Diferencias entre narcisismo y egocentrismo
Narcisistas, egoístas, egocentristas… A menudo, los confundimos o los usamos de manera arbitraria pensando incluso que hablamos de lo mismo. Sin embargo, hay claras diferencias entre narcisismo y egocentrismo, hasta el punto, de que el primero puede manifestarse como un trastorno de la personalidad.
Pocos conceptos son tan comunes en el lenguaje cotidiano. Solemos etiquetar a tal persona de “egocéntrico” por priorizar sus necesidades y deseos ante los nuestros y tampoco dudamos en llamar “narcisista” a quien ve e interpreta las cosas desde su propia perspectiva sin considerar las ajenas.
Esa arbitrariedad en la terminología diluye el sentido original y también la oportunidad para aplicar de manera acertada estos conceptos. Descubrir esa delgada línea que separa ambos universos psicológicos nos resultará tan curioso como enriquecedor. Profundicemos en ello.
¿Cuáles son las diferencias entre narcisismo y egocentrismo?
Antes de profundizar en las diferencias entre narcisismo y egocentrismo, vale la pena reflexionar sobre un aspecto. Las personas habitamos en un universo interno desde el que percibimos e interpretamos el mundo. Todos, de algún modo, estamos integrados en esa percepción “egocentrista” que va de dentro a fuera, desde la propia mente al mundo que nos envuelve.
Ahora bien, hay quien lo lleva al extremo. Quien rara vez sale de ese caparazón interno para conectar con el ajeno, para ceder a otras visiones, aprender de otros enfoques o compartir ideas comunes. Hay grados, tanto el narcisismo y el egocentrismo entran dentro de un espectro que va desde un radio más aceptable hasta el más patológico. Distingamos ahora qué define a cada área psicológica.
Narcisismo, un estilo de personalidad que puede conformar un trastorno
¿Estilo de personalidad o problema de crianza y educación? Esta suele ser la primera cuestión que suelen preguntarse los expertos cuando se profundiza en el narcisismo. En muchos casos, estamos ante un comportamiento que tuvo su origen en una educación deficitaria en la que la falta de límites perfiló a un explotador emocional y psicológico. Veamos no obstante las características que los definen.
- El narcisismo puede manifestarse en forma de desorden de la personalidad. No obstante, tal y como hemos señalado, esta comportamiento puede evidenciarse de manera más atenuada o entrar ya en una categoría clínica: el trastorno narcisista de la personalidad.
- Por término medio, el narcisista presenta una notable necesidad de acaparar toda la atención. Rozan la megalomanía y los delirios de grandeza. Ahora bien, hay un rasgo a tener en cuenta para diferenciarlos de los egocéntricos: los narcisistas necesitan tener a personas a su alrededor para reforzar su “grandeza”. Se valen de los demás para ser alguien, los egocéntricos en cambio no.
- No conectan ni se interesan por los sentimientos de los demás. Una de sus características más llamativas es la falta de empatía.
- Una de las diferencias entre narcisistas y egocéntricos más comunes es que el primero siempre demostrará un claro sentimiento de superioridad. El egocéntrico no lo busca ni lo necesita.
- El narcisismo construye sus propios valores y su propio sentido moral. Estos marcan las normas y algo así provoca, por ejemplo, que lleguen a cometer actos poco éticos. Es más, estudios como el llevado a cabo en la Universidad de Liverpool por parte de la doctora Victoria Blinkorn, nos señalan que hay una relación significativa entre el narcisismo y la conducta delictiva.
El egocéntrico, un sesgo cognitivo
Una de las diferencias entre narcisismo y egocentrismo está en que mientras el primero define un estilo de personalidad, el segundo se manifiesta en forma de sesgo cognitivo. Además, no conforma una categoría clínica diagnóstica. Es un modo de pensar, de interpretar la realidad.
Así, y aunque pueda parecer que esa línea de separación entre uno y otro sigue siendo demasiado estrecha, lo comprenderemos al profundizar en estas dimensiones.
- El psicólogo suizo Jean Piaget definió el egocentrismo como una forma de pensar que definía a los niños menores de ocho años. Se trata de interpretar y ver el mundo desde una sola perspectiva: la de uno mismo. Poco a poco, y a medida que se alcanza la madurez, se aprende a integrarse en las perspectivas ajenas.
- Ahora bien… ¿por qué hay personas que al llegar a la edad adulta siguen manifestando ese estilo de pensamiento? Hay quien habla de inmadurez o incluso de cierta incapacidad para conectar con las perspectivas ajenas, con ir más allá de las propias opiniones y pensamientos.
- Asimismo, también suele aparecer otro tipo de sesgo, el de similitud, ese que nos hace pensar que los demás piensan como nosotros, que opinan de igual modo que uno mismo.
- El egocentrismo es básicamente un culto al yo, pero sin derivar en aires de grandeza, sin necesidad tampoco de acaparar la atención. Asimismo, no evidencia falta de moral o tendencia a las conductas delictivas como los narcisistas.
¿Cómo puedo saber si estoy ante un narcisista o un egocéntrico?
Sabemos que hay diferencias entre narcisismo y egocentrismo. No obstante, en ocasiones, nos encontramos con ciertas personas que pueden confundirnos. ¿Cómo saber si estoy ante un narcisista o ante alguien que es incapaz de tener otras perspectivas más que la suya propia?
- El narcisista es manipulador y siempre busca algo a cambio. El egocéntrico solo aspira a tener razón, a imponer su punto de vista.
- El narcisismo se vale de las emociones ajenas para ejercer el control y para ello, puede mostrarse amable y seductor al inicio. Poco a poco, veremos cómo varía su personalidad e intenciones.
- Por su parte, el egocéntrico es menos sofisticado. Su comportamiento puede parecernos inmaduro y hasta infantil. No manipula y se muestra desde el inicio del mismo modo, lo que vemos es lo que es: alguien que solo tienen en cuenta sus perspectivas, opiniones y necesidades.
Para concluir, somos conscientes de que ambos comportamientos nos pueden resultar problemáticos. Sin embargo, es el narcisista el que puede actuar siempre de manera más lesiva. Tengámoslo en cuenta.
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Blinkhorn, Victoria & Lyons, Minna & Almond, Louise. (2018). Criminal Minds: Narcissism Predicts Offending Behavior in a Non-Forensic Sample. Deviant Behavior. 1-7. 10.1080/01639625.2017.1422458.