener claro es que, a pesar de su peculiar procedencia, no tenemos evidencias de que el CBD resulte nocivo para la salud. En la planta del cannabis se encuentra un elemento que es causante de los efectos psicotrópicos y que puede incrementar el riesgo de desarrollar epilepsia. Este es el THC. Sin embargo, los productos con CBD o carecen o cuentan con una dosis insignificante de dicho tóxico, por lo que es problemático.
El CBD y la calidad del sueño
La calidad del sueño está condicionada, entre otros factores, por la producción de melatonina. En los últimos años se promocionó la suplementación con esta sustancia para conseguir un descanso más reparador y de mayor calidad. Sin embargo, el CBD es un compuesto que podría resultar útil con este mismo fin, según un estudio publicado en la revista Frontiers in Immunology .
No solo cuenta con esta propiedad, sino que también ejerce un efecto antioxidante, neuroprotector y hasta incluso podría resultar beneficioso para la recuperación del organismo tras un esfuerzo físico de alta intensidad. Sobre esto último se investiga en la actualidad. De hecho, se considera como un ansiolítico natural, por lo que existen evidencias que apuntan a que se podría utilizar para prevenir los episodios de depresión o de ansiedad.
Aceite de CBD
El CBD se puede encontrar en el mercado bajo distintas formas de presentación. Lo más habitual es adquirir el producto en forma de aceite. A pesar de que el etiquetado de los mismos refiere su uso tópico, la mayor parte de la gente consume unas gotas del compuesto para conseguir mejores resultados. Los efectos más positivos se obtienen a partir de la ingesta, aunque no en todos los países se puede destinar el producto a este fin por una cuestión legislativa.
Lo cierto es que existen diferentes tipos de aceite de CBD en el mercado. El más eficiente de todos ellos es el considerado como full spectrum. Se caracteriza por contener los cannabinoides presentes en la planta, sin excepción, aunque en cantidades variables. En este caso existe la presencia también de THC, aunque representa menos del 0,01 % del total, concentración insuficiente como para generar un mal en el organismo.
En este sentido, destacar que sería posible adquirir un producto de CBD sin THC, pero en este caso el efecto se vería drásticamente reducido. Es necesario que todos los neurotransmisores se encuentren en el aceite para conseguir así el llamado efecto séquito, a partir del cual se potencian los resultados.
¿Qué hay que tener en cuenta para elegir un aceite de CBD?
El mercado del aceite de CBD está creciendo. Como hemos visto, el producto puede mejorar la calidad del descanso y el estado de salud mental. Ahora bien, conviene elegir uno que cuente con la certificación oportuna de buenas prácticas de producción. Además, es importante que proceda de aceite orgánico de cáñamo, sin aditivos.
Dentro del espectro de posibilidades, es importante hacer referencia a las distintas concentraciones de CBD que contienen los aceites. Lo mejor es empezar por uno del 5 o del 10 %, para posteriormente ir incrementando la dosificación del compuesto hasta encontrar el punto de satisfacción y bienestar óptimo.
CBD, un compuesto revolucionario
Según has podido comprobar, el CBD presenta las propiedades beneficiosas de la planta del cannabis sin los perjuicios derivados de su consumo de forma clásica. Además de en formato de aceite, es posible encontrar el compuesto en bajo otras formas de presentación. En la actualidad, se comercializa en grageas en muchas farmacias, con combinación con la melatonina.
De todos modos, recuerda que para conseguir un buen descanso será necesitaremos poner en marcha otros buenos hábitos de vida. Es importante hacer ejercicio físico de manera regular, acostarse temprano y evitar el uso de dispositivos móviles justo antes de dormir. Así no se perjudicará la síntesis endógena de melatonina, una hormona determinante en la regulación de los ciclos de sueño y de vigilia.
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