¿Qué es la comunicación intrapersonal?

La comunicación intrapersonal engloba todo aquello que te dices a ti mismo y los pensamientos que te transmites a lo largo del día. Se relaciona con el diálogo interior. ¿Por qué puede ser útil y cuándo te hace daño? Te lo contamos todo.
¿Qué es la comunicación intrapersonal?
Laura Ruiz Mitjana

Escrito y verificado por la psicóloga Laura Ruiz Mitjana.

Última actualización: 13 febrero, 2023

La comunicación nos permite conectar con las personas. Se habla mucho sobre cómo nos relacionamos, cómo nos expresamos, cómo escuchamos. Sin embargo, poco se habla de la comunicación intrapersonal, un tipo de comunicación dirigida a nosotros mismos.

Entendemos por comunicación intrapersonal el discurso que nos dirigimos a nosotros mismos, ya sea pronunciando en voz alta o no. El también denominado diálogo interno o interior puede tener una gran cantidad de funciones, que veremos a lo largo del artículo. Entre ellas, destacamos: la autorreflexión o la introspección, dos procesos psicológicos muy importantes para conocerse a uno mismo.

«La mejor sabiduría que existe es conocerse a sí mismo».

-Galileo Galilei-

Mujer con los ojos cerrados

¿Qué es la comunicación intrapersonal?

Es una forma de comunicarse consigo mismo. Este diálogo lleva a que una sola persona sea, al mismo tiempo, emisora y receptora de la información.

Suele englobar aquellos análisis que hacemos de forma privada, en relación a las cosas y a uno mismo. También suele referir al diálogo interno, e incluye todo aquello que escuchamos, leemos o repetimos para nosotros.

Características de la comunicación intrapersonal

Para comprender mejor de qué va este tipo de comunicación, a continuación presentamos sus principales características:

  • Es unilateral. Es unilateral porque no hay interacción con alguien más. Como no hay otro receptor no se puede hablar de dos lados (bilateral), sino de uno solo. La persona se habla y se escucha a sí misma.
  • Es inevitable y espontánea. Esto significa que surge sin planificación alguna. Es algo que se manifiesta y que, muchas veces, no es fácil de gestionar. Por ejemplo, los pensamientos rumiativos suelen ser un ejemplo de comunicación intrapersonal que escapan del control personal si se desconoce cómo afrontarlos de forma efectiva.
  • Sirven de filtro. La comunicación intrapersonal puede ayudarnos a comportarnos de manera socialmente aceptada. Ya que, gracias a ella, podemos autocensurar determinados gestos, comentarios o comportamientos que serían mal vistos por los demás.
  • No son necesariamente literales. Muchas son interpretaciones sobre los mensajes que nos decimos a nosotros mismos.
  • No siempre se usa una única persona. Este tipo de comunicación suele desarrollarse haciendo uso de la primera persona («yo»), pero también se tiende a utilizar la tercera persona. Según un estudio, el uso de pronombres que no son primera persona mejora el distanciamiento personal. También influyen de manera positiva en la capacidad para regular los pensamientos, los sentimientos y el comportamiento bajo estrés social. Además, esta técnica puede mejorar el pensamiento racional y calmar la preocupación, así lo señala otra investigación.
  • Puede ser positiva o negativa. En ocasiones puede ser motivante y optimista, pero en otras puede ser crítica y negativa. Su contenido puede variar de una situación a otra y con ella su valencia afectiva.
  • Es variada. Por experiencia propia sabemos que su temática puede variar y abarcar múltiples aspectos de nuestra vida

¿Para qué sirve la comunicación intrapersonal?

Ahora bien, es pertinente mencionar que la comunicación intrapersonal positiva nos permite conectarnos con nosotros mismos y conocer las capas más profundas de nuestro ser. En otras palabras, nos permite reflexionar sobre nuestros estados emocionales, escucharnos, darnos ánimos, acompañarnos en momentos dolorosos, analizarnos, etc.

A continuación, profundizamos en las funciones principales, cuando la comunicación es positiva.

Permite la autorreflexión

La comunicación intrapersonal nos permite reflexionar sobre el entorno y sobre nuestra persona. Se trata de una conversación con uno mismo que nos puede llevar a explorar áreas de nuestra vida que quizás no van tan bien, o identificar aspectos personales de los cuales no éramos del todo conscientes.

Por ejemplo, una forma de autorreflexión sería cuestionarnos por qué hemos ido desarrollando cierto malestar en nuestro trabajo o en nuestra relación de pareja. En este caso, es muy probable que el ajetreo diario no nos permita ahondar en estos sentimientos, sino hasta que empiezan a provocar un sufrimiento mayor.

Entonces, cuando nos detenemos a reflexionar sobre las causas de nuestras emociones, buscando respuestas en nosotros mismos, es cuando ponemos en marcha la comunicación intrapersonal.



Conecta con nuestra esencia

En un mundo donde empleamos mucha energía y tiempo en los demás, en hacer cosas hacia el exterior, encontrar momentos para hablar con nosotros nos puede ayudar a reconectar con nuestra esencia.

Estos momentos son ideales para identificar aquello que realmente nos define y que es la base de nuestro crecimiento. ¿Esto qué quiere decir? Conectar con nuestro mundo emocional, con nuestros recuerdos y nuestras vivencias. En cierto sentido, esto implica acercarnos a ellos y «apagar» el ruido del mundo exterior.

Promueve la autoescucha

Escucharnos a nosotros mismos implica callar todo lo de fuera y poner la atención dentro de nosotros. En otras palabras, la comunicación intrapersonal implica pensar hacia adentro y hablarnos desde ahí. Recordemos que este tipo de comunicación no solo incluye la emisión y recepción de un mensaje a nivel oral (hablando), sino también a través del pensamiento.

Permite la introspección

Asociado a todo lo anterior, la introspección es otra de las funciones o posibilidades que permite la comunicación intrapersonal. La introspección se define como la observación que una persona hace de su propia conciencia, o de sus estados de ánimo, a fin de reflexionar sobre ellos.

Esto se relaciona con otros elementos ya mencionados: la escucha, la autorreflexión e incluso el autocuidado. En psicología, la introspección es un elemento clave que permite a las personas «parar» y poner el foco dentro de ellas mismas, a fin de resolver conflictos, de acompañarse, de entender, de integrar vivencias.

Regula nuestras emociones

Todos queremos gestionar nuestras emociones y emplearlas a nuestro favor. Sin embargo, no sabemos cómo y nuestro intento por conseguirlo a veces termina empeorando las cosas. Pues bien, parece que la comunicación intrapersonal puede ser una excelente estrategia para lograrlo.

El diálogo interno no solo sirve para escucharnos y reflexionar sobre nuestra vida, también puede ayudarnos a regular nuestras emociones, solo debemos hacer un pequeño ajuste lingüístico al hablarnos: usar la segunda persona del singular, así lo señala un artículo publicado en Current Directions in Psychological Science.



Facilita el autocontrol

Aunado a la función anterior, el autocontrol es crucial para un buen manejo de las emociones, porque gracias a él podemos suprimir o activar determinadas conductas. Pero ¿cómo tener autocontrol? Con la comunicación intrapersonal.

Un estudio publicado en Scientific reports señala que el diálogo interno en tercera persona puede facilitar el autocontrol. Los investigadores presumen que esto es posible debido al distanciamiento psicológico que las personas generan al hablarse de esa forma.

Ejemplos de comunicación intrapersonal

Existen diferentes formas de ejercer este tipo de comunicación. Veamos las más importantes:

Hablar en voz alta

Es lo que clásicamente se conoce como «hablar solo». También incluye el hecho de leer algo en voz alta para uno mismo.

Puede resultar una práctica útil para calmarse, prestar atención a algo en concreto, ordenar las ideas, fomentar la concentración. Muchas veces, hablar con uno mismo en voz alta se produce de forma inconsciente.

Los pensamientos negativos

Los pensamientos negativos son ideas que aparecen, muchas veces de forma intrusiva, en nuestra mente. Generan angustia y pueden llegar a afectar nuestro estado anímico y otros aspectos como la autoestima.

En este sentido, se refiere a un tipo de comunicación intrapersonal disfuncional o negativa. Con terapia esta manera de dirigirnos a nosotros mismos, a través del pensamiento, puede combatirse.

Chica estresada pensando en ¿Por qué cada día tengo menos paciencia?

Entre las partes del cuerpo

Se trata de una comunicación un poco más particular, y no tan psicológica. En este caso, hablamos de que algún órgano del cuerpo le envía un mensaje al sistema nervioso central.

Imaginemos, por ejemplo, las sensaciones de calor, hambre, picazón. Esto también es comunicación intrapersonal, aunque a otros niveles.

Dificultades de la comunicación intrapersonal

Cuando el diálogo interno es negativo, se pueden ocasionar problemas en la vida de una persona. Imaginemos una persona que de manera constante se dice: «Soy estúpido. No sirvo para nada». Con el tiempo, esta forma de hablarse afectará su manera de actuar y de sentir.

La psicología nos dice que nuestros pensamientos influyen sobre nuestros sentimientos. Lo que pensamos genera emociones asociadas al contenido de nuestras narrativas. Esto es así, en parte, porque nuestra mente busca la coherencia como una manera de evitar el malestar de la disonancia cognitiva.

Si una persona se dice estúpida o inservible todo el tiempo, a la larga termina comportándose como tal. Si cree que no logrará lo que se propone, podría llegar a no conseguirlo. Las predicciones pueden convertirse en una realidad, es lo que se conoce como profecía autocumplida.

Como logramos apreciar, el contenido del diálogo y su nivel de negatividad pueden generar grandes dificultades en una persona. Aunque, si nos vamos al otro extremo, un diálogo excesivamente positivo también puede ocasionar problemas, un ejemplo claro de esto son las personas en episodios maniacos.

Un individuo con manía tiene una exagerada confianza en sí mismo y su diálogo interno puede sugerirle que es capaz de lograr todo lo que emprenda. Esto puede llevarlo, por ejemplo, a gastar mucho dinero para conseguir lo que pretende o iniciar emprendimientos que le generan más gastos que ganancias.

Con estos pequeños ejemplos, nos queda un poco más claro cómo la comunicación intrapersonal puede llegar a ser problemática. No obstante, no hay que alarmarse tanto porque también tiene sus grandes beneficios, así nos lo ha ido señalando la psicología positiva.

Reflexiones finales

Y tú, ¿hablas contigo mismo? ¿Empleas este tipo de comunicación a lo largo del día? ¿Con qué fin? Cuidar nuestro lenguaje interno, todo aquello que nos decimos, es imprescindible para gozar de una buena salud mental.

Como en todo en la vida, conversar con uno mismo también se «aprende», y por ello es importante revisar este diálogo interior a fin de que sea adaptativo, útil y un buen acompañante de vida. Si sientes que tu discurso interno te genera malestar, escúchate y pide ayuda si sientes que la necesitas.


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