Los hombres también sufren las pérdidas gestacionales

Aunque los abortos espontáneos tienen un gran impacto psicológico en las mujeres, no podemos dejar de lado la figura de los padres. También ellos pueden llegar a sufrir estrés postraumático y depresión.

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 21 octubre, 2021

Se estima que la tasa de abortos espontáneos roza el 25 %. Es una cifra muy elevada y el drama que se esconde tras cada historia es inconmensurable. Así, y a pesar de que aún no se hable lo suficiente de este tema, casi siempre ponemos el foco en la mamá que ha perdido a su bebé. Sin embargo, los hombres también sufren las pérdidas gestacionales.

El retrato de este drama suele partir de una misma escena: durante una ecografía rutinaria se advierte que el feto no se mueve ni tiene latido. Seguidamente, se procede a ese “no parto”, a esa devastadora extracción de lo que hasta no hace mucho era la máxima ilusión de una pareja que había hecho planes de vida con esa criatura.

El hijo deja de existir en el vientre de la madre, pero persiste en el corazón y en la memoria de ambos. Estos duelos por los abortos inesperados son tan duros como invisibles. Faltan protocolos de atención psicológica y la cultura del entendimiento y el respeto.

La sociedad debe entender y saber acompañar a esa mamá dolorida físicamente y rota emocionalmente. El mundo debe comprender que también los papás sufren de manera profunda estas experiencias.

Los hombres experimentan los mismos sentimientos que las mujeres ante las pérdidas gestacionales

En nuestra sociedad hay muchos temas tabú y uno de ellos es el dolor de las pérdidas gestacionales. Y dentro de ellas habita también el sufrimiento masculino. Se asume que cuando una pareja pierde al bebé, el padre es el soporte en quien se apoya la mujer para sobrellevar el dolor.

Sin embargo, ¿qué hace el padre con su propio sufrimiento? ¿Desplazarlo, guardarlo en el cajón para después y hacer como si nada? En nuestra cultura, y debido en parte a la artificiosa construcción de la masculinidad, la emoción parece no tener cabida en ellos.

Tanto es así que se da por sentado que en la experiencia de los abortos, ellos quedan en un segundo plano. El hecho de que esto se entienda de este modo lo que consigue es multiplicar aún más la carga emocional. Al esforzarse por mantenerse enteros, por “mostrarse fuertes” y ser el pilar para la pareja, se derrumban en silencio.

El duelo rara vez se lleva a cabo de manera adecuada, derivando en estados de desesperanza e irritabilidad. Porque los hombres también sufren las pérdidas gestacionales y el hecho de no poder demostrar ese dolor les pasa factura.

El duelo masculino, una realidad psicológica descuidada

La Universidad de Adelaide llevó a cabo un trabajo de investigación publicado en el 2020. En él, se analizaron datos obtenidos entre 1998 y el 2018 sobre estudios previos del duelo masculino en materia de los abortos espontáneos. Lo primero que quedó en evidencia es que llevamos décadas pasando por alto que los hombres también sufren las pérdidas gestacionales.

Los análisis pusieron de relieve que los padres muestran una respuesta emocional muy compleja ante estas realidades. Sienten por un lado que tienen la obligación de apoyar a sus parejas. Pero a su vez perciben que todo su entorno les descuida, que no tienen reconocimiento social en este aspecto, con lo que tienden a interiorizar el dolor y a realizar un duelo muy privado.

Estrés postraumático y depresión

Las pérdidas gestacionales son duras para ambos miembros de la pareja, pero los hombres, por término medio, viven de manera diferente esta realidad. Estudios como los realizados por la doctora Clemence Due, también de la Universidad de Adelaide, destacan algo importante.

En ocasiones, los hombres se sienten ignorados y marginados en este proceso y esto puede hacer que deriven en comportamientos como el consumo de alcohol. La incapacidad para manejar sus emociones y sentirse apoyados y validados por el entorno intensifica el malestar.

Así, si bien se indica a menudo en estos trabajos que las mujeres sufren durante más tiempo este dolor, ellos lo manejan de otro modo. Experimentan sentimientos de ira, culpa y confusión. Nuestra cultura, a menudo, no está acostumbrada a que los hombres se sientan devastados por un aborto espontáneo de sus parejas y esto hace que se vean en la obligación de esconder los que sienten.

La necesidad de atender los duelos asociados a las pérdidas gestacionales

Sentir, aceptar y manejar el duelo por las muertes perinatales es una prioridad en el campo de la salud mental. Hemos descuidado esta área durante mucho tiempo y es hora de desarrollar adecuados mecanismos de atención. La capacitación de psicólogos expertos en atención a las parejas que han sufrido una experiencia de muerte gestacional, perinatal o neonatal ya está presente en muchos países.

En esa intervención es decisiva la atención a las madres, es evidente. Pero no podemos dejar nunca de lado a los padres. Ellos transitan por estas experiencias de un modo diferente y es esencial ofrecerles herramientas, apoyo y comprensión. Esto pasa también por algo decisivo y es reformular la visión tradicional de la masculinidad.

Porque ellos también sufren, los hombres y los padres tienen pleno derecho a llorar, a lidiar con su propio duelo, a mostrarse vulnerables. Tengámoslo presente.