La importancia de gustarte y aceptarte

En esta era del selfie, el culto a la imagen y la obsesión por el like, gustarse a uno mismo es un acto revolucionario. La aceptación del propio cuerpo nos libera de las imposiciones ajenas y supone el primer paso hacia la felicidad y el bienestar.
La importancia de gustarte y aceptarte
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 14 junio, 2021

La importancia de gustarte y aceptarte tal y como eres es clave para tu bienestar psicológico. Al fin y al cabo, nadie es tan importante en este mundo como esa persona que se refleja a diario en tu espejo; aunque a veces lo olvides. A pesar de que, en ocasiones, veas tu cuerpo con incomodidad y no tengas una relación afectuosa con él.

Quizá no recuerdas que la perfección que tanto anhelas, en realidad no existe. Porque la belleza tiene más de un cánon, porque lo atractivo es diverso, imperfecto casi siempre y lo único que de verdad importa es tu actitud ante el mundo. Gustarte empieza por sentirte bien contigo mismo.

“No está mal ser bella; lo que está mal es la obligación de serlo”.

-Susan Sontag-

Mujer pensando en la importancia de quererse y aceptarse

La belleza está en la diversidad (y en tu carisma)

Lo cierto es que nadie te enseña cuando vienes al mundo la importancia de gustarte y aceptarte. A menudo, esperas a que lo hagan otros por ti. De este modo, tu autoconcepto y tu autoestima se edifican a través de opiniones ajenas que acabas internalizando. Así —y por si esto no fuera lo bastante peligroso—  la relación con tu cuerpo será armoniosa, siempre y cuando, se ajuste a esos cánones socialmente construidos.

Sin embargo, el que tus vaqueros, faldas y vestidos te sienten bien no depende de lo que digan otros, importa lo que digas tú, importa que te gustes porque has encontrado tu estilo, porque esa ropa te da carisma, atractivo y autenticidad. Esa es la clave, dejar de depender de validaciones externas para ser tu único referente.

La importancia de gustarte y aceptarte

No existe en el mundo afecto suficiente para llenar los vacíos de quien no se ama a sí mismo. Y ese amor parte siempre de la importancia de gustarte y aceptarte. Porque hay infinitos cánones de belleza y la perfección es un ideal oxidado y caduco de la Antigua Grecia. En esta era del mundo digital, es necesario rebelarnos con determinación ante tales conceptos.

¿Cómo puedo empezar a tratarme con mayor aprecio?

Decía el psicoterapeuta humanista Carl Rogers, que cuando nos aceptamos tal y como somos, empezaremos a ser felices. Ahora bien… ¿qué implica realmente eso de “aceptarnos”?

  • Tomar contacto con lo que somos de manera realista.
  • Establecer una relación positiva con nosotros mismos sin juzgarnos, tratándonos con afecto y amor.
  • Implica saber qué es lo que necesitamos para tener una mejor relación con nosotros mismos.
  • Iniciar esos cambios que nos permiten llevar una vida en sintonía con nuestros valores, deseos y personalidad.
Mujer contenta por practicar la importancia de gustarte y aceptarte

Asimismo, y para terminar, hay un hecho innegable. La aceptación de uno mismo es un acto revolucionario porque nos obliga muchas veces a desligarnos de relatos que no son nuestros. De condicionamientos que otros nos han impuesto.

Hacerlo, revierte de manera directa en nuestro bienestar porque nos convierte en seres libres, bellos y preparados para vivir a nuestra manera, del modo que solo nosotros elijamos. Y eso sí es felicidad.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.