La Bella y la Bestia (2017): renovando un clásico

El cuento de «La bella y la bestia» lo conocen chicos y grandes. Las últimas adaptaciones de Disney han renovado parte de la historia original. ¿Quieres saber cómo? Lo analizamos.
La Bella y la Bestia (2017): renovando un clásico
Leah Padalino

Escrito y verificado por la crítica de cine Leah Padalino.

Última actualización: 16 mayo, 2023

La Belle et la Bête (1756) es un cuento de origen francés cuya versión literaria más conocida procede de la pluma de Jeanne-Marie Leprince de Beaumont. Se trata de uno de los cuentos de hadas más populares y adaptados de todos los tiempos, ya que lo encontramos en óperas, obras de teatro, canciones, series y películas. A propósito de este último formato, la cinta La Bella y la Bestia (2017) ha dado mucho de qué hablar por parte de los críticos y los cinéfilos. 

Esta versión no animada, dirigida por Bill Condon y producida por David Hoberman y Todd Lieberman, reúne a un elenco de la talla de Ewan McGregor, Ian McKellen y Emma Thompson. En los papeles estelares encontramos a Emma Watson, como Bella; y Dan Stevens, como la Bestia. Repasamos un poco la historia detrás de las adaptaciones del cuento, los giros de la versión cinematográfica de 2017 y la respuesta del público y la crítica.

«No está mal ser bella; lo que está mal es la obligación de serlo».

– Susan Sontag-

Bella, la primera extraña de una larga lista

En los años 90, había un auténtico furor por las princesas Disney. La mayoría nacieron en esta década, aunque algunas eran ya veteranas como Blancanieves o Cenicienta. Lo cierto es que, si ordenamos de forma cronológica a las princesas hasta nuestros días, nos daremos cuenta de la gran evolución que han experimentado.



La mayoría de estas princesas, en especial las primeras, respondían a la imagen de ama de casa ideal: eran guapas, jóvenes y disfrutaban haciendo las tareas del hogar. Así, reflejaban la mujer ejemplar de una época. Todas ellas tienen en común un pasado oscuro (han perdido a su madre o a su padre), una situación tormentosa y un final feliz junto a su príncipe.

 

A Disney le costó bastante tiempo darse cuenta de que debía renovar estas historias, de manera que los primeros pasos no los dio hasta principios de los noventa. Beauty and the Beast (1991) sería la primera en desviarse un poco del camino que habían marcado sus predecesoras. Bella, su protagonista, era especial. Era una joven guapa, sí; pero no una Blancanieves de belleza inalcanzable, sino que sus rasgos se asemejaban más al común de las mortales.

El tono castaño de su cabello y el marrón de sus ojos se saldría del canon de belleza. El castaño es el eterno olvidado en el mundo del cabello cuando de princesas se trata. Ciertamente, para entonces estas lucían un deslumbrante pelo rubio o una potente melena negra. El castaño no se asociaba a la belleza, no al menos de forma masiva hasta que apareció esta adaptación animada en 1991.

Bella procede de una pequeña aldea francesa, un lugar donde a la gente poco o nada le interesa la lectura. Esto contrasta con su pasión por leer, de modo que se ganará el apodo de «rara». La lectura le permite escapar un poco de su vida en la aldea, conocer otros mundos y ampliar horizontes; es una chica con muchas inquietudes y sed de conocimiento.

Como vemos, Bella es una chica inteligente, segura, que rompe un poco con los estereotipos que venía dibujando Disney. Pero, claro, no estaríamos hablando de una princesa Disney si no tuviera un príncipe. Nuestra protagonista no iba a ser la excepción, ella también caería en las garras del amor. Aunque la finalidad de la película es mostrar el poder de la belleza interior, no deja de tener su final feliz junto al encantador y guapo príncipe, otrora bestia.

La intención de la película de 1991 era buena, no cabe duda, y lo cierto es que el mensaje de que la belleza está en el interior caló en todos sus espectadores. Bella se enamora de la Bestia por lo que es y deja a un lado las apariencias. La transformación de la Bestia no es otra cosa que una salida de su verdadero yo, como un reflejo de su belleza interior. Y es que la belleza, además de ser subjetiva, también se ve influenciada por el interior de la persona.

La Bella y la Bestia (2017), un nuevo enfoque con la lupa en la inclusión

Transcurrieron 26 años para que Disney hiciera una nueva adaptación en live-action del clásico cuento de hadas, y lo haría haciendo de nuevo una renovación. Esta está en sintonía con lo que había hecho en cintas anteriores, y que consolidó aún más en producciones posteriores. La nueva historia comparte gran parte de la esencia original, como no podría ser de otra manera, pero añade también un nuevo aire para adecuarla a los tiempos modernos.

Desde el apartado visual, los parecidos son indudables con respecto a la versión animada de los noventa. El vestuario, la elección de los actores, los escenarios, los objetos del castillo y la banda sonora apenas manifiestan cambios. Cuando se realiza una adaptación de un clásico, se debe ser consciente de que el público tendrá muy presente la versión anterior. Aun así, hay contrastes manifiestos.

La Bella y la Bestia (2017) respeta la trama principal, pero añade algún elemento que aclara las lagunas de la versión animada. Por ejemplo, lo ocurrido con la madre de Bella. Así, acerca más al público a los personajes y permite que se empatice más con ellos. Al margen de esto, uno de los mayores cambios está en la inclusión de personajes de tez oscura; toda una renovación considerando la época de ambientación de la cinta.

Disney pone además la lupa en que el color de la piel no tiene que estar necesariamente ligado a la procedencia. Esto se evidencia en el acento italiano de Madame de Garderobe. En la misma línea, hay infinidad de parejas interraciales, como la ya mencionada Madame de Garderobe y su esposo, el Maestro Cadenza; o Lumière, el mítico candelabro, y su adorada Plumette. La inclusión no se queda acá, sino que explora un terreno más.

A lo largo de La Bella y la Bestia (2017) nos damos cuenta de que el personaje Le Fou, cuyo nombre en francés significa loco o chiflado, ha cambiado bastante respecto a la versión de los noventa. En la película anterior, hacía honor a su nombre y era un súbdito de Gastón. En esta, se evidencia que su devoción hacia Gastón va más allá y que, quizá, no está tan chiflado como parece.

Le Fou muestra algunos signos de enamoramiento hacia Gastón, pero cuando descubre cómo es en realidad, se revela. Hay una escena muy significativa en la que Madame Garderobe, todavía siendo armario, viste a tres jóvenes de mujeres: dos de ellos se molestan; sin embargo, uno parece sentirse cómodo y sonríe en agradecimiento. Se trata de algo muy sutil, un pequeño guiño, pero uno importante. Además, al final de la película vemos cómo este personaje termina bailando con Le Fou y ambos se muestran encantados.

De este modo, se normaliza lo que ya debería ser normal y se reafirma la finalidad de la obra: la belleza está en el interior. No importa el género, ni el color de piel, ni la procedencia; nada de eso es relevante, el amor va más allá y no entiende de barreras ni de imposiciones.

Esta nueva versión del clásico cuento Belle et la Bête es realmente necesaria. Se trata de un pequeño paso, pero muy significativo y valioso hoy en día. Si continuamos por este camino, quizá, algún día y en futuras versiones de princesas Disney, ser bellas ya no sea un requisito para ser «princesas».



Recepción y crítica de La bella y la Bestia (2017)

La cinta cuenta con una valoración de 7.1/10 en IMDb. En Rotten Tomatoes, por su parte, cuenta con una aprobación de los críticos del 71 % y de la audiencia del 80 %. Recaudó alrededor 1300 millones de dólares, y se consolidó como un éxito en Estados Unidos y Canadá. En su momento, Leslie Felperin escribiría en The Hollywood Reporter lo siguiente:

«Una confección rococó con valores de producción diabólicamente intrincados, una bravura, una partitura musical rica en coloratura y efectos de vanguardia whizz-pop, la última iteración de Disney del cuento de hadas La Bella y la Bestia es más que un dulce para la vista».

Por su parte, el crítico Owen Gleiberman se referiría a ella en Variety en los siguientes términos:

«Es una película cuidadosamente elaborada, y en muchos sentidos buena, pero antes de eso es una pieza embelesada de nostalgia de lo viejo es lo nuevo».

Anthony Oliver Scott, en una crítica divulgada en The New York Times, mencionaría lo siguiente:

«Su clasicismo se siente no forzado y fresco. Su romance no guiña ni agrada. Se ve bien, se mueve con gracia y deja un regusto limpio y vigorizante».

En su crítica divulgada en The Atlantic, David Sims concluiría con estas palabras:

«Con la nueva La Bella y la Bestia, Disney ha arrancado una joya de su carcasa y la ha colocado en algo mucho más elaborado; El efecto es chillón en lugar de nostálgico, frustrante en lugar de memorable. Servirá para recordarle los días de gloria del pasado, pero como su propia experiencia visual agradable, La Bella y la Bestia de Condon lamentablemente falta.».

Finalmente, Peter Bradshaw, en su artículo valorativo publicado en The Guardian, apuntaría lo siguiente:

«Toda la película está iluminada con una fascinante luz de brillo de miel artificial, y funciona sin problemas sobre rieles, el tipo de rieles que entran y salen de los escenarios para la lucrativa versión de gira de Broadway».

La cinta fue nominada a los Óscar para mejor diseño de producción y mejor diseño de vestuario, aunque finalmente no ganaría ninguno. Caso contrario en los Premios Teen Choice, donde obtuvo cinco premios de las nueve nominaciones.

El futuro de La Bella y la Bestia

Al igual que las adaptaciones de cualquier clásico, su recepción estuvo llena de abucheos y aplausos. Al margen de ello, y dado el éxito de taquilla de la cinta, se ha hablado sobre posibles secuelas, precuelas y spin-offLos actores principales de la cinta, Emma Watson y Dan Stevens, han manifestado en un par de ocasiones su interés si el proyecto está altura de lo esperado.

Por el momento, los intentos de producir la cinta no han llegado a término; ello a pesar de que se llegaron a confirmar algunos actores de manera oficial. Al menos a corto y medio plazo, el futuro de la película no parece divisarse en el horizonte. En todo caso, Disney avisará de ello; y los fanáticos de esta cinta o de la historia original estarán deseosos de verla.


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