El método de loci o el palacio de los recuerdos, una técnica mnemotécnica maravillosa

El arte de ubicar recuerdos en espacios puntuales es un excelente método que permite tener un cerebro más resistente. Sigue leyendo para conocer el paso a paso de esta técnica, que puedes aprovechar en tu cotidiano.
El método de loci o el palacio de los recuerdos, una técnica mnemotécnica maravillosa
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 18 febrero, 2018

El método de loci o el palacio de la memoria es una técnica mnemotécnica muy antigua e ideal para entrenar nuestra mente en el arte del buen recuerdo. Se basa en conseguir que nuestro cerebro relacione datos con localizaciones concretas, con recorridos físicos o entornos determinados donde ir colocando esos inputs que más tarde evocaremos con mayor facilidad.

Puede que a simple vista esta estrategia nos parezca algo elemental. Sin embargo, a veces las cosas más simples son las más eficaces; es más, en ocasiones revierten de forma positiva en nuestra plasticidad cerebral. Decimos esto último porque recientemente hemos conocido un dato interesante. Hace poco, el Centro Médico de la Universidad de Radboud, en Holanda, llevó a cabo un estudio donde demostró, mediante pruebas electromagnéticas, que la estrategia mnemotécnica basada en el método loci funcionaba.

El método de loci consiste en imaginar un itinerario formado por diversos objetos, escenarios y rincones conocidos donde situar conceptos y datos que más tarde podremos recuperar en nuestra memoria.

Uno de esos ejemplos estudiados fue el de Boris Nikolai Konrad. Este joven neurocientífico que cuenta con el récord de memoria mundial en la evocación de datos, lleva prácticamente toda su vida haciendo uso del también llamado “palacio mental”. En la actualidad trabaja en el Instituto Max Planck de Psiquiatría en Múnich, y suele dar conferencias para demostrar cómo puede cambiar nuestro cerebro cuando empezamos a entrenarnos en estrategias mentales y de memoria como el que nos ofrece el método de loci.

Es fácil, es efectivo y lo más importante aún, no solo nos permite ser más ágiles a la hora de recordar ciertos datos. Además, nos permite tener un cerebro más resistente.

cerebro conectándose gracias al método de loci

El método de loci y nuestra memoria espacial

Tal y como hemos señalado al inicio, el método de loci tiene sus orígenes en la antigüedad. Se atribuye el desarrollo de esta estrategia al poeta lírico Simónides de Ceos, el cual, y casi sin darse cuenta, hizo uso de una estrategia mnemotécnica que más tarde recogerían libros como La  Rhetorica ad Herrenium y De Oratore, de Cicerón.

Dice la historia que Simónides de Ceos fue invitado a dar un recital poético en Tesalia. En un momento dado, y en medio del evento, fue llamado por un criado para entregarle un mensaje privado. El poeta salió al exterior para leer la nota cuando, de pronto, se escuchó un violento estruendo. El palacio donde se hallaba acababa de derrumbarse.

Las víctimas eran múltiples y el desastre personal inmenso. La violencia de los traumatismos impedía poder reconocer a cada persona, pero Simónides de Ceos se acercó a los médicos para indicarles que no levantaran todavía los cuerpos. El buen poeta pudo identifcarlos uno a uno al recordar dónde estaban ubicados mientras él estaba en la sala dando su recital. Más tarde, esa estrategia eficaz recibió un nombre más que idóneo: método de loci (loci, en griego significa lugar).

El arte de ubicar recuerdos en espacios puntuales

Muchos de nosotros llevamos practicando esta técnica durante muchos años sin saber el gran potencial que hay en ella. Cuando hacemos la lista de la compra, por ejemplo, una forma de recordar todo aquello que necesitamos es haciendo un recorrido mental por el supermercado de manera mental, pasillo a pasillo, estante a estante.

Asimismo, todo estudiante, en un momento dado de algún examen, es capaz de recordar un dato concreto al evocar ese lugar en concreto donde se hallaba mientras estudiaba esa parte del tema. Todo ello nos anima a descubrir los recursos útiles para sacarle todo el partido a nuestra memoria, ahí donde conectar una información con otra siempre será más útil que conseguir que integre una información en concreto de forma mecánica, aséptica y a la fuerza.

Recordemos que somos seres emocionales, y que nuestro cerebro se vale de asociaciones para crear recuerdos significativos. De hecho, la memoria espacial es una gran activadora del hipocampo, esa fascinante estructura relacionada con la generación y la recuperación de recuerdo, y que a su vez se vincula con nuestros universos emocionales.

Por tanto, no dudemos en crear nuestro propio palacio mental, ahí donde ir colocando datos, fechas y notas mentales aquí y allá, y en cada curioso rincón, para poder más tarde recuperar cada objeto con mayor agilidad.

entrada al palacio mental del método de loci

¿Cómo debo aplicar en mi día a día el método de loci?

Los grandes personajes del mundo de la literatura y en especial de esa esfera detectivesca o criminal, casi siempre hacen uso del método de loci. No lo llaman con su nombre originario, se limitan simplemente a llevar a cabo esta estrategia mnemotécnica de forma implacable y altamente eficaz. Lo vemos por ejemplo en Sherlock Holmes, y lo vimos también en la saga de Hannibal Lecter de Thomas Harris.

Ahora bien ¿podemos nosotros en la humildad de nuestras responsabilidades y cotidianidad aplicar el método de loci? La respuesta evidentemente es “sí”, y estos serían los pasos para vincular nuestra memoria espacial con la memoria de trabajo y la memoria a largo plazo.

Pasos del método de loci

  • Elige tu palacio mental. Debe ser un escenario conocido: tu casa, la de un amigo, una biblioteca que conoces, una calle de tu pueblo o ciudad, un parque…
  • Diseña un itinerario, una ruta. Por ejemplo: salgo de mi habitación, paso por el pasillo, veo la ventana, paso por el baño, llego al salón, miro el sofá, la mesa, las estanterías… Visualiza en tu mente cada pequeño detalle.
  • Ahora, en cada uno de esos pequeños detalles “engarza” un dato, una información. No importa que sea absurda, porque de hecho las relaciones dispares se recuerdan mucho mejor. Por ejemplo, si estás estudiando una oposición y necesitas recordar algún código legislativo puedes relacionar leyes con objetos determinados.
  • Una vez ya hayas vinculado datos con objetos, detalles o rincones, vuelve a hacer un recorrido por ese escenario. Es más, recórrelo varias veces, hasta que todo te sea familiar, conocido, ahí donde cada información esté en su lugar preciso.
Rostro de una persona

Como vemos el método de loci no requiere mayor esfuerzo que el de la visualización, el de la voluntad, la imaginación y la capacidad de establecer asociaciones. En este ejercicio en apariencia simple, nuestro cerebro estará llevando a cabo un sinfín de maravillosos procesos neuronales donde desarrollar nuestra memoria, donde crear puentes, autopistas y vías donde la información corre rauda, donde discurre ágil y de forma eficaz.

Anímate a poner en práctica esta estrategia.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.