El mito del hada del hogar

El mito del hada del hogar

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 28 diciembre, 2023

La literatura infantil tradicional se ha caracterizado por difundir una imagen sexista de la realidad. El mito del hada del hogar es uno de los más predominantes, especialmente en las películas y cuentos tradicionales infantiles, donde la protagonista es una mujer.

En este ejemplo, los niños y las niñas se identifican con los personajes con una gran fuerza emotiva y otorgan gran importancia a los mensajes transmitidos. En algunos casos, las historias son contemporáneas a los cambios, pero en otros, se han mostrado modelos cerrados, inamovibles, sexistas y discriminatorios. Profundicemos.

¿Qué implica el mito del hada del hogar?

Los cuentos son el espejo de la mentalidad y a través de los cuentos de hadas, se difunde el mito del hada del hogar, que ilustra una ideología imperante sobre la primacía del hombre sobre la mujer. En este tipo de cuentos los papeles que se adjudican a ambos sexos influyen en la noción de género que se van formando los más pequeños.

El mito del hada del hogar hace referencia al personaje femenino representado por hadas, que también está relacionado con el personaje de las brujas; ya que los dos tipos de personajes comparten ciertas similitudes, como la consecución de prodigios o poseer atributos mágicos, poder, etc. Las hadas se caracterizan por ser bellas y bondadosas y por el contrario, las brujas son seres con defectos y solitarias (evitando que seduzcan por su independencia, poder o magia).

Hada con un unicornio

El papel secundario que adopta la mujer en los cuentos de hadas gira en torno al hogar, la crianza y el cuidado de los demás. La meta principal en el mito del hada del hogar es que dedique su vida a los demás, siendo su única meta el matrimonio.

Símbolos representativos del mito del hada del hogar

Cuando la caracterización y distinción de los personajes depende principalmente del sexo (femenino o masculino), los valores que se transmiten provocan funciones y roles sexuales diferentes, que en muchos casos se encuentran totalmente opuestos. Un estudio realizado por la escritora Turín (1995) analizó algunos de los símbolos más representativos de los cuentos de hadas:

  • Las gafas: no suelen ser usadas por los personajes masculinos, y suelen simbolizar la sabiduría frente a la belleza.
  • Los utensilios domésticos (pañuelo, delantal, escoba, trapo, etc…): simbolizan la perfecta ama de casa y madre de familia que se dedica exclusivamente a sus quehaceres y no se desliga de ellos.
  • Las ventanas: las hadas y princesas suelen ocultarse del mundo que las rodea, significando apatía e impasibilidad.

En comparación, los personajes masculinos que aparecen en los cuentos siempre suelen representar al hombre cómo alguien fuerte, valiente, y luchador, y si se dedican a ser mayordomos o sirvientes la imagen que transmiten es de sumisión. Pero, ¿por que nunca aparecen en una casa haciendo las tareas del hogar a pesar de que sean fuertes o valientes?

Los cuentos de hadas

Cuentos clásicos como La  Cenicienta, Blancanieves, o La bella durmiente, son algunos ejemplos de cuentos de princesas y hadas donde todas son bellas y hermosas. Se dedican exclusivamente a realizar tareas del hogar y se encuentran recluidas de su esfera privada y social. En ellos, la fealdad siempre se asocia con maldad y la mayoría de los enfrentamientos se producen por la envidia, la rivalidad por la belleza y el amor del príncipe.

El mito del hada del hogar se refleja muy bien en estos cuentos, ya que otorga a la mujer el papel de la perfecta ama de casa, como si fuera un don o una capacidad que solo ellas pueden desempeñar de la mejor manera. Estos valores estereotipados desvalorizan el trabajo de la mujer y dificultan una educación sexualmente igualitaria.

Blancanieves con una manzana en la falda

En conclusión, el mito del hada del hogar, representado en la literatura tradicional de los cuentos para niños y niñas, se convierte en una herramienta que perpetua los roles sexuales donde se apremian y castigan ciertas conductas.

Por suerte, actualmente estos valores y normas transmitidos de generación en generación se consideran desfasados y obsoletos. No obstante, hay que continuar trabajando con otros aspectos atemporales como lo bueno y lo malo, el valor del esfuerzo, el valor del respeto, la amistad, etc…

Referencias bibliográficas:

Laínez, C.M. (2016). Los estereotipos sociales de la mujer y la familia durante el franquismo.

López, A. (s.f). Coeducación y estereotipos de género en la literatura infantil.


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