Constructivismo: ¿cómo construimos nuestra realidad?

El constructivismo es un postulado epistemológico que afirma que somos agentes activos de nuestra percepción y que no recibimos una copia literal del mundo.
Constructivismo: ¿cómo construimos nuestra realidad?
Alejandro Sanfeliciano

Escrito y verificado por el psicólogo Alejandro Sanfeliciano.

Última actualización: 21 marzo, 2023

Durante mucho tiempo, filósofos y científicos se han preguntado cómo percibimos la realidad y cómo adquirimos el conocimiento. En este artículo vamos a hablar de una de las posturas que da respuesta a estas preguntas: el constructivismo. La teoría constructivista nos aporta una visión interesante a la hora de hacer frente al estudio de la psicología.

Antes de hablar del constructivismo per se, tenemos que hacer un repaso de su historia para entender de dónde viene esta postura. Buscando la sencillez en la exposición, vamos a intentar plantearlo siguiendo dos vías diferentes: los antecedentes sobre la adquisición del conocimiento y los antecedentes sobre la percepción de la realidad.

¿Cómo adquirimos el conocimiento?

Características del constructivismo
El pilar del constructivismo es que el conocimiento se basa (se construye) en otro conocimiento.

¿De dónde vienen nuestras ideas y representaciones mentales? Las teorías clásicas que explican esta pregunta se agrupan en dos corrientes: el empirismo y el innatismo.

El empirismo parte de la premisa de que todo nuestro conocimiento viene dado por la experiencia. Hasta la idea más pequeña y simple vendría dada por nuestro ambiente, para luego ser captada por nuestro cerebro y aprenderla.

El supuesto de esta posición es que el conocimiento está por completo fuera del sujeto y este pasa a su mente: puede venir de otros o de la realidad misma, que el sujeto copiaría. El empirismo es una teoría muy acorde al sentido común y ha inspirado a corrientes psicológicas, como el conductismo.

El innatismo nace debido a que el empirismo parece insuficiente. Si bien podríamos aceptar que una buena parte del conocimiento lo hemos adquirido del exterior, no es menos cierto que nacemos con ciertas disposiciones, como la de relacionarnos utilizando un lenguaje sofisticado.

Así, el innatismo parte del postulado de que existen conocimientos o programaciones que no son adquiridas a través de la experiencia. Estos conocimientos -o programaciones- serían, por ejemplo, aquellos que son muy necesarios para organizar nuestra experiencia (categorías de espacio, tiempo, número…).

El problema que nos plantea el innatismo es que se queda corto a la hora de explicar cómo surgen esos conocimientos o por qué aparecen en distintos momentos, y sobre todo por qué existen las diferencias individuales. El constructivismo busca solventar este problema, junto con los problemas que también parece presentar el empirismo.

El constructivismo parte del principio de que la adquisición del conocimiento es el resultado de una interacción continua entre la realidad y el sujeto. El individuo es como un científico intuitivo, recoge datos sobre su realidad y crea interpretaciones sobre su ambiente. Estas interpretaciones nos ayudarían a crear nuestro propio mundo y utilizarlo como base para las siguientes interpretaciones.



¿Cómo percibimos la realidad?

Qué es el constructivismo
En general, existen tres tipos de constructivismo: cognitivo, social y radical.

Esta ha sido también una de las grandes preguntas, y han surgido multitud de posibles soluciones ante ella. La respuesta más intuitiva y de las primeras que nos muestra la historia es el realismo. Desde esta postura se piensa que nosotros recibimos una copia exacta de la realidad, lo que vemos, oímos y tocamos es exactamente lo que percibimos; y todos los individuos lo perciben igual.

El realismo pronto cayó por su propio peso, muchos filósofos se dieron cuenta de que los sentidos no percibían la realidad de forma perfecta. Descartes y Hume incluso llegaron al punto de decir que era posible que no hubiera realidad detrás de los sentidos. Aquí aparece otra de las posibles soluciones, los sentidos nos dan un reflejo impreciso de la realidad. Ya no observamos la realidad de manera directa, esta premisa dice que lo que vemos es una sombra de la realidad.

Aun así, podemos observar algunas deficiencias en esta última explicación. Por ejemplo, a pesar de que todos tenemos los mismos sentidos, no todos percibimos lo mismo en la misma situación. Parece ser que la sombra de la realidad cambia según el individuo que la mire. Aquí es donde el constructivismo nos dice que nuestra percepción no es solo un reflejo, es algo más complejo.

La teoría constructivista nos dice que los sentidos nos aportan información de la realidad, pero esta es demasiado caótica para nuestro cerebro. Por lo tanto, para procesar esta información, el cerebro tiene que estructurarla, y para ello categoriza toda esa información desestructurada en conceptos e interpretaciones. Con esta afirmación la realidad se vuelve algo inaccesible a nosotros.

Principales exponentes del constructivismo

Tal como señala un artículo publicado en Sophia, el origen del constructivismo se lo puede encontrar en las posturas de Vico y Kant planteadas ya en el siglo XVIII. De hecho, se puede observar, incluso, en algunos pensadores antiguos como Jenófanes, Heraclito, Gorgias, Protágoras.

Sin embargo, los autores que dieron origen a la teoría constructivista en la psicología cognitiva fueron Jean Piaget y Lev Vygotski durante la segunda mitad del siglo XX.

Ahora bien, aunque ambos compartieron el principio esencial del constructivismo -que los seres humanos juegan un rol activo en la creación del conocimiento- ambos tenían enfoques diferentes.

Por un lado, Jean Piaget, se enfocó en la construcción de los esquemas cognitivos que una persona configura en relación con su entorno.

En cambio, Lev Vygotski, se centró en estudiar la influencia que tenía el entorno, y el medio social, en la construcción interna que generaban las personas, y que por supuesto eso influía en su comportamiento. Es por ello que el enfoque de este autor es lo que se conoce como constructivismo socio–cultural.

Constructivismo y socioconstructivismo

En resumen, podemos entender el constructivismo como un postulado epistemológico. En el cual nosotros somos agentes activos de nuestra percepción, no recibimos una copia literal del mundo.

Somos nosotros, a través de nuestras percepciones, los que le damos forma al mundo que hay dentro de nosotros, pero también afuera. Ahora bien, si cada uno de nosotros es una persona activa que construye su realidad, ¿cómo es posible que todas las personas tengan una visión de la realidad muy parecida?

Para hallar respuesta a esto, podemos acudir al psicólogo Vigotsky y su teoría socioconstructivista basada en la cultura. A pesar de que cada uno construye su mundo, todos nacemos en una sociedad y cultura que nos guía.

Al nacer inmersos en una cultura, esta no solo orienta nuestras interpretaciones, sino que también cogemos prestada de ella multitud de construcciones. Una evidencia a favor de esto es que nuestras construcciones de la realidad se asemejan más a las de las personas de nuestra cultura que a las de personas de países distantes.



El constructivismo en la educación

Constructivismo y educación
El constructivismo se tiene en cuenta tanto como una teoría educativa como un postulado de la filosofía de la educación.

En el contexto educativo, el constructivismo busca generar las condiciones necesarias (a partir de diferentes técnicas, herramientas, estrategias) para que los estudiantes construyan sus propios saberes. La finalidad primordial de todo esto es que el alumno pueda resolver problemas usando sus esquemas mentales.

De esta forma, el constructivismo busca incentivar a los estudiantes a que sean parte activa del proceso de aprendizaje. Y, de este modo, no se queden como meros espectadores pasivos ante la información que reciben.

Dicho esto, el constructivismo como enfoque pedagógico asume los siguientes principios:

  • El estudiante juega un rol activo en el proceso de aprendizaje, donde él mismo construye y elabora sus propios conocimientos a partir de la información recibida.
  • Por tanto, los educadores deben proporcionar las herramientas necesarias para que los alumnos puedan aprender de una forma sencilla y activa.
  • El educador pasa a un segundo plano, aunque sirve de guía al estudiante, prioriza el proceso de aprendizaje de este último.
  • El individuo entiende el mundo basado en sus propios esquemas mentales, los cuales se ven influidos por las experiencias pasadas. Es decir, dos personas tendrán una perspectiva distinta sobre una situación determinada, pues esta dependerá de la propia estructura mental y las vivencias del pasado.
  • El aprendizaje y los conocimientos puede facilitarse, sin embargo, es cada estudiante el que construye y reconstruye su experiencia de aprendizaje.

Metodología de formación

Dorys Ortiz, en su artículo El constructivismo como teoría y método de enseñanza, señala que la metodología de enseñanza desde este enfoque debe reunir varias características, entre las que destacan:

  • Tomar en cuenta el contexto: los conocimientos impartidos deben ser particulares y globales. Se debe tomar en cuenta el contexto y propiciar un equilibrio entre este y el contenido teórico de las clases.
  • Considerar los aprendizajes previos: el docente a cargo debe tener presente los temas que ya se han revisado para identificar cuáles son los conocimientos que los alumnos ya tiene, y así usarlos para favorecer la construcción de nuevos saberes.
  • Privilegiar la actividad: el profesor debe motivar a sus estudiantes a participar en clase. Desde este enfoque, los estudiantes son agentes activos en sus procesos de aprendizajes. Por lo tanto, la metodología de enseñanza no se centra en la transmisión de un discurso, sino en la construcción de nuevos significados.
  • Favorecer el diálogo: la enseñanza debe ser disruptiva, desequilibrante. Debe plantear preguntas que generen diálogos y debates entre los estudiantes.
  • Utilizar el taller y el laboratorio: el constructivismo interpela al docente a utilizar el laboratorio con el objetivo de crear un espacio de exploración donde los estudiantes tengan contacto con diversos materiales que faciliten la construcción de nuevos conocimientos.
  • Privilegiar el pensamiento inductivo: el docente comienza la exposición del contenido y anima a sus estudiantes a generalizar lo aprendido. Es decir, va de lo particular a lo general. Así pues, la secuencia del trabajo, según Ortiz, es la siguiente: presentar un hecho, analizarlo, buscar relaciones y factores implicados y, finalmente, generalizar.

La enseñanza desde el constructivismo requiere de la utilización de técnicas y recursos que permitan desarrollar con múltiples actividades los estudiantes. Esto con el fin de favorecer la asociación de ideas y la construcción del conocimiento.

Críticas al constructivismo

El constructivismo es un enfoque que tiene sus defensores y retractores, por lo que no está exento de críticas. Algunas de ellas son:

  • Como señala una tesis, autores como Paul A. Kirschner, John Sweller y R. E. Clark argumentan que las personan en un principio no tiene los esquemas para «aprender haciendo».
  • Por su parte, el filósofo de la ciencia Mario Bunge, defensor del realismo, afirma que «el constructivismo pedagógico no solo es falso. También es perjudicial a causa de que niega la verdad objetiva, elimina la crítica y el debate y hace prescindibles a los docentes».
  • En su artículo Una visión crítica del constructivismo, Roberto Bueno Cuadra señala una de las principales críticas que se le hace a este enfoque: si el conocimiento en una construcción, entonces no es posible conocer la realidad tal cual es. Además, debido a que no tenemos acceso a la realidad, tampoco podemos determinar que tan veraces son nuestras construcciones sobre ella, pues no hay un punto de comparación.

Reflexiones finales

La conclusión que subyace al constructivismo es que todas las ideas, conocimientos y teorías son constructos sociales. La realidad es ajena a nosotros, hasta las leyes físicas tendrían una parte de construcción social en un marco conceptual compartido. En este aspecto, la ciencia ya no explicaría los acontecimientos de la realidad, sino los acontecimientos de nuestra construcción conjunta de la realidad.

Estos postulados han supuesto en cierta medida una revolución en la historia de la psicología y en otras ciencias. Gracias al socioconstructivismo muchas áreas de la psicología han cambiado totalmente de paradigma y han ampliado su espectro. La pregunta que nos puede surgir ahora es: ¿el constructivismo es la respuesta correcta o todavía nos queda mucho por saber?


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