¿Cómo dar el pésame?

Dar el pésame es un acto de empatía y amor hacia el otro; se trata de acompañar a la persona en el duelo. Ahora bien, más allá de la voluntad, ¿cuál es la forma acertada de hacerlo?
¿Cómo dar el pésame?
Laura Ruiz Mitjana

Escrito y verificado por la psicóloga Laura Ruiz Mitjana.

Última actualización: 22 diciembre, 2020

Seguramente todos y cada uno de nosotros hemos tenido que acudir alguna vez a un funeral, ya sea porque ha fallecido alguien de nuestro entorno o porque acompañamos a algún familiar o amigo en el proceso. Sea como sea, en esos momentos nos toca afrontar la siguiente situación: transmitir el pésame a la familia (o amigos) de la persona fallecida. También podemos dar el pésame aún y cuando no vayamos al funeral (sobre todo ahora con la época de la pandemia). Pero, ¿cómo dar el pésame?

¿Hay alguna manera mejor que otra de hacerlo? ¿Es lo mismo hacerlo por teléfono que por escrito? ¿Qué debemos tener en cuenta? Os dejamos algunas ideas para hacerlo, aunque lo más importante siempre será actuar de forma honesta, tal y como lo sintamos, respetando y entendiendo el dolor del otro. Se trata de conectar con su dolor y de ofrecerle una mano amiga. Finalmente, hablaremos de algunas ideas iniciales para acompañar a una persona en su proceso de duelo.

Mujer triste

¿Cómo dar el pésame?

¿Cómo dar el pésame? Para empezar, deberemos diferenciar una serie de situaciones, ya que no es lo mismo dar el pésame por escrito, que por teléfono o en persona.

Dar el pésame por escrito

En el caso de que optemos o no nos quede más remedio que decantarnos por esta opción, ya sea porque no podemos acudir al velatorio o al entierro o por otras razones, podemos optar por hacerlo a través de una tarjeta o de una carta de condolencias. Las tarjetas de condolencias son imágenes que incluyen alguna frase de condolencia junto a un dibujo de fondo, generalmente un conjunto de flores.

En el caso de las cartas, estas son más largas y más íntimas (todo depende de la relación que tengamos con la persona), y responden más a una necesidad de empatizar con la familia del fallecido cuando no hemos podido acompañarla en este momento tan duro. Tú deberás elegir una opción u otra, teniendo en cuenta la confianza que tienes con la persona a la que quieres acompañar en su dolor.

Dar el pésame por teléfono

En el caso de tener que dar el pésame por teléfono, aunque quizás no sea lo mejor en estos momentos de duelo, a veces no tenemos otra opción. Dar el pésame por Whatsapp suele ser muy frío, así que priorizaremos el uso del teléfono.

Lo mejor es que expreses lo que sientes con honestidad. Debemos evitar acudir a frases “típicas” y vacías, y ser todo lo sinceros que podamos. No hace falta un escrito muy extenso, sencillamente, podemos optar, por ejemplo, con un: “Siento mucho tu pérdida“, “Estoy aquí para lo que necesites”, etc. Esto dependerá también de la relación que tengamos con la persona.

Dar el pésame en persona

Quizás el más difícil, aunque, una vez más, debemos optar por la naturalidad, y por expresar lo que sintamos de forma sincera. Cuando acudimos al tanatorio y debamos dar el pésame, esperaremos a que la familia esté más o menos libre y en un momento en el que parezca que están un poco tranquilos, para acercarnos y comunicar nuestro pésame.

No hay una frase “correcta” para ello, aunque de manera típica se utilice “te acompaño en el sentimiento”. Podemos usar esta frase pero añadirle algo más, algo que sintamos, esto es opción de cada uno.

Aquí recomendamos (igual que haríamos por teléfono), preguntar a la persona si necesita algo, ofrecerle nuestra ayuda y nuestro consuelo, etc. Las palabras las acompañaremos con un gesto de abrazo, beso o apretón de manos, según la relación que tengamos con la persona.

“Aunque las palabras no sean consuelo, espero que sepas que estoy aquí para ti”.

¿Cómo acompañar en el duelo?

Más allá de dar el pésame, muchas veces debemos afrontar una tarea aún más complicada, que es acompañar a la persona en su duelo. Eso no significa simplemente “animarla”, sino, como propone el psicólogo, divulgador y psicoterapeuta Luis Muiño, fluir con la otra persona y acompasarnos a su ritmo.

Según él, no existe ninguna técnica universal para acompañar a alguien en el duelo, aunque sugiere lo siguiente: “La gente que mejor acompaña es la que no tiene ninguna expectativa previa”. ¿Qué quiere decir esto? Que nos adaptaremos a lo que necesite la otra persona: “¿Quieres quedarte en casa llorando? Pues nos quedamos en casa. ¿Quieres comer? Pues comamos. ¿Quieres salir de fiesta? Salgamos”.

Y es que, aunque parezca sencillo, hacer esto es de lo más difícil, ya que implica olvidarnos de nuestro propio ego y de nuestras expectativas, de las técnicas que nos funcionan a nosotros y saber decir “voy a acompasarme a lo que haga y necesite la otra persona”.

El “efecto goma”

Por otro lado, también podemos acudir al llamado “efecto goma”, que implica estar vinculado a la otra persona, fluyendo con ella, pero permitiéndole sus espacios. Es decir, cuando la persona tire de mí, me acerco, y cuando no quiera, me alejo.

Deberemos respetar los ritmos, ya que no hay nada peor que necesitar ese espacio de soledad y no disponer de él.

Chica triste por duelo con su amiga consolándola y dándole el pésame

Dar el pésame: algo muy personal

Después de ver algunos consejos sobre dar el pésame, y otras ideas para acompañar en el duelo, resulta evidente lo siguiente: no hay ninguna fórmula mágica ni universal. Sencillamente, poner en práctica la empatía y expresar nuestro afecto por el otro. Sea como sea, dar el pésame no debería ser, para nada, algo tabú, y tampoco algo muy artificioso o elaborado previamente.

Se trata de comunicarle a la persona que sentimos su pérdida y que le acompañamos en su dolor. Con seres más cercanos, es probable que nos nazca hablar un rato con esa persona, abrazarla, besarla… Y estará genial. Y con gente que no lo es tanto, podemos optar por las palabras “te acompaño en el sentimiento”, o “siento mucho tu pérdida”, acompañadas de un gesto de cercanía como una caricia en el hombro.

Y sobre todo, que no nos preocupe rompernos con (y ante) la otra persona: llorar, sufrir, son emociones totalmente comprensibles ante una pérdida y forman parte del proceso de duelo. Además, son una manera de decirle al otro “estoy aquí, siento lo mismo que tú, te entiendo”, lo que nos permitirá validar sus emociones y que ésta pueda sentirse un poco más acogida.

“Cuando los que amamos parten, pasan de vivir entre nosotros a vivir en nosotros”.


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  • Pérez, P. (2006). Trauma, culpa y duelo. Hacia una psicoterapia integradora. Desclée de Brouwer.

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