Masturbación femenina: 30 técnicas para aumentar el placer
La masturbación femenina sigue siendo un tema tabú en muchas culturas, pero se trata de una parte natural y saludable de la sexualidad humana. Ofrece numerosos beneficios para la mente y el cuerpo, además de ser una fuente de placer que permite explorar distintas técnicas.
Con movimientos específicos de tus dedos, el juego con temperaturas, la danza de la almohada y la ayuda de algunos objetos eróticos, como unas cuentas anales o un dildo, puedes aprender a estimularte de una forma diferente y muy gratificante. No solo te ayudará a reducir el estrés, sino que también aumentará tu autoestima y tu satisfacción sexual. Descubre cómo aprovechar al máximo de esta experiencia íntima.
Antes de comenzar, lava bien tus manos y busca un espacio tranquilo. Tómate tu tiempo para experimentar.
1. Las zonas erógenas
Acarícialas para empezar a excitarte y reconocer el mapa de placer. Con movimientos suaves y deliberados, explora áreas como el cuello, la entrepierna, el perineo, los pezones y otras zonas erógenas.
2. Movimientos verticales
Centra la atención en el clítoris, en la parte de arriba de la vulva, donde los labios internos se unen. Comienza tocando las zonas aledañas a él para que te vayas excitando un poco más. Luego, empieza a acariciarlo de manera delicada con tu dedo, mientras lo deslizas de arriba hacia abajo.
3. Movimientos horizontales
Esta variante propone un cambio de dirección. Mueve tu dedo de izquierda a derecha sobre tu clítoris, de manera suave y delicada. Después, incrementa de manera gradual la intensidad de la presión y la velocidad del movimiento.
4. Movimientos en zigzag
Es la combinación de las dos anteriores. Como su nombre lo indica, mueve tu dedo en forma de zigzag de arriba hacia abajo sobre tu clítoris. También puedes hacer este movimiento de manera más amplia, desde la abertura vaginal.
5. Movimientos circulares
Esta técnica se realiza moviendo el dedo en forma de círculo sobre el clítoris. Puedes optar por hacerlo siguiendo la dirección de las manecillas del reloj o en sentido contrario.
Además, existe la opción de trazar medio círculo y luego retroceder, tal y como si dibujaras la letra C. Otra variante interesante es iniciar con un círculo amplio alrededor de este punto y luego disminuir su amplitud de forma lenta, como si dibujaras una espiral.
6. Caricia extensa
Desliza tus dedos con suavidad desde la base hasta la cima de tu vulva. En un recorrido largo y lento, cubre con ellos toda tu zona íntima. Presta atención a las sensaciones de tu cuerpo e identifica las áreas que te generan mayor placer.
7. Toca el «punto U»
Aunque muchas mujeres no están familiarizadas con el «punto U», su estimulación puede ser gratificante y desencadenar orgasmos intensos. Esta zona está situada entre el clítoris y la abertura vaginal. Para acariciarla, usa alguno de los movimientos anteriores que ya has aprendido.
8. Presión suave
La idea es que utilices tus dedos, salvo por el pulgar. Con ellos, ejerce presión hacia adentro, y luego hacia afuera. Mientras haces esto, también puedes dar golpecitos en tu clítoris con tu otra mano.
9. Cruce de piernas
Este método destaca por el incremento de presión al cruzar las piernas. Solo debes entrelazar las piernas, ejercer algo de fuerza y explorar tu clítoris con toques suaves. Varía los movimientos para que disfrutes de diferentes sensaciones.
10. Las perlas
Hay varias técnicas de masturbación para las mujeres que requieren de un apoyo externo. En este caso, necesitas un juguete sexual: un collar de perlas o cuentas anales. Ubica el collar entre tus piernas y deslízalo hacia adelante y atrás. Tienes la opción de hacerlo sentada sobre tus rodillas o de pie.
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11. Estimulación labial
Estimular la zona de los labios vaginales puede ser un juego previo excitante. Aunque no te lleve al orgasmo, prepara el terreno para técnicas más intensas.
Existen diversas maneras de explorar esta zona. Puedes deslizar uno o más dedos de arriba hacia abajo, presionar y juntarlos, utilizar lubricante para una mejor sensación o emplear diferentes juguetes eróticos.
12. Exploración vaginal
Comienza masajeando la entrada vaginal, antes de introducir tus dedos o un juguete sexual, como un consolador, unas bolas chinas o vibradores. Asegúrate de que la zona esté bien lubricada para evitar incomodidades. Una vez lista, mueve el dedo o el juguete de forma circular mientras lo metes y sacas, o realiza caricias, como te resulte más placentero.
13. El «punto G»
Reclínate en la cama, eleva las rodillas y abre tus piernas. En esta postura, puedes introducir tu dedo medio y el índice en tu vagina. Una vez que te sientas cómoda, busca y acaricia el punto G, situado en la parte superior interna de la vagina, aproximadamente a cinco centímetros de la entrada.
Un movimiento sugerido es el de «ven aquí», que implica mover el dedo índice de forma semejante al gesto de indicarle a alguien que se acerque. Incrementa la velocidad y la presión conforme te acercas al orgasmo. Si no alcanzas el clímax, no te alarmes, cada cuerpo es diferente.
14. Exploración anal
Inicia con un suave masaje alrededor de la entrada anal. Luego, con delicadeza, introduce un dedo o un juguete sexual en el ano. Empieza por algo más chico y usa lubricantes de ser necesario. Alterna entre movimientos circulares de entrada y salida, mientras aumentas el ritmo según te lo pida tu cuerpo. Puedes usar vibradores, plugs o bolas anales. Asegúrate de asearlos bien antes y después.
15. Estimulación combinada
Puedes utilizar ambas manos o una mezcla de dedos y juguetes sexuales para estimular, al mismo tiempo, el clítoris, otras zonas de la vulva y la vagina. Otra opción es usar juguetes de doble estimulación, que logran el cometido por sí mismos.
Experimenta con ritmos diferentes en cada zona. Por ejemplo, realiza movimientos rápidos y una penetración más lenta en la vagina. La idea es descubrir diferentes sensaciones, así que prueba con varios tipos de caricias, ya sea frotar, tirar o pellizcar.
16. Imaginación sexual
Visualiza escenas eróticas que te exciten. Puedes pensar que estás en un lugar muy exótico teniendo relaciones con esa persona que despierta tu deseo. La clave es que encuentres las fantasías sexuales que te estimulen y te enfoques en esa sensación.
17. Posturas sexuales
Prueba diferentes posiciones sexuales para darte placer: acostada boca arriba, tirada boca abajo, con las piernas extendidas, sentada encima de tu mano. Permite que tu imaginación te sugiera nuevas poses.
18. La ducha
Utiliza el chorro de agua de la ducha para estimular las zonas erógenas. Ajusta la temperatura y la presión del agua según tu preferencia. El agua tibia puede ayudar a relajar los músculos y aumentar el flujo sanguíneo, lo que puede intensificar las sensaciones.
19. Movimientos pélvicos
Mueve la pelvis, de arriba hacia abajo, mientras estimulas las zonas sensibles de tu cuerpo. Encuentra un tempo que te guste. Esta técnica permite una doble estimulación y ayuda a descubrir ritmos y movimientos que aumentan el placer.
20. Succión
Emplea un succionador de clítoris. Estos juguetes pueden simular la sensación de succión oral y proporcionar una estimulación intensa y focalizada. Puedes explorar diferentes intensidades de succión, de acuerdo con lo que te resulte más agradable.
21. Reflejo erótico
Verte a ti misma mientras te tocas es una de las técnicas más placenteras. Para ello, debes usar un espejo que te permita explorar y visualizar las zonas genitales al tocarte. Ver tu propio cuerpo y cómo responde a la estimulación puede ser una experiencia muy excitante y educativa.
22. Juego de temperaturas
Moja tu dedo en agua tibia y luego acaricia tu clítoris. Una vez acostumbrada a la sensación, modifica poco a poco la temperatura del agua, ya sea elevando su calidez o descendiendo hacia una frescura más intensa. Es esencial mantener las temperaturas en un rango agradable y evitar los extremos que puedan resultar incómodos.
23. Estimulación cinematográfica
Observa una película erótica al momento de explorar tus zonas erógenas. Permite que las escenas guíen tu imaginación. Esta técnica puede ayudarte a descubrir nuevas fantasías y aumentar la excitación.
24. Deslizamiento sedoso
Emplea lubricantes para crear una sensación suave y resbaladiza que facilite la estimulación y la exploración. Los lubricantes también pueden reducir la fricción y permitir una estimulación más delicada y prolongada. Puedes usar alguno con efecto frío o caliente para generar sensaciones térmicas.
25. El audio erótico
Una idea menos usual es escuchar grabaciones que desencadenen tu excitación y deseo. Pueden ser relatos eróticos, gemidos o cualquier sonido que evoque sensualidad. Escucharlos puede dejar volar tu imaginación para intensificar el placer.
26. Exploración de territorios
Explora tu cuerpo en un lugar nuevo que te haga salir de tu zona de confort y que pueda añadir un poco de emoción o novedad a la experiencia. Ya sea en una habitación diferente, en la ducha, o en un sitio más aventurado: cambiar el entorno puede refrescar tus vivencias eróticas.
27. Danza de la almohada
Frota tu zona íntima sobre la almohada. Su textura suave contra la piel puede proporcionar una sensación gratificante. Asimismo, el movimiento rítmico puede ayudarte a conseguir mayor excitación.
28. El abrazo sensual
Otra de las formas para tocarse consiste en encerrar el clítoris entre el dedo índice y el pulgar de forma suave, como si fuera una especie de abrazo. Luego, con movimientos delicados y coordinados, cada dedo se desplaza en direcciones opuestas alrededor de esa zona.
29. El jardín de los aromas
Utiliza aceites esenciales con aromas seductores para masajear y explorar tu cuerpo. Permite que el sentido del olfato se entrelace con el tacto en una danza sensual.
30. El dildo
Puedes usar también un dildo para simular la penetración de un pene. La industria de los juguetes sexuales es muy amplia, por lo que puedes probar con varios a la vez hasta encontrar aquellos que te resulten más placenteros. Así, puedes gozar de diferentes sensaciones en la privacidad de tu habitación.
Beneficios de la masturbación femenina
Además de que es una práctica segura si se tiene una correcta higiene de manos, existen muchas asociaciones entre el autoplacer y la salud física, mental y sexual. Siempre y cuando no se trate de masturbación compulsiva, estas son las ventajas más relevantes:
- Favorece el sueño. Autoestimularse hasta el orgasmo genera sensaciones placenteras que favorecen la calma y el descanso.
- Aumenta el placer y reduce el estrés. Como fomenta los orgasmos y libera dopamina, es capaz de mejorar el bienestar mental y sexual.
- Permite conocerse mejor. Ayuda a entender mejor tu cuerpo, saber qué te hace disfrutar, sentir mayor control y ganar confianza en ti misma.
- Alivia el dolor menstrual. Las endorfinas y otras hormonas aumentan el umbral del dolor. A su vez, llegar al orgasmo podría abrir el canal cervical y lograr un efecto analgésico.
- Mejora la salud general. Fortalece la salud cerebrovascular y cardiovascular, estimula la lubricación vaginal, reduce el riesgo de tener infecciones, tonifica el suelo pélvico y promueve una menor atrofia vaginal.
El autoerotismo es natural y saludable
Practicar la masturbación tiene muchos efectos positivos para las mujeres, tanto a nivel físico como mental y emocional. Es necesario desmontar sus mitos para que las mujeres puedan gozar de una sexualidad sana y positiva, donde no se sientan cohibidas o reprimidas.
Este acto se realiza desde una edad temprana y no tiene impacto en la virginidad (que carece de base biológica), ni implica insatisfacción sexual o promiscuidad. Por eso, aunque incomoda a muchos, debe ser visto como algo natural y beneficioso.
¡No tengas vergüenza de experimentar con las diferentes técnicas que presentamos! Practica una o muchas, y varía los ritmos hasta encontrar aquellos métodos que te hagan sentir mejor. No dejes de gozar de los beneficios de darte placer.
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