Lewis Carroll, biografía del padre de Alicia en el país de las Maravillas

En el libro Alicia en el País de las Maravillas, el alter ego de Lewis Carroll era el Dodo. Lo hizo así por una caricatura sobre su propio tartamudeo al pronunciar su apellido:  "Do-Do-Dodgson"
Lewis Carroll, biografía del padre de Alicia en el país de las Maravillas
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 13 enero, 2019

Charles Lutwidge Dodgson, conocido por su pseudónimo Lewis Carroll, fue un destacado matemático, filósofo, fotógrafo e inventor, que amaba escribir en su tiempo libre. Con su libro, Alicia en el país de las Maravillas, dejó a un lado la clásica literatura didáctica y moralista para dar paso a un universo vasto donde lo onírico, la imaginación y la alegría dieron forma a una obra inolvidable.

Aquella maestría literaria que mostró con esta novela y, más tarde, también con Alicia a través del espejo o incluso con sus fantásticos poemas (sin sentido), como Jabberwocky, marcaron un estilo nunca visto hasta el momento. A medio camino entre el dadaísmo y el surrealismo, Carroll fue un innovador. Alguien que nos abrió una puerta directa a la más delirante y sugestiva fantasía.

Impregnó a su escritura de un universo onírico donde jugar con las dimensiones, formas y distancias, gracias a la inspiración en sus conocimientos de matemáticas y lógica. El uso de su lenguaje era también algo extraordinario. Nadie ha utilizado tantas paradojas científicas, nadie se ha inventado tantas palabras, ni jugado tanto con los sinónimos, homónimos, y pseudónimos…

Así, a la estela de fantasía y genialidad que ha acompañado a Lewis Carroll, le sigue también un reverso menos dorado. Publicaciones como El hombre que amaba a las niñas nos revelan no solo la historia de Alice Liddell (la pequeña en la que se inspiró para crear a su mítico personaje), sino también esa obsesión que reflejaba en sus cartas por fotografiar a niñas e intentar captar su pureza.

Ahora bien, se tienen datos de que las familias de aquellas niñas dieron su permiso. Incluso, la descendiente de Alice Liddell explica que nunca hubo ninguna connotación sexual en el comportamiento de Lewis Carroll. Sea como sea, siempre nos quedarán misterios por resolver sobre el creador de Alicia en el País de las Maravillas.

“La imaginación es la única arma en la guerra contra la realidad”.

-Alice’s Adventures in Wonderland-

Lewis Carroll

Biografía de un matemático con una inventiva maravillosa

Charles Lutwige Dodgson nació en 1832 en Daresbury, Cheshire, Reino Unido. Fue el tercero de once hermanos en el seno de una familia en la que su padre, Charles Dodgson, ejercía de reverendo. Ya desde muy temprano, mostró una gran habilidad para los juegos y la literatura.

A los 12 años, creó lo que él mismo llamó Revistas de la rectoría. Eran conjuntos de poemas, historias cómicas y también cortas con las que entretener a los suyos. Ahora bien, cabe señalar que su infancia y adolescencia no resultó fácil. Era muy tímido, hizo frente a muchas enfermedades (se quedó sordo de un oído) y, además, sufría tartamudez. A pesar de todo, logró matricularse en la Universidad de Christ Church, en Oxford para estudiar matemáticas.

Su mente era prodigiosa para las ciencias, de manera que logró siempre las más prestigiosas becas hasta graduarse con honores. En 1857, logra una plaza como profesor de matemáticas en Christ Church, tarea que combinó con su formación como diácono.

Ahora bien, cabe señalar que aunque evidenciara un gran potencial para las ciencias matemáticas, su carácter era despistado, poco enérgico y soñador. No encajaba demasiado en ese escenario universitario donde además, sufría a menudo de las burlas de alumnos y compañeros por su tartamudez y ataques epilépticos.

Tardes de picnic con las pequeñas hermanas Liddell

Fue en 1856 cuando la vida del joven Dogson experimentó un cambio. A la universidad llegó un nuevo decano, Henry Liddell, quién más tarde sería vicecanciller de la Universidad de Oxford y capellán en la Christ Church de Oxford. Con él iban también su joven esposa y sus hijas: Lorina, Alice y Edith.

Dogson no tarda en establecer amistad con la familia. Al poco tiempo, pasa a ser ese joven diácono siempre dispuesto a llevar a las pequeñas de picnic, al río o a una excursión a la ciudad. Hacerlo era algo común, de hecho también lo realizaba con los hijos del escritor George Macdonald o los del poeta Alfred, Lord Tennyson. No obstante, las pequeñas Liddell ocuparon siempre un lugar especial en su vida.

Alicia Liddell y Lewis Carroll

Fue el 4 de julio de 1862, cuando Dodgson y su amigo Robinson Duckworth, miembro del Trinity, se llevaron a las niñas a un paseo en barca por el Támesis desde Oxford hasta Godstow. Aquella pequeña aventura le sirvió para escribir el inicio de una historia donde Alice era la protagonista. La niña quedó tan encantada con aquello, que le pidió más.

Dodgson obedeció. Semana tras semana, ofrecía a las niñas nuevas y apasionantes aventuras sobre Alicia. Y aquella tarea se convirtió poco a poco, en una extensa novela ilustrada por él mismo. Cuando la terminó, su amigo George Macdonald, autor de algunos de los mejores cuentos infantiles de la época, quedó tan fascinado que le propuso su publicación.

Lewis Carroll nunca pudo imaginar lo que sucedería después.

La publicación de Alicia en el país de las Maravillas y el nacimiento de Lewis Carroll

Charles Dogson barajó diversos títulos para su libro. Así, y tras valorar ideas como Alicia entre las hadas, La hora dorada de Alicia, optó por Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas. Asimismo, eligió firmarla bajo el pseudónimo de Lewis Carroll. La publicación se hizo 1865, y aunque al principio pasó desapercibida, al año siguiente ya estaba pensando en darle una continuación.

De este modo, el libro, A través del espejo y lo que Alicia encontró allí, llegó al gran público en 1872. Muchos críticos afirmaron que esta obra era mucho mejor que la primera. Tanto, que al poco tiempo se convirtió en el libro infantil más popular de Reino Unido. Más tarde lo sería de todo el mundo. Sin embargo, cabe señalar que el éxito no era algo con lo que Lewis Carroll se sintiera cómodo.

Lewis Carroll, el fotógrafo y onironauta

Así, además de la escritura (publicó también varios libros sobre matemáticas creativas) Lewis Carroll dedicó su vida a otra de sus grandes pasiones: la fotografía. Realizó retratos a actrices de la época como Ellen Terry, al poeta Alfred, Lord Tennyson, y al pintor prerrafaelita Dante Gabriel Rossetti. También fotografió a niños, siendo famosas sus series de disfraces y también los polémicos desnudos.

Alicia a través del espejo, de Lewis Carroll

Por otro lado, es imposible no hablar de Lewis Carroll sin nombrar su Nictógrafo. Se trataba de una tarjeta que sacaba de debajo de la almohada, para apuntar lo que la cabeza le dictaba o parte de lo que sus sueños le revelan. Podía llevarlo a cabo sin tener que asomar las manos al frío de la habitación. Para hacerlo posible, inventó primero un alfabeto usando los puntos de las esquinas y las líneas de los lados.

De este modo, todo lo originado en ese universo onírico podía ser volcado a sus libros; una técnica que mejoraría tiempo después otro renombrado onironauta: Salvador Dalí.

Lewis Carroll no vivió otro éxito literario como el logrado con Alicia. Tuvo una vida apacible como profesor de matemáticas y también como eclesiástico. Falleció de neumonía en 1898 con 65 años.

 


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  • Borges, Jorge Luis: El sueño de Lewis Carroll, Ed. El País, Madrid, 19 de febrero 1986.
  • Carroll, Lewis: Alicia en el país de las maravillas, Ed. Bruguera, Barcelona, 1978.
  • Carroll, Lewis (2013) El hombre que amaba a las niñas: correspondencias y retratos. Felgara Ediciones
  • Thomas, Donald S. Lewis Carroll: A Biography. New York: Barnes & Noble Books, 1999

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