Darle amor a los extraños ayuda a superar la depresión

Darle amor a los extraños ayuda a superar la depresión
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 09 noviembre, 2016

Por extraño que parezca, a veces intentar ayudar a los otros con sus problemas es una excelente vía para resolver nuestras propias dificultades. La depresión, la ansiedad social y muchos otros síntomas o trastornos pueden disiparse cuando dejamos de estar reconcentrados en nosotros mismos y rompemos la barrera que nos separa de los demás.

También es curioso, pero en muchas ocasiones es más fácil ayudar a los extraños que a las personas que forman parte habitual de nuestro entorno. Si tenemos depresión o nos consumimos en la ansiedad, es muy probable que el medio que nos rodea esté involucrado en ello de algún modo.

“Amar no es solamente querer, es sobre todo comprender.”

–Françoise Sagan–

En cambio con los extraños hay una gran libertad. No nos conocen y no los conocemos. No hay mayores expectativas, no hay una imagen preconcebida, ni un vínculo que ha pasado por 1 millón de pruebas. No hay un pasado compartido que condicione, ni siquiera un presente que ate. Por increíble que parezca, desde cierto punto de vista, con los desconocidos tenemos mayor posibilidad de expresarnos con gran autenticidad.

Hannah Brencher y su historia con los extraños

Hannah Brencher terminó sus estudios y después de graduarse se fue a vivir a Nueva York. Quería un cambio, porque se sentía completamente invadida por los sentimientos de depresión y de ansiedad. Su tristeza parecía no tener consuelo, hasta que comenzó a hacer algo inusual: escribir cartas de amor para extraños. Lo hacía de forma anónima.

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Hannah encabezaba todas las cartas con esta frase: “Si encuentra esta carta, es para Usted”. Y en el cuerpo de la misiva compartía mensajes como este: “Usted y yo no nos conocemos. Quizá nunca nos sentemos juntos y riamos mientras tomamos una taza de café. Quizá nunca bailemos en los mismos círculos ni bostecemos juntos a medianoche. Nada de eso me importa. Es tan pequeño e insignificante en comparación con las cosas que me gustaría que Ud. supiera: que es encantador/a. Que Usted merece la pena. Que esas manos suyas están hechas para cosas poderosas.

La mujer dejaba estas cartas para los extraños en restaurantes, parques, autobuses e incluso en la sede de la ONU. Para escribirlas, simplemente pensaba en todo el amor que ella misma necesitaba. En todas esas palabras que deseaba escuchar. Era como si se enamorara de esos extraños y luego declarara su amor en las cartas.

Tras un tiempo de llevar a cabo esta práctica, Hanna descubrió que había dejado de centrarse en sí misma y que su dolor y su soledad se habían disipado. No es la única persona en el mundo que se ha llenado de ganas de vivir ayudando a esos extraños, que terminan siendo parte fundamental de la vida.

La depresión y la ayuda a los extraños

¿Por qué ayudarle a los extraños es una forma de ayudarte a ti mismo, en caso de que sufras de depresión o de ansiedad? La respuesta no es sencilla, pero principalmente tiene que ver con el hecho de que alguien profundamente afectado emocionalmente tiende a aislarse. Y al aislarse, se incrementan todos sus síntomas y sus problemas.

El tema también está relacionado con la imagen de incapacidad y vulnerabilidad que se desarrolla cuando hay problemas emocionales. En esos estados, cada quien piensa que no sirve para nada, que es capaz de muy poco y que no merece mucho. También se experimenta como alguien con carencias afectivas que no pueden ser llenadas por nada ni por nadie. Esto se convierte en un círculo vicioso: la tristeza conduce al aislamiento y el aislamiento a la tristeza. Al romper el ciclo, todo comienza a verse diferente.

manos con flores

Una de las creencias que tiene todo neurótico es esta: “lo que me sucede a mí no le sucede a nadie más”. Esta es la gran mentira de quienes sufren problemas emocionales. No pueden ver que cada ser humano lleva su propia carga y que todos tenemos que experimentar grandes sufrimientos en algún momento de la vida.

Al ayudarle a los extraños, comienza a cambiar esta falsa creencia. Te ubicas en una posición de comprensión frente a los demás que, al final, también te ayuda a comprender lo que te ocurre.

En un estudio llevado a cabo en el Reino Unido se pudo comprobar que quienes realizan labores altruistas o tienen conductas amables con extraños, al menos dos veces a la semana, logran superar su depresión y sus ansiedades sociales de una manera sorprendente. También es algo que contribuye a tener una mejor opinión de uno mismo y a alimentar un sentimiento de orgullo personal. ¿Por qué no intentar ayudarnos, ayudando a otros? Esta es una maravillosa prueba de amor hacia la vida.

Imágenes Free People, Luke Stephansshen, Hannah Brencher


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