Lecciones de resiliencia en tiempos difíciles

En momentos de crisis y ansiedad es importante entender la resiliencia como un ejercicio de transformación, para encarar mejor el presente y el futuro, y no solo como una palabra bonita.
Lecciones de resiliencia en tiempos difíciles
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 01 agosto, 2022

La palabra “resiliencia” se ha puesto de moda, pero aún así, es necesaria e inspiradora. Ahora bien, aplicar la resiliencia en tiempos difíciles no consiste en decorar con ella los pie de foto en las redes sociales. 

En realidad, esta palabra es mucho más que “algo bonito”, y aplicarla implica un ejercicio de salud psicológica que es necesario comprender, como quien desvela las claves de un tesoro, para hacerlo suyo cada día de su vida.

En primer lugar, hay que aclarar que la resiliencia no es un rasgo. No se trata en absoluto de un mecanismo que el ser humano activa a modo de piloto automático cuando las cosas se complican. Se trata más bien de un proceso, de un músculo que ejercitar teniendo claro que habrá días en que nos falle, en que se sienta más débil y apenas pueda sostener el peso del mundo.

Para que se cumpla la famosa frase de Nietzsche “lo que no me destruye me hace más fuerte” , necesitamos que la adversidad no nos tire al suelo ni nos deje sin recursos de manera indefinida. Y esto, es algo que a todos nos puede pasar en un momento dado.

Podemos caer e incluso darnos por vencidos durante un tiempo. Sin embargo, es obligación emerger de nuestras ruinas y alzarnos de las propias cenizas encendidos en esperanzas y coraje.

Insistimos, es un proceso complejo que requiere compromiso. Florecer de entre las piedras es la artesanía más complicada, pero la más bella del ser humano.

Flor que sale en árbol representando las lecciones de resiliencia en tiempos de coronavirus

Lecciones de resiliencia en tiempos difíciles

La buena vida es un proceso, no un estado de ser, decía Carl Rogers, psicoterapeuta y exponente del enfoque humanista en psicología.

Con el sufrimiento, el miedo y las crisis ocurre lo mismo. Sufrir no es un estado del ser humano, no estamos aquí para padecer ni es obligatorio tener que pasarlo mal para saber qué es la vida. El dolor debe ser siempre algo temporal y alzarse como un proceso más de la vida.

Pero para que ese proceso sea breve y nos permita adaptarnos mucho mejor a la complejidad del entorno, hay que aprender a ser resilientes. Sin embargo, ¿qué significa realmente?

En realidad, aunque estemos habituados a escuchar este término se trata de una idea que parte de la física y que empezó a aplicarse al campo de la psicología en los años 40.

Podemos definirla, de manera simple, como la capacidad del ser humano de recuperarnos de las adversidades sin salir debilitados. Ahora bien, mientras en física e ingeniería se destaca la idea de que esos “materiales resilientes” pueden volver a su estado original tras haber recibido un impacto, en psicología esto último no se cumple.

En realidad, tras haber pasado por un instante vital complejo, nadie vuelve a ser el mismo. No volvemos al estado original: mejoramos, aprendemos nuevas habilidades de afrontamiento para navegar mejor por la vida. Profundicemos un poco más.

No, no eres 100 % resiliente: es un proceso en el que debes trabajar

Sabemos que es recomendable hacer uso de la resiliencia en tiempos difíciles. Sin embargo, algo que sabemos desde la psicología es que muy pocas personas disponen al 100 % de estas características.

Para sondearnos, basta con tener en cuenta La Escala de Resiliencia Connor-Davidson (CD-RISC-25). Los ítems son los siguientes.

  • Sé lidiar con el estrés. 
  • El fracaso no me desanima.
  • Soy hábil a la hora de alcanzar mis objetivos.
  • Manejo con habilidad emociones como la tristeza, el miedo y la ira.
  • Puedo adaptarme a los cambios con facilidad.
  • Suelo afrontar con efectividad cualquier complicación o imprevisto.
  • Intento ver el lado positivo de las cosas cuando me enfrento a los problemas.
  • Suelo recuperarme bastante bien después de una enfermedad, lesión u otra dificultad.
  • Cuando estoy bajo presión, pienso y actúo con claridad y determinación.
  • Me considero una persona fuerte cuando enfrento los desafíos y dificultades de la vida.

Está en tu naturaleza y debes desarrollarla: de tu vulnerabilidad puede emerger tu fuerza

La Universidad de Columbia llevó a cabo un detallado estudio para conocer cuál fue el impacto psicológico del 11S en los supervivientes.

Algo que pudo comprobarse es que el índice de estrés postraumático no era tan elevado como se creía en un principio. Una buena parte de las víctimas evidenciaron una notable resiliencia.

El 65 % de esa muestra demostró un notable proceso de recuperación en el que ir aplicando diversas estrategias. La primera, asumir su vulnerabilidad. Entender que todos podemos sufrir en la propia piel el impacto de la adversidad y que tenemos pleno derecho a sufrir, a sentirnos vulnerables, heridos…

Entendieron también, que en cada uno de nosotros hay un impulso, una fuerza interna que nos invita hacia un proceso de recuperación donde aprender de lo vivido y mirar el presente de un modo más fuerte, seguro e incluso esperanzado.

Mujer caminando con una luz entre sus manos

Resiliencia en tiempos difíciles: aceptar y prepararnos para el cambio

Nassim Taleb, ensayista y autor de libros tan interesantes como El Cisne Negro, escribía no hace mucho que hay una idea de la resiliencia en tiempos difíciles que debemos entender. A pesar de que se haya puesto en boga la palabra “resistir”, él prefiere eliminarla de esta ecuación.

Resistir implica hacer acopio de fuerzas para soportar algo que nos embiste y oprime. Según él, no hay que perder energía haciendo esfuerzos; sino de aceptar los cambios y hacer uso de otro tipo de energía.

La resiliencia en tiempos de difíciles implica la necesidad de cambios y transformaciones. Quien se empeña en resistir permanece en el mismo sitio y hay que avanzar; primero sobreviviendo, atendiendo la vida, garantizando el bienestar. Pero el futuro trae cambios y solo el corazón y la mente resiliente logrará adaptarse y sacar partido de ese nuevo capítulo existencial. Reflexionemos en ello.


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  • Bonanno, G. A., Galea, S., Bucciarelli, A., & Vlahov, D. (2006). Psychological resilience after disaster: New York City in the aftermath of the September 11th terrorist attack. Psychological Science17(3), 181–186. https://doi.org/10.1111/j.1467-9280.2006.01682.x

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