¿Cómo dejar de fumar porros?

Dejar de fumar porros es un proceso complejo que muchas personas sienten la necesidad de afrontar. ¿Cómo conseguirlo? Os dejamos una serie de estrategias que siempre van a ayudar.
¿Cómo dejar de fumar porros?
Laura Ruiz Mitjana

Escrito y verificado por la psicóloga Laura Ruiz Mitjana.

Última actualización: 03 febrero, 2021

¿Cómo dejar de fumar porros? ¿Existen técnicas específicas que nos pueden ayudar? Antes de entrar en materia, conviene recordar que una adicción es una enfermedad basada en la búsqueda de alivio (o en la búsqueda de sensaciones gratificantes) a través del consumo o uso de sustancias que suelen ser tóxicas.

Podemos volvernos adictos prácticamente a cualquier “cosa”, aunque lógicamente hay sustancias más susceptibles que otras de generar adicción. En el caso del cannabis, se trata de una droga depresora del sistema nervioso, que se compone en parte de la molécula de THC o tetrahidrocannabinol. Este compuesto constituye el elemento psicoactivo de la planta del cannabis.

¿Cómo dejar de fumar porros?

Dejar de fumar porros se convierte en una ardua tarea para muchos, ya que las adicciones son trastornos complejos de los que no siempre es fácil salir. Esto se explica por la gran dependencia física y psicológica que manifiestan las personas a todo tipo de sustancias, entre las que encontramos el cannabis.

Para acompañaros en este proceso, os proponemos 5 recomendaciones propuestas por especialistas en adicciones. Estas ideas puedes empezar a aplicarlas cuando te veas preparado para iniciar el abandono del consumo de porros.

Adolescentes fumando en un parque

Pregúntate por qué quieres dejarlo

Hay muchas personas que se lanzan a intentar dejar de fumar porros, pero que lo hacen sin mucha reflexión previa, es decir, de forma casi impulsiva. ¿El resultado en la mayoría de los casos? Una recaída a los pocos días. Por ello, resulta tan importante la fase de preparación al cambio en las adicciones, en la que la persona ya ha tomado la decisión de revertir su situación y empieza a plantearse cómo hacerlo.

Así, el primer paso a la hora de dejar de fumar porros es preguntarse lo siguiente: ¿me lo estoy planteando seriamente? ¿Por qué quiero dejar de fumar porros? Una vez se identifiquen las razones, será conveniente apuntarlas e interiorizarlas; se trata, en cierta manera, de reunir las motivaciones suficientes para iniciar este proceso.

Acompaña la decisión con otros cambios

El hecho de abandonar el consumo de cannabis implica una consecuencia directa en el organismo, a nivel fisiológico y psicológico: el temible síndrome de abstinencia. Con él, llegan sensaciones y emociones muy negativas para el organismo que tenemos que lidiar: irritabilidad, problemas para dormir, dolores de cabeza, sudoración excesiva, ansiedad y depresión…

De esta forma, los expertos aseguran que implementar pequeños cambios en nuestra vida, además del hecho de dejar de consumir, puede beneficiarnos a la hora de conseguir nuestros objetivos. Estos cambios tendrán que ver con hábitos de vida saludables: practicar ejercicio, comer de forma variada y equilibrada, respetar nuestros horarios y rutinas de sueño… En definitiva, cuidarse, ya que estamos en un momento especialmente delicado.

Cuida tu nuevo entorno

Las personas que se enfrentan al arduo proceso de dejar de fumar porros pueden tener la tentación de seguir quedando con sus amigos (consumidores de cannabis). Y no es algo que se deba evitar a largo plazo, pero sí al inicio del proceso. Sobre todo si antes quedábamos con ellos únicamente para fumar porros.

En estos casos, el cuerpo y la mente asociarán, de forma inconsciente e inmediata, esas compañías con el hábito tóxico de los porros. Es muy difícil seguir haciendo la vida de antes si queremos implementar esta cambio tan importante para nosotros.

Así, es recomendable cuidar (y seleccionar) el entorno en el que nos movemos justo después de iniciar el proceso de desintoxicación. Cuantos menos estímulos nos recuerden a ese hábito, más fácil lo tendremos (esto en psicoterapia se denomina control de estímulos).

Trabaja en la dependencia emocional

Cuando una persona consume porros, lo hace por varias razones. Entre las más frecuentes encontramos: la dependencia física o fisiológica y la dependencia emocional o psicológica. La dependencia física, aunque es dura, suele desaparecer a las pocas semanas de fumar porros; en cambio, la dependencia psicológica deja una huella mucho más profunda en el sujeto.

Porque es la que se relaciona con todas aquellas facetas o problemas de nuestra vida que hemos ido “tapando” a través de fumar porros. Así, muchas personas fuman para evadirse, para desconectar de su realidad. Pero cuando abandonan el consumo, salen a la luz todas aquellas cosas que pretendían “tapar” con el consumo, y es entonces el momento de afrontarlas, sin anestesia.

Por ello, un paso clave a la hora de dejar de fumar porros es trabajar en esta dependencia, a través de: tomar conciencia de qué estábamos intentando “tapar” (¿Un duelo pendiente? ¿Carencias? ¿Sufrimiento emocional? ¿Miedos?) y expresar lo que sintamos a cada momento.

Acude a terapia

Finalmente, otra de las recomendaciones a la hora de dejar de fumar porros u otras sustancias tóxicas por parte de los especialistas en adicciones es pedir ayuda especializada. Esto será especialmente importante cuando sintamos que “solos no podemos”.

La terapia psicológica es una herramienta adecuada para tratar este y otros problemas de salud mental que nos permitirá avanzar de forma más fluida durante este proceso tan complejo que implica dejar atrás una adicción.

Un buen psicólogo en adicciones nos ofrecerá las estrategias que necesitemos para ir afianzando los cambios y los éxitos que poco a poco vamos consiguiendo. Así que, si te estás planteando dejar de consumir porros, además de aplicar las ideas clave anteriores, te recomendamos que solicites ayuda profesional.

Adolescente haciendo terapia

Dejar de fumar porros: breve síntesis

Si te encuentras en una etapa en la que ya te has planteado (o estás empezándote a plantear) dejar de fumar porros, quizás sea el momento de ponerse manos a la obra. Como hemos venido indicando, lo primero será tener claro que queremos dejarlo (y por qué), y anotar todos las razones que nos motiven a ello.

Después, deberemos ir implementando hábitos saludables que nos permitan permanecer fuertes y con energía durante esta etapa. Finalmente, trabajar en la dependencia emocional también será un aspecto fundamental, así como pedir aquella ayuda profesional necesaria capaz de brindarnos un acompañamiento adecuado para avanzar en esta nueva etapa.


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  • Gorski, T. (2008). El viaje hacia la recuperación. México: Grupo Editorial Patria.
  • Prochaska, J.O., y Diclemente, C.C. (1986). Hacia un modelo integral de cambio. En el tratamiento de conductas adictivas. Boston, MA: Springer US.

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