¿Cómo nos afecta el cambio de hora?
Dos fines de semana al año, una buena parte del hemisferio norte realiza un cambio de hora para aprovechar más las horas de luz. La idea proviene de muy antiguo, siendo propuesta por primera vez por Benjamin Franklin en 1784 con el objetivo de reducir el consumo de velas y lámparas de aceite.
Pese a ello, el cambio de hora no se regularizó hasta 1974 en la mayoría de países occidentales. En España, este cambio de hora se reguló en 2002 mediante un Real Decreto, y aunque en principio debería renovarse cada cinco años, desde la Unión Europea se le ha dado un carácter indefinido a esta costumbre.
Aunque algunos expertos discuten la efectividad del cambio de hora, esta costumbre está ya muy arraigada en nuestras vidas como para dejar de realizarla sin más. Sin embargo, ¿sabemos cómo afecta el cambio de hora a nuestro organismo? En este artículo te contamos lo que dice la ciencia al respecto.
Cómo afecta el cambio de hora a nuestro organismo
Según los expertos, nuestro cuerpo no se adapta muy bien a los cambios de hora. Cuando “perdemos” o “ganamos” una hora, nuestro ritmo circadiano se altera, de tal manera que se pueden producir una serie de efectos negativos. Estos cambios en el ritmo circadiano se producen principalmente cuando viajamos a otra zona horaria, pero podríamos considerar que un cambio de hora es el equivalente a desplazarnos un huso horario hacia el este (en el caso de adelantar una hora) o hacia el oeste (en el caso de atrasarla).
Sin embargo, se ha descubierto que nuestro ritmo circadiano también se ve alterado por otros factores, como acostarnos tarde durante el fin de semana o la falta de un ciclo de sueño regular. Por lo tanto, aunque el efecto de cambiar una hora puede ser perceptible, no se trata de un problema aislado.
Algunas de las consecuencias más impactantes del cambio de hora en nuestro cuerpo son las siguientes:
- Mayor probabilidad de accidentes de tráfico.
- Aumento del número de infartos.
- Mayor número de casos de depresión.
Veamos cada una de ellas.
1- Mayor probabilidad de accidentes de tráfico
Uno de los estudios más sorprendentes relacionados con el cambio de la hora fue el realizado en 1999 por John Hopkins en la Universidad de Stanford. En él, se vio que la posibilidad de sufrir un accidente de tráfico se incrementaba en un 5% el lunes posterior a los cambios de hora.
Más adelante, otro estudio financiado por la Universidad de Colorado encontró que los resultados eran todavía más preocupantes, con un aumento de hasta el 17%. A pesar de que la hora parezca no tener nada que ver con los accidentes, los datos no mienten. Pero, ¿por qué se produce este incremento?
El aumento en los accidentes de tráfico tras un cambio de hora podría estar explicado por una hormona llamada melatonina. Encargada de regular los ciclos del sueño, es una de las principales responsables de que nos sintamos alertas por la mañana. Si se produce un cambio brusco en nuestros patrones de sueño, por lo tanto, nos sentiremos mucho más cansados y menos atentos durante el día.
2- Aumento del número de infartos
De manera similar, un estudio realizado en 2012 por la Universidad de Alabama sugirió que el número de ataques al corazón sufría un incremento los tres días posteriores al cambio de hora. Otros estudios también muestran un pequeño aumento en el número de derrames cerebrales.
¿Cuál es la causa de estos dos fenómenos? Aparentemente, perder una hora de sueño provoca todo tipo problemas en nuestro cuerpo: aumento del cortisol, pérdida de la eficacia en el sistema inmune y la sensación de tener menos energía. Aunque estos problemas no son peligrosos para la población general, en el caso de una persona con un riesgo previo de sufrir un ataque podrían convertirse en el detonante de un infarto o un derrame.
3- Mayor número de casos de depresión
Por último, algunos estudios muestran que el cambio de hora podría estar relacionado con el síndrome depresivo estacional. Este trastorno tiene que ver con la falta de exposición a la luz solar, lo que puede afectar a nuestra salud tanto física como mental.
Al cambiar la hora, la cantidad de horas expuestos a la luz solar también puede modificarse. Por otro lado, los efectos de este cambio de hora muchas veces se confunden con los del aumento de la temperatura. En cualquier caso, no deja de ser un cambio al que nos tenemos que adaptar.