Cerebro creativo: mentes libres, emotivas y conectadas

Cerebro creativo: mentes libres, emotivas y conectadas
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 05 abril, 2018

El cerebro creativo es increíble. Es juguetón, es emotivo, libre e incansable. No cree en las cosas finitas, para él el mundo está lleno de posibilidades y elige estar conectado con todo para aprender de casi cualquier estímulo. A menudo ni siquiera sabe cómo se le han ocurrido ciertas cosas, porque las ideas surgen en sus mentes como destellos, como peces dorados que sobresalen sobre los demás.

Decía Steve Jobs que la creatividad llega cuando aprendemos a conectar elementos. Es relacionar nuestra realidad con experiencias pasadas y atrevernos a crear cosas nuevas y desafiantes. Esas que en un primer momento no todo el mundo entiende, pero que más tarde abrirán otras posibilidades y esa innovación que toda empresa necesita, ese capital humano que nuestra sociedad debería apreciar tal y como se merece.

 “Las personas creativas contienen extremos contradictorios; en lugar de ser un “individuo”, cada uno de ellos es una multitud.”

-Mihaly Csikszentmihalyi-

Así, y por curioso que nos resulte, a día de hoy aún mantenemos ideas equívocas sobre la creatividad y el cerebro creativo. Pensamos, por ejemplo, que la capacidad para crear ideas innovadoras y originales se relaciona con la inteligencia. Aún más, hay quien sigue manteniendo el modelo del hemisferio derecho como foco y origen de nuestra creatividad. No es cierto. Los mitos siguen emborronando muchas ideas que la ciencia ha demostrado o falsado desde hace tiempo.

Entendamos en primer lugar que la creatividad es una capacidad con la que todos venimos al mundo. Entendamos también que para potenciarla, para servirnos de ella debemos empezar a ver el mundo y a nosotros mismos de otra forma. Hablaremos de ello a continuación.

mujer con pompas de jabón potenciando su cerebro creativo

¿Cómo funciona el cerebro creativo?

El cerebro creativo funciona de manera diferente. Un estudio reciente publicado en la Academia Nacional de Ciencias nos revela algo que los neuropsicólogos ya intuían: las personas creativas presentan unas estructuras neuronales mucho más conectadas que el resto. A través de pruebas de resonancia magnética pudo verse cómo la conectividad funcional y neural es mucho más compleja, fascinante casi.

Por tanto, aquí se cae una vez más la idea de asociar la creatividad al hemisferio derecho en exclusiva. Porque la persona acostumbrada a generar ideas innovadoras, arriesgadas y originales presenta una sinfonía de interacción inmensa en ambos hemisferios, el izquierdo y el derecho. Ahora bien, los descubrimientos sobre el cerebro creativo no se quedan aquí, presentan particularidades aún más interesantes.

Un pensamiento flexible y con tolerancia a la incertidumbre

Como ya sabemos, la arquitectura neuronal de la persona creativa está más conectada y es más densa. Esto viene explicado también por su enfoque mental siempre flexible, abierto a la ambigüedad y a la incertidumbre. Mientras las mentes más rígidas son incapaces de aceptar los datos contradictorios, la persona creativa los ve cómo un desafío e intenta buscar explicaciones, juega con las probabilidades, con los heurísticos

La alta inteligencia no explica la creatividad

Las personas creativas no presentan, por término medio, un cociente intelectual especialmente llamativo. Todos recordamos, por ejemplo, el famoso estudio que llevó a cabo el psicólogo Frank X Barron llevó en 1956. Reunió en un antiguo caserón de la Universidad de Berkeley a reconocidos arquitectos, científicos y escritores como Truman Capote, William Carlos Williams y Frank O’Connor. Quería entender cómo funcionaban las mentes más creativas del país.

figura con corazón potenciando su cerebro creativo

Lo que descubrió en esos días con aquel variado grupo de personalidades fue lo siguiente:

  • Presentaban una apertura a la vida interior más profunda. Eran reflexivas, sabían analizar sus emociones, tomaban contacto son sus necesidades internas.
  • La motivación, la ilusión por aprender, por descubrir cosas o por mostrar al mundo nuevas ideas, conceptos o historias era algo que todos compartían.
  • Existía a su vez un componente emocional y moral. La mayoría presentaban unos nobles valores.
  • Aceptaban el desorden, incluso les inspiraba.
  • Tenían un punto de locura muy peculiar, una mirada a instantes infantil, juguetona y  ansiosa por ir más allá de lo establecido, por asombrarse, por disfrutar de las cosas más elementales…
  • Dentro de un margen, les encantaba asumir riesgos.

El cerebro creativo y la introspección

Otro rasgo característico de las personas creativas es su introspección. Presentan una mayor autoconciencia y saben conjugar sus áreas más “oscuras” y también las más relucientes. Este aspecto, el poder ser consciente de las propias limitaciones, de los defectos o hechos más convulsos es a menudo sinónimo de una mejor salud mental.

La creatividad es desordenada a nivel neurológico

El neurólogo Marcus Raichle realizó un interesante trabajo en el 2001 sobre la creatividad, en él concluyó con algo revelador. El cerebro creativo es tremendamente desordenado. Ya sabemos que la innovación creativa no se localiza en el hemisferio derecho. En realidad, es increíblemente dispersa.

  • Así, el doctor Raichle habló de la “red de la imaginación”, la cual, involucra muchísimas regiones cerebrales: áreas de la superficie medial del cerebro, así como los lóbulos frontal, parietal y temporal.
  • Por otro lado, otro proceso que caracteriza al cerebro creativo es lo que se conoce como “cognición autogenerada”. Es decir, la capacidad de soñar despiertos, rumiar o dejar que las mentes divaguen.
chico con cámara potenciando su cerebro creativo

Mihaly Csikszentmihalyi, después de más de 30 años estudiando a las personas creativas nos señala que son personalidades complejas; es como si en su cerebro no habitara una sola persona. Es como si en ellos hubiera un equipo entero de profesionales demandando cosas, sugiriendo ideas y nuevos intereses.

Son esas voces las que les motivan. Sin embargo, también son ellas las que a veces, les sugieren demasiadas ideas, demasiados proyectos… a veces contradictorios. De hecho, es este uno de los problemas más comunes del cerebro creativo: aprender a controlar todos esos flujos de ideas, emociones y cogniciones, etc.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.