Diferencias entre sinceridad y honestidad

La sinceridad y la honestidad son conceptos que se suele utilizar como iguales. Sin embargo, si los revisamos en profundidad veremos que en su significado y en su praxis precisa existen diferencias importantes.
Diferencias entre sinceridad y honestidad

Última actualización: 01 febrero, 2022

¿Te consideras una persona sincera u honesta? Ten presente que no son sinónimos, a pesar de que en el lenguaje coloquial suelan utilizarse de manera indistinta. Las diferencias entre los dos términos son sutiles, pero importantes cuando queremos hablar con propiedad.

¿Sabes diferenciar entre una acción honesta de una sincera? A continuación, te presentaremos las diferencias entre sinceridad y honestidad.

Hablemos de la honestidad

La honestidad, del latín vulgar honestĭtas, -ātis, es la virtud de comunicarse con sinceridad, ser justo, recto y razonable; también es considerada una acción que está acompañada con los valores intrínsecos individuales. Esta relación debe ser coherente para demostrar la íntima relación entre pensar y obrar, cuyos resultados deben ser justos e íntegros.

La principal cualidad de una persona que practica la honestidad es que sus valores se corresponden con las normas de su comunidad; es una relación que resulta de la confianza que tiene aquella en las acciones del sujeto responsable, del deber ser, ya que auspicia un ambiente de armonía y respeto entre ambos.

La honestidad es una particularidad especial del ser humano, íntimamente ligada con los principios de la justicia y la verdad. Una persona honesta antepone su integridad moral en su pensar y actúa según esta, de aquí su coherencia. Este valor brinda salud mental a la persona que lo ejerce, debido a la paz mental que genera su proceder consigo mismo y su comunidad.

“Ningún legado es tan rico como la honestidad”.

-Shakespeare-

Mano ofreciendo un corazón

Características

La honestidad está compuesta de unas características inconfundibles, que hace de su portador una persona sana mentalmente, de carácter auténtico y que inspira confianza.

La persona honesta es consciente de sí misma, autónoma y siente una gran confianza, sin ser pedante; sabe convivir con la opinión que difiere de sus valores intrínsecos y aceptar los propios errores con el fin de mejorar su integridad. Sabe confiar en los demás, sin ser ingenuo.

Al ser coherente consigo misma y con los demás, suele gozar de una buena salud física y emocional, ya que es consistente con lo que dice y hace, porque maneja un discurso claro y práctico.

Hablemos de la sinceridad

La sinceridad, del latín sincerĭtas, -ātis, derivado de sincērus ‘intacto, puro’, ‘sincero’, es el respeto a la verdad desde lo que siente y piensa la persona que la expresa, anulando todo tipo de mentiras y fingimientos, con franqueza y sencillez; es una virtud que define su personalidad.

Puede ser un arma de doble filo en las relaciones sociales, puesto que si no se dice con asertividad, la sinceridad puede lastimar a la persona que no está lista para escuchar la verdad. Además, la sinceridad y la arrogancia es una pareja poco efectiva, como dice el dicho: “la sinceridad sin empatía es simplemente crueldad”.

“Aléjate del desprecio y de la admiración, pues ambos van de la mano, alternándose. Acércate a la sinceridad, aunque te duela”.

-Melita Ruiz-

Características

La persona sincera se caracteriza por respetar a todos por igual, sin importar su estatus, expresa su opinión sin hipocresía y suele practicar el altruismo al ayudar a otros sin esperar nada a cambio y no presume de sus acciones. Además, suele establecer relaciones duraderas y de calidad.

La autosuficiencia es una de las características más visibles de la persona sincera, pues nunca busca agradar a los demás con su personalidad, se expresa con espontaneidad y sin ningún tipo de esfuerzo o semblante. Se puede confiar en ella, ya que es muy improbable que traicione a los demás. Esto le permite gozar de un buen amor propio.

Hombre hablando con sinceridad

Dos valores favorables

Como ya hemos visto, la honestidad y la sinceridad son dos valores favorables para una buena salud física y mental. Sin embargo, ambos vocablos tienen una diferencia muy significativa en cuanto a su sentido y praxis: la honestidad define la integridad de una persona, según su sistema de valores.

Por otro lado, la sinceridad es la expresión de una persona franca y directa al decir lo que piensa y observa; es auténtica al comunicar sus conclusiones y no condiciona la opinión de los demás al esperar sus respuestas.

Otra diferencia interesante entre honestidad y sinceridad es resaltada por el filólogo clásico Javier Álvarez, en la que destaca que la honestidad englobaría la sinceridad, y pone el ejemplo del asesino que avisa a su víctima de que la va a asesinar y acto seguido, lo hace. Javier reflexiona que “el asesino ha actuado con total sinceridad, ya que ha cumplido su palabra; pero, desde luego, su acto no es nada honesto”.


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  • Álvarez, J. (8 de abril de 2021). Distingamos “sinceridad” y “honestidad”.  Gramática histórica del castellano. https://acortar.link/I0iBan
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