Datos curiosos sobre el lenguaje corporal
Los datos curiosos sobre el lenguaje corporal comienzan con el hecho de que este tipo de comunicación representa el 93 % de la información que damos a los demás. Esta estimación la hizo el investigador Albert Mehrabian desde 1972.
El estudio en este campo comenzó en 1950 y desde entonces no ha dejado de producir datos curiosos sobre el lenguaje corporal. De hecho, casi toda la información relacionada con esta idea nos resulta sorprendente en alguna medida, ya que se trata de un lenguaje cotidiano, pero inconsciente.
Este tipo de lenguaje no es solo propio del ser humano. En el reino animal, incluso, tiene mayor peso. Las posturas y ciertos gestos o maneras son la forma en que muchos animales comunican o anuncian sus acciones. Enseguida veremos algunos datos curiosos sobre el lenguaje corporal en los humanos.
“La emoción siempre tiene sus raíces en el inconsciente y se manifiesta en el cuerpo”.
-Irene Claremont de Castillejo-
11 datos curiosos sobre el lenguaje corporal
A continuación, mostramos una lista de curiosidades sobe el lenguaje corporal que seguramente desconocías. Estas son:
1. El lenguaje corporal informa sobre el poder de una persona
Uno de los datos curiosos sobre el lenguaje corporal es que este permite formarse una idea del rol que una persona desempeña dentro de un grupo social. Los gestos y posturas de poder son identificables para la mayoría de las personas. Es usual que las personas sepan “quién manda”, sin que nadie se los diga.
Por ejemplo, una persona que mantiene la espalda erguida y camina de forma pausada con las manos atrás da a entender que tiene poder y que que no se siente vulnerable a otros. Además, el gesto de mantener brazos y manos relajadas suele significar que el otro nos inspira seguridad.
En cambio, cruzarse de brazos o de piernas, incluso si es por frío, proyecta lo contrario: indica al otro que estamos en una actitud de defensa. Este gesto es interpretado, de forma inconsciente, como una expresión de incomodidad o de falta de seguridad.
En relación al frío, señalar que en muchos casos los factores que hacen que adoptemos una determinada posición no tienen que ver con la interpretación inconsciente que hacen los demás de nuestra postura.
2. A través del lenguaje corporal podemos saber si la persona miente
Otro de los datos curiosos sobre el lenguaje corporal es que saber interpretarlo es una de las mejores formas de identificar una mentira. Los famosos “detectores de mentiras” se basan en la lectura de ciertas señales del cuerpo que aparecen de forma inconsciente cuando una persona miente.
Las personas mueven los ojos hacia un lado para recordar y hacia el lado opuesto para inventar. Sin embargo, no todos coinciden en el lado que escogen para lo uno o lo otro; solo hay que observar para establecer cómo opera esto en cada individuo en concreto.
Las personas que mienten suelen tocarse o rascarse la nariz. Esto se debe a que al mentir se incrementa el flujo sanguíneo y esto lleva a un cierto picor nasal. Quizás por eso el paradigma de los mentirosos es el famoso “Pinocho”.
Asimismo, cuando alguien miente, es común que esa persona se toque constantemente la cara y pase sus manos por la garganta y la boca. También puede ocurrir que empiece a sudar en exceso.
3. Muestra si hay atracción sexual
La sexualidad es uno de los campos en los que hay más datos curiosos sobre el lenguaje corporal. Una de las señales evidentes de atracción sexual es mirar los labios de la otra persona. Además, si por la mente pasan fantasías eróticas, lo más probable es que también se pase la lengua por los labios o estos se muerdan.
Aproximarse más de lo usual a otra persona y tocarla mientras hablamos con ella también puede ser una señal de atracción sexual. Es usual que en ese acercamiento haya una leve inclinación de la cadera hacia adelante.
Cuando una persona ve algo que le gusta, su pupila se agranda. Sin embargo, esto no es fácil de captar, a menos que uno de los involucrados sea un oftalmólogo. Es usual que ese agrandamiento vaya acompañado por dos gestos: uno es el de abrir un poco más los ojos; el otro una sonrisa que a veces es muy leve, pero se capta.
4. Revela nuestro estado de animo
Otro de los datos curiosos sobre el lenguaje corporal es que una persona puede dejar de hablar, o estar impedida para hacerlo, pero no deja de expresar con su cuerpo lo que piensa y siente.
En este sentido, nuestros gestos, miradas, posturas, etc. hablan de nuestro estado de ánimo, es decir, revelan si estamos tristes, contentos, enfadados, avergonzados, etc. Por ejemplo, algunos indicadores no verbales de la tristeza son: contracción de las cejas, descenso de las comisuras labiales, espalda encorvada, mirada desenfocada o hacia abajo, y descenso de la cabeza.
5. La forma en que nos sentamos refleja nuestra personalidad
Algo tan común como lo es el acto de sentarse, puede reflejar aspectos de nuestra forma de ser. Por ejemplo, las personas que tienden a sentarse en el borde de la silla, probablemente se estresen con facilidad, les cueste relajarse y mantengan una actitud de alerta de forma constante.
En cambio, las personas que se recuestan de la silla, tienden a mostrar desinterés y falta de entusiasmo. Las personas depresivas o tristes suelen sentarse de esta última forma.
6. El contacto físico es la forma más evidente de lenguaje corporal
Como hemos visto, el lenguaje corporal engloba una serie de expresiones (como los gestos faciales, las miradas, la postura corporal, etc.). Sin embargo, el contacto físico suele ser el indicador más evidente que denota el tipo de relación entre dos personas.
En este sentido, mientras más contacto físico existe entre ambos, más estrecho es el vínculo que comparten. Aunque, es importante tener en cuenta que la interpretación de determinados contactos físicos dependen del contexto y la forma en que se hacen.
7. El espacio personal revela cómo nos relacionamos
El espacio personal es como un área con “límites invisibles” que rodea a la persona. Las analogías que se han utilizado para explicarlo son variadas; pero la más habitual hace referencia a una metafórica burbuja que nos rodea y acompaña en todo momento, y en la cual no se puede entrar sin autorización. De no ser así, la persona se sienta incomoda o amenazada.
En este sentido, las personas más introvertidas suelen mantener un espacio personal más distante con los demás, en comparación con los extrovertidos. Sin embargo, hay que tener en cuenta el tipo de relación que se da entre las personas; ya que los introvertidos, cuando están en confianza y con pocas personas, suelen reducir la distancia física con sus acompañantes.
8. Existen cuatro tipos de distancias corporales
Por su parte, en función de la cantidad de espacio físico que hay entre dos personas, se han creado cuatro categorías de distancia personal. Estas son:
- Distancia íntima: entre 15 a 45 cm.
- Distancia personal: entre 46 a 120 cm.
- Distancia social: entre 120 y 360 cm.
- Distancia pública: más de 360 cm.
9. El lenguaje corporal es, en parte, enseñado e imitativo
La manera de expresarnos está fuertemente influenciada por la cultura en la que estamos inmersos. Aunque hay cierta universalidad en el lenguaje corporal de lo humanos, la cultura moldea, hasta cierto punto, nuestras expresiones.
Por ejemplo, un artículo publicado en Atlantis Press refleja las diferencias que se dan entre las culturas occidentales y orientales en cuanto a la comunicación no verbal. Un ejemplo de ello es que en China, tanto hombres como mujeres deben levantarse cuando se les presenta a alguien, incluso, los estudiantes deben ponerse de pie cada vez que se dirigen al profesor.
En cambio, en EEUU se permite hablar estando sentado, sea cual sea la relación con el receptor. Además, nos podemos imaginar fácilmente a un hombre que, en su oficina privada, habla por teléfono echándose la silla para atrás y subiendo los pies encima de la mesa. En este contexto, dicha postura puede reflejar relajación.. Pero, en China, esta postura se consideraría altamente ofensiva.
10. Todas las emociones se reflejan en nuestro rostro
Toda emoción se refleja en nuestro rostro, especialmente por la alteración del flujo sanguíneo. Específicamente, se trata de sutiles variaciones en el color de la cara. Por ejemplo, cuando una persona está enojada, su rostro tiende a ponerse muy colorado; a diferencia de cuando nos sentimos apenados, cuyo rubor en las mejillas puede ser un poco más sutil.
En cambio, cuando nos sentimos atemorizados nuestro rostro tiende a palidecer. Sin embargo, la variación de esta coloración no solo depende del tipo de emoción, sino de la intensidad en la que se experimenta.
11. Es posible modificar la personalidad al cambiar tu lenguaje corporal
Y culminamos la lista de datos curiosos sobre el lenguaje corporal afirmando que podemos mejorar aspectos de la personal con tal solo ser consciente de nuestro lenguaje corporal y cambiarlo a lo que queremos proyectar.
Por ejemplo, si queremos tener una mayor seguridad en nosotros mismos, podemos aprender las señales corporales que proyectan seguridad personal (como mantenerte cabeza y cuerpo erguidos) y empezar a aplicarlas. Al actuarlas empezamos a aprender lo que implica dicho rol y será mucho más fácil adaptar nuestra forma de ser a ello.
Para concluir, resaltamos la importancia de ser conscientes de nuestro lenguaje corporal y conocer lo que cada expresión significa. Así, podremos entablar comunicaciones más efectivas y proyectar lo que realmente queremos mostrarle a los demás.
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- James, J. (2011). La biblia del lenguaje corporal. Paidós, Buenos Aires.
- Cai M. Reflection of Cultural Difference of the East and the West in Nonverbal Communication. Advances in Social Science, Education and Humanities Research [Internet]. 2019 [consultado el 28 de junio de 2022]. Disponible en: https://www.atlantis-press.com/proceedings/ecss-19/55916386