La clave del cambio es liberarse del miedo

La clave del cambio es liberarse del miedo
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Última actualización: 25 octubre, 2022

Ojalá el miedo no fuese más que una palabra. Un vocablo incapaz de tener el más mínimo efecto sobre nosotros. Un entre abstracto que no tuviese en nuestra personalidad más que un vago recuerdo de lo que desea adueñarse de nuestro ser, pero es incapaz. Una idea lejana que no es capaz de afectarnos.

Por desgracia, el miedo es mucho más que una palabra. Es un estado de ánimo, un sentimiento, una emoción y una sensación terrible, capaz de encerrar nuestro corazón en la inacción, el sufrimiento y el dolor. Algo que puede impedir movernos, y nos convierte en seres desgraciados y perdidos en el devenir de la vida.

El enorme poder del miedo

El miedo tiene un poder enorme sobre nosotros. Nos empequeñece, nos quita el sueño, nos hace peor persona, nos invita a ser traicioneros, faltar a la verdad y creer que el fin justifica los medios. Puede lograr actos tan poco nobles, que el propio miedo da miedo al ver su gran capacidad para conseguir el mal en los humanos.

Niña con miedo

Si tienes un trabajo que te permite dar de comer a los tuyos, tienes un miedo terrible a perderlo. Eso hará que seas capaz de cualquier cosa por conservarlo, incluso traicionar a otras personas. De la misma forma que aquellos que están por encima de ti, se pueden aprovechar de la situación para jugar contigo, con tus sentimientos y necesidades.

El miedo es una herramienta de gran poder, que los desaprensivos usan una y otra vez para inculcar en los seres humanos el inmovilismo, la falta de cambio, el apremiar a conformarse con lo poco que se tiene, el temor a mirar hacia delante en busca de un futuro mejor, la necesidad de ser feliz en la vida…

“Cuando sufrir sea más difícil que cambiar, cambiarás.”

-Robert Anthony-

Cuando te quitan todo, pierdes el miedo

En torno a nosotros, se ha creado una sociedad en la que la posesión, el consumo y el sentirte en propiedad de algo o alguien es lo que impera. Así pues, todos tenemos mucho que perder, por lo que el miedo a que nos falte algo es enorme cuanto más poseas.

¿Quién no es dueño de un empleo, un hogar, una familia, un automóvil…? ¿Quién no tiene miedo a perder todo cuanto ha cosechado con el paso del tiempo, y que tanto esfuerzo le ha costado conseguir? ¿Quién no tiene una pequeña propiedad al menos, por minúscula que sea? ¿Quién no teme a la pérdida?

Sin embargo, si te despojas de todo cuanto te ata, acabas por perder el miedo. De hecho, si eres capaz de liberarte del propio miedo a que te quiten algo, terminas por lograr que desaparezca. Quien no tiene nada que perder, nada tiene que temer.

Mujer abriendo su corazón

Porque cargamos la mochila de la vida de experiencias y enseres, pero rara vez nos paramos a mirar el equipaje. Pero, si te fijas bien, en tu maleta hay una ingente cantidad de elementos que, en realidad, no necesitas para nada.

No obstante, es evidente que la posesión, el tener algo en propiedad, nos ayuda a sentir una falsa seguridad que, en realidad, no es tal. Y ese efecto nos impide ver que para cambiar, para ser feliz, para evolucionar y avanzar en el camino de la vida, no necesitamos un equipaje tan grande y prominente.

Dice un dicho popular que no es más feliz quien más tiene, sino quien menos necesita. Si lo piensas bien, esta simple frase está analizando una gran verdad, pues creamos en torno a nosotros una sociedad de consumo que constantemente recibe estímulos para adquirir productos y bienes que realmente no hacen falta para nada.

El consumo está consumiendo la voluntad de muchas personas, que se ven encerradas en su mundo de posesiones. En esos casos, cada vez más numerosos, el miedo a la pérdida aparece pronto. Y la incapacidad de cambio por terror a no tener, también.

“El coraje no es la ausencia de miedo, sino el juicio de que algo es más importante que el miedo.”

-Ambrose Redmoon-

Despojarse del miedo para cambiar

El día que somos conscientes del enorme miedo que nos produce la pérdida, y seamos capaces de superarlo, podremos comenzar un gran cambio en este mundo que nos lleve a valorar aquellos bienes que son en realidad necesarios para el ser humano.

Emociones como el amor, la amistad, la bondad o la solidaridad, no producen miedo, puesto que son sinceras, intangibles, y pertenecen al corazón. Y ellas sí son capaces de cambiar este planeta, de llenar nuestra alma y de hacernos sentir la belleza del mundo que nos rodea.

No esperes más y súmate al cambio. Abandona todas aquellas posesiones físicas que en realidad no necesitas. Siéntete una persona valiosa y quiere a quienes lo merecen con toda tu alma y corazón. Deja el miedo en la cuneta, y comienza a ser feliz hoy mismo.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.