¿Cómo tratar a los hijos de mi pareja?

Al empezar una relación con una persona que ya tiene hijos, aprender a relacionarte con ellos puede ser todo un desafío. Por eso, con este artículo, queremos echarte una mano.
¿Cómo tratar a los hijos de mi pareja?
Sara González Juárez

Escrito y verificado por la psicóloga Sara González Juárez.

Última actualización: 28 octubre, 2021

Reconstruir una familia es el objetivo de muchas personas, pero no es un camino fácil. Cuando comienzas una relación con alguien que tiene hijos, no saber cómo tratar a los hijos de tu pareja puede ser un obstáculo que termine con la relación.

Aunque dos personas decidan separarse, los hijos no participan en esa decisión. Tienen que pasar por un proceso de ruptura y posterior adaptación a una nueva vida, por lo que introducir a una tercera persona en la ecuación suele ser dificultoso para ellos.

Es habitual que durante el proceso aparezcan complicaciones que hay que gestionar. Si es tu caso, en este artículo tienes algunos consejos generales para crear una situación lo más positiva posible con los hijos de tu pareja, así que no te lo pierdas.

8 claves para tratar a los hijos de tu pareja

Lo primero que debes saber es que cada familia es un mundo y que necesitas evaluar la situación de forma independiente. De todos modos, hay ciertas directrices que puedes usar como pilar para construir una relación sana con los hijos de tu pareja. A continuación, puedes leerlas.

1. Vence la tentación de intentar sustituir al progenitor que no está

Es fácil pensar que tu papel consiste en hacer de tutor, ya que eres la pareja de la persona que cría a esos hijos. No obstante, recuerda que no lo eres y que ellos no te van a considerar como tal.

De esta situación nacen los conflictos más típicos, en los que los niños no reconocen la autoridad y se comportan mal como forma de rebeldía ante los intentos de control de la pareja de su progenitor.

Tu relación con los niños debe construirse desde cero y en armonía con la que tienes con tu pareja. No es necesario que piensen que eres su nuevo tutor, sino que se debe establecer una cultura de respeto y cariño entre todos los miembros de la familia.

Hombre hablando con la hija de su pareja en la cocina

2. Convivir de forma progresiva

Si la relación avanza y decidís empezar a convivir, lo mejor será que hagáis este cambio de manera progresiva. De esta forma, podéis ir realizando ajustes de manera gradual y resolviendo conflictos que, de otra manera, amenazarían realmente la convivencia.

También conviene que aprendas a tratar con los hijos de tu pareja antes de iniciar la convivencia. De lo contrario, será empezar a vivir con desconocidos: ni tú ni ellos lo llevaréis bien.

3. Pasa tiempo de calidad con ellos

La mejor forma de estrechar lazos es compartir momentos agradables. Busca intereses en común, actividades divertidas o contextos que faciliten una interacción relajada. De esta manera, no solo os llevaréis mejor, sino que también se abrirán caminos para conoceros mejor.

4. No te inmiscuyas en su educación

Sobre todo al principio, la educación y las normas de convivencia debe marcarlas el progenitor. Tu tarea será adaptarte lo máximo que puedas e ir ajustando la relación y la convivencia a medida que todos los miembros de la familia se acostumbran al cambio de rutina.

Debes respetar lo que tu pareja decide en cuanto a la educación de sus hijos. Tu opinión puede ser válida, pero debes expresarla de forma que no mine su autoridad o crees conflicto de cualquier tipo. Tu autoridad sobre los hijos de tu pareja será siempre con base en lo que ella establezca.

5. Estudia la relación de tu pareja con sus hijos

Debes comprender que la prioridad de tu pareja es el cuidado de las personas de las que es responsable. Eso no hace menos especial vuestra relación ni implica que seas menos que sus hijos. Simplemente, son amores distintos y cada uno de ellos tiene sus características.

6. Establece tus límites a la hora de tratar con los hijos de tu pareja

Tú también tienes necesidades y un ritmo propio de adaptación. Al igual que tú te comprometes a adaptarte y asumir un rol específico, tu pareja y sus hijos no pueden pedirte cosas que no puedes hacer.

Estos límites se pueden consensuar en conjunto por toda la familia, hablarlos con tu pareja primero o ir estableciéndolos a medida que avanzan la relación y la convivencia. Lo importante es hacerlo desde el respeto y la comprensión por las tres partes.

7. Establece una relación cordial con el ex de tu pareja

Este tema es delicado en la mayoría de las ocasiones. No obstante, es realmente conveniente que, como mínimo, evites los conflictos con anteriores parejas de tu actual compañero sentimental.

Si bien es cierto que la situación se puede complicar mucho -sobre todo en casos de abuso-, se tiene que notar tu intención de no querer causar problemas en ese asunto o en la relación de los hijos con su progenitor.

8. Acudid a un profesional

Siempre que os veáis en un punto irresoluble, es buena idea acudir a terapia de familia o de pareja. Muchas veces, desde dentro del conflicto no se ven soluciones que están al alcance de la mano.

Además, si tu nueva familia tiene una condición concreta -enfermedades, situaciones de abuso, etcétera-, una base de apoyo profesional puede ser muy beneficioso.

Pareja en terapia

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Para terminar, ten en cuenta que este proceso tiene como objetivo ser una familia. Los hijos de tu pareja pueden no haberse criado contigo, pero eso no significa que no podáis ser felices juntos ni que tengan que dejar de querer a sus progenitores biológicos.

Es por ello que las únicas directrices realmente universales para tratar con los hijos de tu pareja -y con cualquier persona, en realidad- es tratar de dar lo mejor de ti. Pon por delante la sinceridad, el respeto y la humildad, y el cariño saldrá solo.


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